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El 21-D rompe el independentismo y el pacto del 155
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Antonio Casado

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El 21-D rompe el independentismo y el pacto del 155

No valió la pena ponerse estupendos en nombre de la causa independentista. En época de rebajas, era intercambiable por un plato de lentejas en sede judicial

Foto: Sesión en el Parlament catalán antes de la disolución de la Cámara. (Reuters)
Sesión en el Parlament catalán antes de la disolución de la Cámara. (Reuters)

El Junts pel Sí a la Cataluña grande y libre en forma de república (PDeCAT- ERC y la CUP) ha muerto. Y el pacto del 155 (PP-PSOE-Ciudadanos) por España y la Constitución, también. Frentismo de vida corta.

Me explico:

Las alianzas forjadas en la solemnidad de las grandes palabras tenían fecha de caducidad: el jueves 21 de diciembre. La puso Mariano Rajoy en nombre y representación del llamado bloque constitucional. Pero este domingo ya estaba reclamando para su partido el mérito de no haberse dejado silenciar (“Ni lo han conseguido ni lo van a conseguir”). Y para su candidato, Xavier García Albiol, el “valor de ley”. “Xavi, es el momento, eres un valor seguro y estaremos todos contigo”.

También se han emancipado los terceros en discordia. La CUP y Ciudadanos han decidido ir a su bola como sus antiguos aliados

Significativo es el tránsito del PSOE. Espantada, más bien. Desde su alineamiento con el Gobierno por defender la “integridad territorial”, hacia el “tercer espacio” de Cataluña. Ese es el salto. Véase el discurso de Pedro Sánchez en Alcalá de Henares, donde dio por terminada la tregua con el PP y habló del “legado de cenizas” de Rajoy.

A la hora de las urnas, cada mochuelo a su olivo. No valió la pena ponerse estupendos en nombre de la causa independentista. En época de rebajas, era perfectamente intercambiable por un plato de lentejas en sede judicial. O un recurrente donde dije digo quería decir Diego. La creatividad al servicio de las excusas. Lo que haga falta para justificar una ruptura por arriba.

Foto: El 'expresident' catalán, Carles Puigdemont, durante el discurso ante los alcaldes en Bruselas, Bélgica. (Reuters) Opinión

No fue posible la 'lista del president' porque se quedaba sin subvenciones y espacios electorales. El PDeCAT, finalmente, irá con lista propia, cocinada este fin de semana en Bruselas por Puigdemont y Artur Mas. Unas siglas arruinadas en el mercado político y dos juguetes rotos para el trastero de la historia son los avales de una candidatura de dirigentes huidos o encarcelados. Una especie de lista de mártires con el aliento de la Justicia en el cogote.

Ese mismo problema lo tiene el presidenciable de ERC, que también va con lista propia al 21-D. Oriol Junqueras está llamado a reinar los próximos años en la Generalitat. Pero solo si la venidera conjunción de su destino político-judicial se lo permite. Se lo permitirá, a poco que, en nombre de la transversalidad, reconozca el carácter 'simbólico' de la penosa secuencia de hechos sediciosos que culminaron con la declamación parlamentaria de la república independientes de Cataluña el pasado 27 de octubre.

Oriol Junqueras está llamado a reinar los próximos años en la Generalitat si la venidera conjunción de su destino político-judicial se lo permite

También se han emancipado los terceros en discordia, tanto en el pacto del 155 como en la causa independentista. Tras una consulta a sus bases, la CUP ha decidido ir a su bola en las elecciones del 21-D, mientras los ensayistas preparan sus tesis sobre la dañina influencia del gamberrismo político en la Cataluña del 'procés'.

En cuanto a Ciudadanos, el verdadero precursor en la apuesta por el articulo 155 “solo para convocar elecciones” (lo clavó, oiga) y el más recompensado en las encuestas posteriores al 1 de octubre, vemos que no deja de hacer llamamientos a la vigencia del frente constitucional, pero también marca distancias.

Ayer mismo, en un periódico de tirada nacional, Albert Rivera acusaba al Gobierno de quitarle importancia al adoctrinamiento nacionalista en los colegios. Tampoco olvidó al PSOE. A modo de sambenito, le cuelga la supuesta querencia a repetir un tripartito con los independentistas de ERC.

El Junts pel Sí a la Cataluña grande y libre en forma de república (PDeCAT- ERC y la CUP) ha muerto. Y el pacto del 155 (PP-PSOE-Ciudadanos) por España y la Constitución, también. Frentismo de vida corta.

Ciudadanos Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)
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