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Así es el bloque de gobernabilidad que Sánchez planea
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Antonio Casado

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Así es el bloque de gobernabilidad que Sánchez planea

El bloque de la estabilidad que cocinan los guionistas de Sánchez supera la mayoría absoluta (179 escaños) sin necesitar a la derecha (142 escaños) ni a los nacionalistas periféricos (29)

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, saluda a la dirigente de Unidas Podemos Irene Montero, mientras Pablo Iglesias besa a la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. (EFE)
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, saluda a la dirigente de Unidas Podemos Irene Montero, mientras Pablo Iglesias besa a la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. (EFE)

El presidente en funciones forzó la repetición electoral porque la fractura de Podemos y el hundimiento de Ciudadanos le iban a permitir reforzarse y gobernar en solitario.

Perdió la apuesta. Pero mantiene su posición ganadora y comparte el generalizado espanto ante un nuevo paso por las urnas. Así que encontrará más receptivos a sus aliados fronterizos, a izquierda y derecha. En el caso de Podemos ya tenemos la prueba irrebatible en el llamado “pacto del comedor” sobre la base del acuerdo presupuestario PSOE-UP de octubre de 2018.

Sánchez e Iglesias firman un preacuerdo de Gobierno de coalición para desbloquear la situación política

Dan los números. El bloque de la gobernabilidad planeado por los guionistas de Sánchez supera la mayoría absoluta (179 escaños) sin necesitar a la derecha (142 escaños) ni a los nacionalistas periféricos (29 escaños). Y desactiva una eventual moción de censura, salvo un impensable alineamiento del lanzallamas de Torra con el patriotismo de Casado-Abascal.

La negociación se moverá a partir del preacuerdo abierto a otras fuerzas políticas y cerrado a quienes defienden la confrontación entre españoles

Ahora se trata de que también dé la política. Ha empezado a cocinarse discretamente. Cumplido el compromiso de hacer una propuesta de desbloqueo en las 48 horas posteriores a la jornada del domingo, la negociación se moverá a partir del preacuerdo de Gobierno “abierto a otras fuerzas políticas” y cerrado a quienes están por “el odio y la confrontación entre españoles”. Así lo anunciaron Sánchez e Iglesias en su comparecencia conjunta de este martes. Y por eso el plan va más allá.

Foto: Pedro Sánchez el día que afrontó la segunda y definitiva votación de investidura, fallida. (EFE)

Se pretende que el pactado Gobierno “progresista” de coalición (esta vez, sí, con ministros de UP y quizás Iglesias en una vicepresidencia, aunque los nombres “idóneos” aún no están negociados) nazca con el apoyo fundacional añadido (investidura) y posterior geometría variable (legislatura) de Cs, PNV, MP y cuatro regionalistas. Sumen ustedes. La ronda con esos partidos empezará de inmediato.

Se busca que el pacto nazca con el apoyo fundacional (investidura) y geometría variable (legislatura) de Cs, PNV, MP y 4 regionalistas

El plan fue insinuado por Sánchez ante la Ejecutiva del lunes, aunque sin entrar en detalles. Pasa por el retorno del Ciudadanos posriverista al centro perdido (gana la conexión Villegas-Ábalos) y el definitivo arrinconamiento de ERC (pierde la conexión Calvo-Aragonés).

Pasa también por suavizar las diferencias entre el PNV y Cs respecto al foralismo antes de que los siete escaños de uno y los 10 del otro aparezcan juntos en los planes de Moncloa para calmar el hambre atrasada de certidumbre que los españoles sufren desde diciembre de 2015. El motivo es de mayor cuantía y los dirigentes del PNV se han convertido en pregoneros de la estabilidad y el sano funcionamiento de las instituciones.

Si salen las cuentas, se desactivaría una eventual moción, salvo impensable alianza del lanzallamas de Torra con el patriotismo de Casado-Abascal

El otro foco de tensión, ya en vías de arreglo, es el compromiso de Podemos con el orden constitucional, sobre todo en lo relacionado al conflicto de Cataluña. Iglesias se recostará en el mantra socialista del diálogo dentro de la ley (“fórmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constitución”, dice el documento).

Pierde fuerza, por tanto, la hipótesis apuntada por finos analistas respecto a eventuales soluciones dictadas por la razón de Estado. Incluido un Gobierno de salvación nacional. No será necesario, aunque se haya achicado el espacio de la política comprometida con el orden constitucional y ensanchado el de fuerzas de dudosa adhesión al sistema del 78.

El presidente en funciones forzó la repetición electoral porque la fractura de Podemos y el hundimiento de Ciudadanos le iban a permitir reforzarse y gobernar en solitario.

Pedro Sánchez