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Mónica Oltra, acorralada y a la defensiva
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Antonio Casado

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Mónica Oltra, acorralada y a la defensiva

La vicepresidenta dice que está sufriendo desgaste personal y no político. Según su discurso, es justo al revés

Foto: Mónica Oltra. (EFE/Kai Forsterling)
Mónica Oltra. (EFE/Kai Forsterling)
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Reconoce públicamente la vicepresidenta valenciana y líder de Compromis, Mónica Oltra, que está sufriendo un fuerte desgaste personal y no político. De ahí su negativa a dimitir. Es justo al revés si, como ella dice, la verdad está de su parte y todo responde a una cacería política de la ultraderecha.

Si nadie puede refutarla racionalmente, como ella dice, la verdad siempre la redimirá en lo personal. Ni la Justicia puede darle la vuelta a eso, sostiene. Es el argumento que coloca en el centro de su discurso, como si fuese una continuadora no diagnosticada de las doctrinas de Aristóteles, cristianizadas por Santo Tomás, sobre la verdad como la concordancia de lo que pensamos, o lo que sabemos, con la realidad.

Nadie entiende que vaya de pensadora de guardia. Hoy por hoy solo es una profesional de la política acorralada y a la defensiva. Su desgaste es irreversible después de la triple imputación formulada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Cuestión de días.

En política cuenta más parecer ejemplar que serlo. Y cuenta menos la presunción de inocencia que la pena de telediario

Y eso no significará que si cae Oltra cae la democracia, la causa de la verdad, la decencia política, la ética, los enfermos de ELA y las personas más vulnerables, como parece desprenderse de su réplica al auto del tribunal que la ha citado para declarar como imputada el próximo 6 de julio.

Indicios y no pruebas "directas" de que dio órdenes verbales para la ocultación del caso e incumplió el deber de custodiar a la menor abusada por su marido. Hablamos de imputación y no de condena. De acuerdo. Pero en política cuenta más parecer ejemplar que serlo. Y cuenta menos la presunción de inocencia que la pena de telediario. ¿Acaso su presidente y socio, el socialista Ximo Puig, estará dispuesto a cargar con una vicepresidenta desprestigiada cuando la Comunidad se encamina hacia las elecciones autonómicas?

En cualquier caso, los indicios y la imputación (prevaricación, encubrimiento de un delito, abandono de una menor) han sido formulados en sede judicial, no en el departamento de agitación política de Vox. Y la imputación resultó del consabido proceso indagatorio en el que fueron interrogados trece funcionarios dependientes de Mónica Oltra.

En la rueda de prensa de ayer parecía sugerir que los jueces están alentando la "cacería" de la extrema derecha contra ella

Ahí tenemos el punto débil en la argumentación de la presidenta. En su multitudinaria comparecencia de ayer ante los medios de comunicación (aunque la comparación le resulte "odiosa" a Mónica Oltra, me recordó a Cristina Cifuentes y su patética forma de aferrarse al sillón), ni se molestó en desactivar las preguntas que la incitaban a pronunciarse sobre un eventual contubernio de los jueces con la ultraderecha.

"¿Cree que la justicia está condicionada por la ultraderecha?", se le preguntó por enésima vez. "Espero que no" o "Lo desconozco", fueron sus indolentes respuestas ante lo que, en mi opinión, es el flanco vulnerable en la lógica de Mónica Oltra. En el contexto de la rueda de prensa de ayer, con reiteradas apelaciones de freno a la ultraderecha, parecía sugerir que los jueces están alentando la "cacería" de la extrema derecha contra ella.

Tan concluyente resultaba su relato autoexculpatorio, que era ineludible la tentación de cuestionar las últimas resoluciones sobre el caso. Tres instancias judiciales diferentes coinciden en apreciar indicios "racionales y sólidos" de comportamientos delictivos de Oltra por preservar su carrera política o encubrir al exmarido (condenado por abusos sexuales a una menor tutelada). Y eso no se ventila endosando el escándalo a una cacería de la ultraderecha. Salvo que Oltra entienda que el juez instructor (exposición razonada), la Fiscalía y los tres magistrados del máximo tribunal de la Comunidad estén en la conjura. ¿Lo cree en serio la vicepresidenta valenciana?

El asunto es demasiado grave como para dejar la pregunta en el aire.

Reconoce públicamente la vicepresidenta valenciana y líder de Compromis, Mónica Oltra, que está sufriendo un fuerte desgaste personal y no político. De ahí su negativa a dimitir. Es justo al revés si, como ella dice, la verdad está de su parte y todo responde a una cacería política de la ultraderecha.

Mònica Oltra