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Los ultras quieren quemar Madrid
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Antonio Casado

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Los ultras quieren quemar Madrid

Fuerte despliegue policial ante el adoquín y la gasolina, formas expresivas que alimentan la imagen de una España vandalizada por la extrema izquierda y los grupos radicales

Foto: Protesta en Madrid por la detención de Pablo Hasél. (Sergio Beleña)
Protesta en Madrid por la detención de Pablo Hasél. (Sergio Beleña)

A la imagen de una España económicamente empobrecida y políticamente inestable no le hacía ninguna falta el añadido de una España vandalizada por la extrema izquierda. Hacia eso vamos con las manifestaciones de este sábado en diversos lugares de la geografía nacional.

La máxima alerta policial se concentra en el corazón de Madrid. El desafío lleva la firma del llamado Movimiento Antirrepresivo, que aglutina a una treintena de grupos radicales “antifascistas” y “anticapitalistas”. Entre ellos, Izquierda Castellana (IzCa), con acreditados antecedentes en violencia callejera.

El pretexto es el rapero Hasél, enjaulado en Lleida. Con A de anarquía. Es decir, con explícito llamamiento anarquista para que "arda Madrid"

Como ya ocurriese hace un mes, el pretexto es Pablo Hasél, el rapero enjaulado por enaltecimiento del terrorismo e injurias al Rey. Ya de paso, “por nuestros derechos y libertades” y amnistía para “todos los presos políticos”. Con A de anarquía. Es decir, con explícito llamamiento del “anarquismo organizado” (perdón por el oxímoron) para que “arda Madrid”.

Es lo que hay: el adoquín y la gasolina como formas expresivas en una manifestación ilegal (no comunicada) que se ha venido anunciando por las redes sociales y los hospitalarios muros de la capital de España. Los lemas incluyen la réplica preventiva frente a los defensores de la paz social y el orden público: violencia son los desahucios, las privatizaciones, los gastos militares, los abusos policiales, el toque de queda, la alarma social, la intoxicación mediática, y así sucesivamente.

Espero que Iglesias no quiera calentar así su campaña contra el "profascismo de Ayuso"

Como tengo escrito en este mismo rincón de EC ('Hijos de la ira, heraldos de la confusión'), otorgar el beneficio del antifascismo al vandalismo, la injuria, el saqueo y las amenazas de muerte constituye una insoportable malversación de los derechos y las libertades, tal y como están descritos en la Constitución. Y por eso espero que no sea esta la forma de calentar la campaña madrileña de Iglesias contra el “profascismo” de Díaz Ayuso, como dice el aún vicepresidente del Gobierno.

Los antecedentes del exfuturo asaltador de cielos e incansable delator de la incompleta y averiada democracia española son muy reveladores. No me invento nada si en su mirada al vandalismo de estos “jóvenes antifascistas” (Echenique 'dixit') veo algo parecido al 'apretéu' de Torra. O, sin rodeos, la solidaridad con unas víctimas indefensas del régimen del 78 que piden justicia frente a la dictadura del Ibex, la “patronal inmobiliaria” y las reformas laborales de Zapatero y Rajoy.

Foto: Destrozos en la comisaría de Vic ocasiados por las protestas pro-Hasél. (EFE)

En esa visión siempre estará acompañado por los Puigdemont, Rufián, Asens, Borrás, comprensivos con los activistas del saqueo, las pedradas y las barricadas ardiendo en las calles de Barcelona mientras cuestionaban la actuación policial y dejaban a los mossos desamparados a raíz de los violentos disturbios por el encarcelamiento del rapero de Lleida. Lo cual ha aprovechado la presidenta madrileña, Díaz Ayuso, para ponerse también en modo electoralista: “No quiero para Madrid lo que la izquierda radical quiere para Cataluña”.

En todo caso, lo que ocurra esta noche entre Atocha y Cibeles obligará a retratarse a los partidos políticos en clave electoral. Entonces veremos quiénes se ponen al lado de las fuerzas policiales y quiénes se apuntan a la “épica antifascista”, tras unos disturbios que se esperan muy violentos.

La pista la da el fuerte operativo policial (nacional y municipal) dispuesto para desactivar la amenaza en lo posible. Desde la detección de los cabecillas desde dentro hasta la intervención de artefactos incendiarios, cócteles molotov o palancas de hierro para romper adoquines de la calzada, antes de que pasen el anillo de seguridad con el que se ha perimetrado la zona.

A la imagen de una España económicamente empobrecida y políticamente inestable no le hacía ninguna falta el añadido de una España vandalizada por la extrema izquierda. Hacia eso vamos con las manifestaciones de este sábado en diversos lugares de la geografía nacional.

La máxima alerta policial se concentra en el corazón de Madrid. El desafío lleva la firma del llamado Movimiento Antirrepresivo, que aglutina a una treintena de grupos radicales “antifascistas” y “anticapitalistas”. Entre ellos, Izquierda Castellana (IzCa), con acreditados antecedentes en violencia callejera.

Pablo Hasél Madrid