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Patxi López: el pedrismo sin Pedro
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Antonio Casado

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Patxi López: el pedrismo sin Pedro

Los fieles que aún conserva se apresuraron a declarar que el destronado secretario general no está detrás del socialista vasco “ni le cederán su fuerza”

Foto: Patxi López presenta su candidatura a la secretaría del PSOE. (EFE)
Patxi López presenta su candidatura a la secretaría del PSOE. (EFE)

En el comité federal del sábado se puso en marcha el reloj de la incierta reconstrucción de un partido que, de derrota en derrota, se mueve como una mula vieja desde mayo de 2011. Sin proyecto ni líder que entusiasmen, la comisión gestora del PSOE hace pública una oferta de empleo de secretario general a quien, “en legítima confrontación y no en una nueva guerra fraticida” —ya veremos—, gane las elecciones primarias del mes de mayo.

Pocas horas después de conocerse la resolución, que fija pero no convoca el 39º Ccongreso Federal para los días 17 y 18 de junio, ya teníamos a un valiente dispuesto a demostrar que “me siento con fuerza para reconstruir el partido”: Patxi López. Aunque durante cuatro años fue lendakari con apoyo del PP, ahora alza la bandera de una “izquierda exigente” y reniega de un PSOE eventualmente convertido en “analgésico de la derecha”. Y aunque presidió el Congreso durante la primera mitad del año tonto de 2016, como hombre de confianza de Pedro Sánchez, ahora desborda a la persona del ex secretario general que quería volver a serlo y se pone al frente del pedrismo sin Pedro.

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Puesto que con López aparecen alineados dirigentes fervorosos del “no es no”, como Miquel Iceta, Idoia Mendia o Francina Armengol, o dirigentes del núcleo duro de Sánchez, como César Luena, Óscar López y Rodolfo Ares, podía pensarse que el paso adelante del exlendakari era un movimiento táctico de Sánchez para calcular el agua de la piscina, una avanzadilla, una forma de tantear el terreno por persona interpuesta, un 'gambito' (como en el ajedrez) del ex secretario general

Pero eso ha quedado totalmente desmentido. Los seguidores de Pedro Sánchez consideran una segunda traición la candidatura de López (la primera fue la abstención en la investidura de Rajoy). Los fieles que aún conserva se apresuraron a declarar el pasado domingo que el destronado secretario general “no está detrás" de Patxi López “ni le cederán su fuerza”. Ergo, más que un 'gambito' de Sánchez, el 'pacificador' Patxi López puede convertirse en un involuntario telonero de Susana Díaz.

En ciertos sectores del PSOE entendían ayer que López se lo ha puesto muy fácil a Díaz y creen que se presenta para garantizar las primarias

Lo digo por dos razones. Una, porque parte en dos el llamado sector crítico que reclama giro a la izquierda y censura la línea de “oposición útil” de la gestora, cuyas tesis no son precisamente pedristas. Y dos, porque la aparición de un competidor de la presidenta andaluza la resguarda frente a quienes reprueban su presunto afán de ganar por aclamación. Por eso, el sábado en ciertos sectores del PSOE entendían que López se lo ha puesto muy fácil a Susana Díaz y que, aunque los seguidores de aquel dicen ir a por todas, en dichos medios creen que López se presenta solo para garantizar que haya primarias.

Así desaparece esa posibilidad. Ya no hay miedo a la falta de candidato alternativo. Eso no va a ocurrir. La andaluza comienza esta semana su itinerancia de tanteo por la geografía organizativa del PSOE, antes de anunciar su candidatura a las primarias de mayo. Nadie lo pone en duda, aunque no lo haya hecho explícito. Pero ha tomado nota del escaso peso de los críticos en el comité federal, donde apenas alcanzaron el 2% de los votos cuando se trató de apostar contra las tesis de la gestora.

Y ha interiorizado que frente a la potencia orgánica e institucional del aparato de Ferraz, que controla Javier Fernández, el “hombre tranquilo” y beatificado en medios políticos y periodísticos, tienen pocas posibilidades quienes plantean bandazos ideológicos o el rescate de una política (el pedrismo) que fracturó el partido y lo puso al borde de la bancarrota.

Por el contrario, sobrevuela el riesgo de que se territorialice la carrera por el liderazgo del PSOE en una pugna norte-sur, a la vista de las respuestas obtenidas por Patxi Lopez en su ronda de consultas con los barones, donde ya se presintió un bloque de los secretarios generales de federaciones como Cataluña, País Vasco, Rioja, Navarra y Baleares, que saludan la candidatura de López, frente a los de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, claramente alineados con el susanismo.

Tratamiento diferenciado en un futuro comentario merece el cabo suelto de las relaciones entre el PSC y el PSOE, cuyo protocolo de relación orgánica está sometido a revisión. Entre otras cosas, debe resolverse si los 17.000 militantes catalanes van a poder participar en las elecciones primarias. Tan espinoso es el asunto —que técnicamente depende del comité federal y no de la comisión gestora—, que los del socialismo del norte (López) se temen que se quiera favorecer a los socialistas del sur (Susana) dictaminando que, puesto que no se someten a la disciplina del PSOE, tampoco tengan voto en las primarias para elegir a su secretario general.

En el comité federal del sábado se puso en marcha el reloj de la incierta reconstrucción de un partido que, de derrota en derrota, se mueve como una mula vieja desde mayo de 2011. Sin proyecto ni líder que entusiasmen, la comisión gestora del PSOE hace pública una oferta de empleo de secretario general a quien, “en legítima confrontación y no en una nueva guerra fraticida” —ya veremos—, gane las elecciones primarias del mes de mayo.

Comité federal del PSOE Patxi López Susana Díaz