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Un culebrón de muy baja calidad
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Antonio Casado

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Un culebrón de muy baja calidad

Se acusa al PP de incumplir la ley del aborto con la misma base que se acusa a Sánchez de asaltar las instituciones

Foto: El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo. (EFE/Nacho Gallego)
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo. (EFE/Nacho Gallego)
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(Continuación).

En la Comunidad Autónoma de Castilla y León no están en juego los derechos de la mujer ni el incumplimiento de la ley del aborto, sino los efectos electorales de una imputación formulada en el vacío. Es decir, contra la nada. Como esas patadas al aire del futbolista que, según el narrador del partido, se queda con el molde cuando estaba a punto de marcar.

Absurda polémica que conviene al Gobierno de coalición para empujar al PP hacia la ultraderecha. Si no lo consigue, se resentirá ese discurso. Una de dos: o los votantes acaban contagiados del miedo a que el PP meta a Vox en una ecuación de poder a escala nacional o la Moncloa acaba de regalar a Feijóo la oportunidad de centrarse proclamando en todos los idiomas su respeto a la ley y a la libre voluntad de las embarazadas.

Foto: Pedro Sánchez, con el alcalde de Sevilla y candidato del PSOE, Antonio Muñoz, en el acto de la capital andaluza. (EFE/José Manuel Vidal)

El resultado de todo esto es un culebrón de muy baja calidad. Podría afectar a las intenciones de voto en las encuestas. O a la estabilidad de la ecuación de poder PP-Vox que gobierna en la Junta de CyL, aunque no lo creo. Pero nadie va a cancelar lo verdaderamente importante: en mi tierra leonesa y castellana, siguen intactos el respeto a los derechos fundamentales y la vigencia de un marco legal justo y necesario sobre la libertad de la mujer a disponer sobre su propio cuerpo (según la ley de plazos de 2010, reformada en mayo de 2022).

El año electoral contamina el debate y favorece un banalizado intercambio de golpes. El Gobierno acusa al PP de incumplir la ley de interrupción voluntaria del embarazo con el mismo fundamento que Núñez Feijóo acusa a Sánchez de asaltar las instituciones. Ambas acusaciones son de verificación imposible. Y en ambos lados de la barricada se niega la mayor. Así que las dos pedradas se quedan en el terreno político.

La política es el ecosistema propio de los procesos de intención que tunean la realidad porque no obligan a probar lo que se dice

La política es el ecosistema propio de los procesos de intención que tunean la realidad porque no obligan a probar lo que se dice. De modo que Feijóo se permite negar legitimidad al presidente del Gobierno y Sánchez se permite afirmar que el PP está en manos de Vox. El presidente dijo ayer en Davos que abrir las puertas de los gobiernos a la ultraderecha debe ser combatido con la misma determinación de los ucranianos contra los invasores rusos. Tal cual.

Sin embargo, esa declarada aversión a las fuerzas oscuras de la ultraderecha no impide a Sánchez fiarse más de Vox que del PP, cuando tanto Mañueco, presidente autonómico, como el líder nacional (carta de Feijóo dirigida personalmente a Sánchez), nada amable con el ultraderechista García-Gallardo (vicepresidente de la Junta), declaran públicamente que se respetará la ley, que se respetará la libre decisión de la mujer que decida abortar y que de ninguna manera habrá ningún protocolo antiabortista de obligado cumplimiento en Castilla y León.

Foto: El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/José Manuel Vidal)

El líder del PP recordó también que Vox carece de competencia en materia de Sanidad e insistió en que, por otra parte, no existe ningún acuerdo entre el PP y su socio de coalición para obligar a las mujeres embarazadas a escuchar los latidos del feto o someterse a tratamiento psicológico.

Por cierto, que tampoco Feijóo renuncia a formular su consabido proceso de intenciones ajenas cuando endosa al adversario “el burdo intento de manipulación de un Gobierno que ha pasado a la historia por desproteger a las mujeres con la ley del solo si es si y que, como tiene muchos problemas, busca problemas inexistentes en otras comunidades”.

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