Es noticia
Felipe separado, Aznar separatista
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

Felipe separado, Aznar separatista

Ninguno de los dos emblemáticos expresidentes comulga con los proyectos nacionales que se despachan. Incluido el de su propia familia política

Foto: Los expresidentes Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. (EFE)
Los expresidentes Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. (EFE)

Ninguno de los dos emblemáticos expresidentes comulga con los proyectos nacionales que se despachan. Incluido el de su propia familia política. Con una diferencia. Mientras Felipe González (1982-1996) se muestra “disponible” ante el PSOE de Sánchez, según confesaba ayer en 'El Mundo', José María Aznar (1996-2004) no quiere saber nada del PP de Rajoy.

De hecho, Aznar se ha borrado. No se priva de decirlo en privado y en público. Su frase preferida es que al PP ya lo lleva “solo en la biografía”. Los actuales dirigentes toman nota, sin dar cuartos al pregonero. Y lo acusan de practicar un separatismo desleal con su gente de toda la vida.

Hubo sartenazos al bajo vientre de Rajoy desde la primavera de 2008 (congreso en Valencia), tras la segunda derrota del heredero en elecciones generales. Desde entonces nunca dejó de denunciar la pérdida del ADN del PP, mientras reclamaba un golpe de timón “enérgico, creíble y suficiente”. Y no arrió la bandera del antimarianismo, a pesar de tres victorias electorales consecutivas (noviembre 2011, diciembre 2015 y junio 2016).

González siente que su 'orfandad' no es buscada sino impuesta por un 'nuevo' PSOE que le ignora

González siente que su 'orfandad' no es buscada (“No quiero molestar. Pero si me llaman, respondo, sin exigir que hagan lo que yo digo”) sino impuesta por un 'nuevo' PSOE que le ignora. Aznar, en cambio, ha roto unilateralmente con hechos y palabras: “No tengo partido y no tengo candidato”.

En su indisimulada desafección encaja la renuncia a la presidencia de honor del PP y la posterior desconexión de FAES, el centro del pensamiento conservador del que ahora salen críticas explícitas contra el Gobierno Rajoy. Por ejemplo: no haberse creído nunca que el independentismo catalán iba en serio, lo cual generó una pasividad sobre la que galopó el 'procés'.

placeholder Pedro Sánchez y Felipe González. (EFE)
Pedro Sánchez y Felipe González. (EFE)

No es el mismo caso de González, que se siente “separado” por los actuales dirigentes socialistas. Desde que cometió el horrible pecado de apostar por Susana Díaz en las primarias internas, solo ha mantenido dos fugaces contactos con el líder del 'nuevo' PSOE, Pedro Sánchez. Una fugaz llamada para pedirle su apoyo en el alineamiento con Moncloa por el 155 y una felicitación navideña con el educado “a ver si nos vemos cuando pasen estas fechas”. Hasta hoy.

La generosidad es el privilegio del ganador. Se lo puede permitir. La del perdedor es “estar disponible y no ser impertinente”. Lo dice González pensando en lo institucional (hace cuatro años que no habla con Rajoy). Pero también en lo orgánico. Por eso no se entiende la incomunicación de Sánchez con el histórico líder socialista y otras señaladas figuras del partido que querían ver a Susana Díaz en el trono de Ferraz.

Una curiosa coincidencia: la común desazón de González y Aznar por falta de proyectos ilusionantes para España

Termino con una curiosa coincidencia —aparente, solo aparente— en la común desazón de González y Aznar por falta de proyectos ilusionantes para España y el empobrecimiento general de la clase política: hablo de los frecuentes parabienes de Aznar a Ciudadanos. Cree que “el votante del PP se siente más representado en el partido de Albert Rivera, al menos en defensa de la unidad nacional”.

Nunca llegaría González a tanto como ver ahí la alternativa a un PSOE empobrecido por una alarmante pérdida de memoria política. Pero lo cierto es que ha hablado con Rivera, a petición de este, más veces que con Pedro Sánchez. Fiel a su lema: “Yo no llamo. Y si me llaman, respondo. Pero no quiero ser impertinente”.

Ninguno de los dos emblemáticos expresidentes comulga con los proyectos nacionales que se despachan. Incluido el de su propia familia política. Con una diferencia. Mientras Felipe González (1982-1996) se muestra “disponible” ante el PSOE de Sánchez, según confesaba ayer en 'El Mundo', José María Aznar (1996-2004) no quiere saber nada del PP de Rajoy.

José María Aznar Pedro Sánchez