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Al Grano
Por
El salmo de Toni Roldán
Arde Ciudadanos y Podemos también amaga con el 'no es no'. Así responden al hambre atrasada de estabilidad que sufren los españoles
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“El coste de la estrategia de Rivera es demasiado alto para España” (Toni Roldán, después de la espantada).
En este salmo del desertor se localiza la caja negra del incendio de Ciudadanos. Ahí laten los dos vectores del análisis. Uno, la absurda apuesta de sobrepasar al PP en el reinado hegemónico de la derecha. Y otro, la factura de una apuesta fallida que hemos de pagar todos los españoles.
Comparto letra a letra el diagnóstico de Roldán. Encaja en las apelaciones de Felipe González, Mariano Rajoy, Macron, Valls, las fuerzas económicas, los fundadores de Ciudadanos y esa parte de la organización que, encabezada por Luis Garicano, prefiere pelear desde dentro por el retorno del sentido común a un partido fundacionalmente centrista y regenerador.
Cs perdió en el espacio de un mes (de generales a europeas) casi millón y medio de votos. Eso reventó la apuesta del sorpaso al PP defendida por Rivera
Pero dejemos los enunciados opinativos y vayamos a los hechos verificables que derrotan la apuesta de Rivera.
Tomen ustedes la facturación electoral de Cs en las generales del 28 de abril, a las que Rivera fue convencido de que la fruta estaba madura para el hundimiento del PP y la irresistible ascensión del partido naranja a la condición de alternativa de poder como principal partido de la oposición.
Cerca anduvo de ganar la apuesta:
PP…4.355.962 votos...16,70%
Cs…4.136.510 votos…15,86%
O de igualarla. Poco más de 200.000 votos de diferencia con el PP.
Pero vamos ahora a los resultados de las europeas del 26 de mayo. Apenas un mes después, era previsible una confirmación de las tesis de Rivera y Arrimadas. Pero la tendencia se rompió escandalosamente:
PP…4.507.455 votos…20,13%
Cs... 2.725.538 votos…12,17%
Fue como si los votantes hubieran temido que el PP perdiera el trono de hierro de la derecha. Cs perdió en el espacio de un mes casi millón y medio de votos, mientras el partido de Casado, en plena depresión por su hundimiento en las generales, mejoraba resultados y reventaba las tesis del sorpaso.
El otro componente del salmo de Roldán es la factura del 'no es no' a Sánchez. Nos remite al hambre atrasada de estabilidad que sufren los votantes desde las elecciones de 2015. Y al mandato de las urnas de abril de 2019: sugiere un alineamiento natural de centro-izquierda con sobrada base parlamentaria para afrontar los retos acumulados durante estos cuatro años tontos de la política nacional. La lógica política impone a Cs la condición de partido bisagra y a sus dirigentes la exigencia de asumirlo en nombre de los intereses generales y la razón de Estado.
Si el bloqueo lo provoca Podemos, se explicaría en un partido de aversión al régimen del 78. Que lo provoque Cs sería imperdonable
Lo escribiré por enésima vez. España no puede permitirse otro año tonto con una nueva llamada a las urnas si se bloquea la investidura de Pedro Sánchez.
Están amenazados el futuro de la legislatura y la estabilidad del país. Que el colapso lo provoque Podemos, tras el ataque de contrariedad escenificado anoche por Iglesias Turrión, tendría su explicación en un partido de aversión declarada al régimen del 78 y a la monarquía. Que lo provoque Cs sería imperdonable en un partido comprometido con el orden constitucional.
España tendría que pagar un precio “demasiado alto”, como dice Roldán. Pero también lo pagarían el partido de Rivera y el de Iglesias. Las nuevas elecciones castigarían a los partidos-escolta y concentrarían el voto en el que gobierna y el que puede gobernar (gobernabilidad, reclaman los españoles). Y ninguno de ellos es Cs ni UP, ambos en riesgo de descomposición si no reaccionan a tiempo.
“El coste de la estrategia de Rivera es demasiado alto para España” (Toni Roldán, después de la espantada).