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Xavier Novell: el obispo que cambió de bando

Desde la caída del caballo de Pablo de Tarso, aunque en dirección contraria, nunca habíamos visto algo semejante al mediático clérigo que renunció a la mitra por amor

Foto: Xavier Novell. (EFE)
Xavier Novell. (EFE)
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En el verbo torrencial de Leo Harlem, el cómico más en forma del elenco español, el ya exobispo de Solsona Xavier Novell acabará en el programa 'Gran Hermano' junto al pequeño Nicolás, el padre Apeles e Iglesias Turrión.

Desde la caída del caballo de Pablo de Tarso, aunque en dirección contraria, nunca habíamos visto algo semejante al mediático clérigo que cambió de bando por amor.

Publio Terencio vive: “Homo sum humani nihil a me alienum puto”. A saber: hombre soy y nada de lo humano me es ajeno, que es el salmo de arranque elegido por don Miguel de Unamuno en su 'Del sentimiento trágico de la vida' y la coartada imbatible del desinhibido Novell i Gomà (Momtfalcó d`Osso, 1969) para renunciar a la mitra episcopal y aparearse en Manresa con Silvia Caballol (divorciada de 38 años, madre de dos hijos), una escritora de novelas eróticas de inspiración satánica ('El infierno en la lujuria de Gabriel', por ejemplo).

Novell i Gomà encontró en Publio Terencio su imbatible coartada: “Hombre soy y nada de lo humano me es ajeno”

Así fue como cambió de bando, después de haberse reunido con el papa Francisco y contarle su problema. Pero Bergoglio no está por romper la inercia de los siglos en el seno de la Iglesia católica. De celibato, nada. Hasta ahí podíamos llegar. Ahora, a la espera de que el Vaticano le permita volver al estado de laicidad, aparece alineado con los enemigos del alma, bien descritos en las Sagradas Escrituras: apartarse del mundo, no satisfacer los deseos de la carne y luchar contra el demonio.

Foto: Xavier Novell. (EFE)

Aunque se haya puesto al otro lado de la barricada, su radicalidad no ha cambiado. De su fe en el exorcismo como remedio para curar las “heridas espirituales profunfas” a una lectura avanzada del mandato divino: “No es bueno que el hombre esté solo”. Con la misma convicción con que antes se dedicaba a curar homosexuales, liberar a los endemoniados y pedir el voto para los partidos independentistas de Cataluña, se ha convertido en gran defensor del celibato que busca trabajo como ingeniero agrónomo. Atrás queda su antigua condición de azote de herejes con acreditada aversión a la homosexualidad, el aborto y los preservativos, sobre todo en esa “tierra de misión” llamada España. Oiga, eso decía este declarado fan de la estelada.

Claro que la unidad de España tiene un pase. Pero la de la Iglesia, ni tocarla. Es doctrina de sus hermanos en la fe y tal vez también sea esa la causa de que el episcopado catalán dedique una mirada distraída al caso del obispo que cambió de bando por amor. “Por razones personales”, dice Romá Casanova, obispo de Vic y sustituto provisional en calidad de 'administrador apostólico', que en nombre de la diócesis de Solsona sigue rezando por Novell “con la esperanza puesta en el Señor”.

Lo que no tiene enmienda no se arregla con una camisa de fuerza o la renuncia a la mitra, que ya es un hecho a la espera de que hable Roma

Dice sor Lucía Caram, otro personaje fijo en este retablo de las maravillas, que el exobispo ha perdido el oremus. “No está en sus cabales”, según este curioso icono del independentismo con acento de Tucumán. Ya, pero lo que no tiene enmienda no se arregla con una camisa de fuerza o esa renuncia a la mitra, que ya es un hecho consumado a la espera de que hable Roma sobre el culebrón del obispo enamorado que liberó al columnista de una nueva entrega sobre el minuto y resultado de la desquiciada política nacional.

En el verbo torrencial de Leo Harlem, el cómico más en forma del elenco español, el ya exobispo de Solsona Xavier Novell acabará en el programa 'Gran Hermano' junto al pequeño Nicolás, el padre Apeles e Iglesias Turrión.

HIjos Sor Lucía Caram
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