La espantada de Teresa Rodríguez

A la hasta ahora figura visible de Unidas Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, le oí decir un día en distancia corta que sus guardaespaldas son los vecinos de Cádiz y que “por arriba de Despeñaperros todo es Alemania”.

Jugaba en casa. Y en casa quiere seguir jugando. Dispuesta a fundar un partido andalucista de izquierdas de verdad, feminista y ecologista, sin la tutela jacobina de una organización controlada desde Madrid por el actual vicepresidente del Gobierno, Iglesias Turrión.

Dos figuras distintas y distantes que nunca sintonizaron. Ni en lo personal ni en lo organizativo. El encamamiento de UP con el PSOE, objetado desde el principio por la dirigente andaluza, acabó detonando la ruptura.

"Teresa es frescura de discurso y ejemplaridad de comportamiento. Nada que ver con el Iglesias que vendió su alma a los caireles del poder"

Se esté o no de acuerdo con sus ideas, Teresa Rodríguez es en lo personal frescura de discurso y ejemplaridad de comportamiento. Coherencia y autenticidad. Nada que ver con el Iglesias que vendió su alma de indignado fundacional (15-M) a los caireles del poder. Y ahora le persiguen sus obras completas orales y escritas, cargadas de narcisismo-leninismo.

En lo organizativo ya encabezaba la corriente “Anticapitalistas” dentro de UP. Corriente llamada a reconocerse en un partido a la izquierda del PSOE andaluz. Todavía sin bautizar. Aunque, tras el "amistoso" divorcio, no podrá ser Adelante Andalucía, la marca electoral registrada como partido (no por ella) que sienta a 17 diputados en la Asamblea andaluza.

Si bien ambas partes anuncian su voluntad de gestionar un cambio gradual y pactado, este grupo parlamentario, del que también forma parte Izquierda Unida, corre el riesgo de fracturarse tras la espantada de los "anticapis". No olvidemos que el líder de IU, Alberto Garzón, está tan encantado como Iglesias de haber encontrado la postura en el Consejo de Ministros junto a Sánchez. O sea, nada dispuesto a seguir los pasos de Teresa, sin perjuicio de lo que puedan hacer sus seis diputados de la coalición en el Parlamento andaluz.

Con el portazo a Podemos (no al grupo parlamentario, como hemos visto), Teresa se da por vencida en su obsesión por los problemas de territorialidad que, según ella, siempre lastraron el desarrollo del partido.

El grupo parlamentario Adelante Andalucía, del que también forma parte IU, corre el riesgo de fracturarse tras la espantada de los "anticapis"

A Iglesias, por su parte, se le ensancha la sonrisa porque refuerza su perfil moderado, en su estrategia de colonizar una parte del voto socialista, sin dar por perdidos los 550.000 votos de la marca "Adelante Andalucía", con la que seguirá cooperando Teresa, aunque con partido propio, al modo de Ada Coláu ("Comunes") en Cataluña.

Así que a nadie puede extrañarle la escenificación del buen rollo en la despedida: "No es un adiós, sino un hasta luego. Desde espacios diferentes nos volveremos a encontrar defendiendo la justicia social" (Iglesias). Y Teresa: "Hay que aprender de estos años sin esconder nuestras diferencias. No es una división, sino una separación acordada".

"Iglesias refuerza su perfil moderado en su estrategia de colonizar parte del voto socialista, sin dar por perdidos los votos de Adelante Andalucía"

El PSOE andaluz debería preocuparse por el impacto electoral del movimiento político de Teresa Rodríguez. Si su facturación electoral sigue al alza será a costa del voto socialista, porque el que puede recortar a Podemos siempre se quedaría en casa, habida cuenta de que la propia Teresa no descarta futuras alianzas con el partido de Iglesias.