Comisionista Piqué: la malversación del alma del deporte

Por un excelente trabajo de investigación de El Confidencial (Olmo-Requeijo), hemos sabido que la empresa de Gerard Piqué (Kosmos Holding), con la necesaria complicidad de la Federación Española de Fútbol, consiguió que la llamada Supercopa de España, con los cuatro mejores equipos de la temporada, se celebrase en enero de 2020 y volviese a celebrarse en enero de 2022 en Arabia Saudí.

Es la reseña de un hecho. Pero la reseña quema el teclado del ordenador si añadimos que Arabia Saudí es un país que el mes pasado (12 de marzo) batió su propio récord en ajusticiamientos masivos (fuente: Amnistía Internacional), con la ejecución colectiva de 81 personas condenadas a muerte por diversos delitos. Entre otros, “desestabilizar el tejido social y la cohesión nacional”.

Arabia Saudí acaba de batir su propio récord en ajusticiamientos masivos, con la ejecución colectiva de 81 condenados a muerte

Sigamos con la reseña de hechos desvelados por este periódico. Por cada edición de la Supercopa que se celebra en Riad (AS), la empresa de Gerard Piqué percibe cuatro millones de euros en comisiones por tareas de intermediación. Así se retribuye el blanqueo de un país que no respeta los derechos humanos y con el que Piqué reconoce tener buenas relaciones.

Hablamos del conocido jugador en activo del FC Barcelona, casado con la cantante Shakira. El mismo que el 28 de febrero de 2019, cuando se estaba fraguando la referida operación deportivo-comercial, afeaba la conducta de los periodistas que asistían a su comparecencia posterior a un clásico Real Madrid-Barça: “Si las televisiones españolas que estáis aquí dedicarais más tiempo al juicio de los presos políticos, en vez de hablar tanto del VAR, iríamos un poco mejor como país”.

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Se refería el capitán del Barça a los nueve independentistas catalanes, ya indultados y en libertad, que en aquellos momentos estaban cumpliendo las penas de cárcel impuestas por el Tribunal Supremo por los delitos de sedición y malversación. Un gesto solidario que se perdió en el apagón de valores cosidos al pensamiento oportunista. O sea, priorizar el interés propio ante un reto colectivo.

No consta ninguna declaración de Piqué sobre el inapelable final que la Justicia saudí tenía reservada a los 'sediciosos' ejecutados en la misma tacada junto a otros condenados por terrorismo y delitos comunes. Pero el material aportado por El Confidencial sí nos permite reseñar que buscó la ayuda de don Juan Carlos de Borbón, “para ver si el Rey emérito nos podía ayudar en algún pago que estaba costando cobrar”.

El pensamiento oportunista de Gerard Piqué y Luis Rubiales ha convertido los valores deportivos en una caja registradora

Con esas palabras se había dirigido el futbolista al presidente de la Federación Española de Futbol, Luis Rubiales, sin cuya colaboración no hubiera sido posible el pelotazo de 40 millones de euros que ingresa la Federación (una parte para los equipos participantes) por cada una de las seis ediciones contratadas. En comisiones, cuatro millones más con los que el defensa central del Barça con 'estelada' ha redondeado su patrimonio familiar, por cuenta de la empresa pública saudí (Sela), financiadora de la Supercopa.

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Y volviendo a Piqué, nadie hubiera imaginado que su declarada solidaridad con los partidarios de una república independiente pudiera casar con el requerido favor de un rey. Un milagro del sentido utilitario de la vida que convierte los valores deportivos en una caja registradora.

¿Qué demonios hacen cuatro equipos españoles jugando lejos de sus seguidores en tierras tan extrañas al futbol como a los deportes de nieve?

Al fin y al cabo, malversación pura y dura del alma del deporte, apuñalada por un vulgar comisionista en la tierra de los petrodólares.