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¿Quién pone bajo sospecha al PP vasco?

El sector más moderado del partido cree que la derecha mediática presiona a Pablo Casado y siembra la desconfianza respecto al PP de Alfonso Alonso ("el último sorayo")

Foto: El presidente del PP vasco, Alfonso Alonso. (EFE)
El presidente del PP vasco, Alfonso Alonso. (EFE)

Otro episodio de la falta de sintonía del equipo de Pablo Casado con los dirigentes vascos del PP. Encajable en el malestar del ala moderada del partido respecto a la nociva influencia ejercida sobre los nuevos dirigentes de Génova por la derecha mediática más radicalizada. Entre quienes apuestan por la centralidad no se habla de “influencia” sino de “presión” sobre Casado, al que incluso piden la cabeza del exministro Alfonso Alonso.

A esa presión se atribuye la decisión de Génova de abrir un expediente informativo a Juan Carlos Cano, el juntero que por error votó a favor de entregar a Bildu la Comisión de Derechos Humanos en las Juntas Generales de Guipúzcoa (una especie de parlamento provincial), aunque su voto no fue determinante ni de lejos (uno de 51). Aun así, y contra toda evidencia, determinados medios lo interpretan como signo de blandura o claudicación ante las fuerzas 'filoetarras'.

Foto: Juan Carlos Cano, a la derecha, en un acto del PP junto a Borja Sémper y González Pons. (EFE)

Es un ataque en toda regla a la identidad del PP vasco. Semejante insulto al sentido común ha causado un profundo malestar en sus filas. “Es inaceptable. Lo encuentro profundamente injusto y no voy a permitir el linchamiento de nuestro compañero”, dice airado y sorprendido en declaraciones a El Confidencial el líder regional, Alfonso Alonso, que se siente “avergonzado” de que una comisión de derechos humanos vaya a ser presidida por Bildu, tras una votación cocinada con PNV y PSE.

Un comunicado oficial de la organización, con sede en Vitoria, lamenta el error involuntario de Cano. Pero al tiempo se rechaza la utilización del incidente para cuestionar la trayectoria política de quien ha ocupado cargos públicos en Guipúzcoa desde 1995 y, como concejal de Andoain, ha estado expresamente amenazado por ETA. De los cinco rostros señalados en las 'esquelas' de la banda, dos fueron asesinados antes de la detención del comando Buruntxa (López de la Calle y Joseba Pagaza).

"No voy a permitir el linchamiento de nuestro compañero", dice airado y sorprendido el líder regional, Alfonso Alonso, a El Confidencial

El asunto desborda la referencia al error de Cano (involuntario, no determinante y reconocido por él, que ya ha pedido disculpas) y la posterior apertura del expediente anunciado por el secretario general del PP, Teodoro García, aun sabiendo que el expediente no tiene ningún recorrido y que la dirección vasca no compartía en absoluto la decisión. El fondo de la cuestión es la desconfianza entre el equipo de Alfonso Alonso, al que en los interiores del partido califican como “el último sorayo” (apostó por Sáenz de Santamaría frente a Pablo Casado) y los nuevos dirigentes nacionales.

“Voy a exigir que no se abra el expediente”, dice Alonso. Pero lo cierto es que, al menos hasta la media tarde de ayer, 24 horas después de pedirse su archivo en el comunicado del PP vasco, ni Casado ni nadie de la dirección nacional se había puesto en contacto con él. Seguramente a la espera del encuentro personal que la agenda les tiene reservado para este fin de semana en Vitoria.

Alonso y Casado discutirán este sábado en Vitoria sobre el expediente a Juan Carlos Cano, que votó por error a favor de Bildu en las JJGG de Guipúzcoa

El comentarista, por su parte, ha sabido de una alta fuente de la dirección nacional que, por supuesto, el expediente reflejará y valorará debidamente “el compromiso político del procurador popular en defensa de la libertad y frente al acoso y persecución de ETA durante más de 30 años”. Pero en Vitoria este incidente ha venido a alimentar la sospecha de que en el equipo de Pablo Casado hay quien pretende hacer pagar el alineamiento de Alfonso Alonso con Soraya Sáez de Santamaría, rival de Casado en las primarias del PP.

Otro episodio de la falta de sintonía del equipo de Pablo Casado con los dirigentes vascos del PP. Encajable en el malestar del ala moderada del partido respecto a la nociva influencia ejercida sobre los nuevos dirigentes de Génova por la derecha mediática más radicalizada. Entre quienes apuestan por la centralidad no se habla de “influencia” sino de “presión” sobre Casado, al que incluso piden la cabeza del exministro Alfonso Alonso.

Pablo Casado Bildu