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Tamames alborota el circo político-mediático
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Antonio Casado

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Tamames alborota el circo político-mediático

La fotogenia de Sánchez o el narcisismo-leninismo de Iglesias son tan divertidos como la vanidad de un anciano

Foto: El economista Ramón Tamames. (Alejandro Martínez Vélez)
El economista Ramón Tamames. (Alejandro Martínez Vélez)
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"Esperpento", "charlotada", "sainete", "extravagante", y en ese plan. Así se despacha mayoritariamente la anunciada moción de censura que, con fecha a decidir por Pedro Sánchez y anunciar por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, va a defender Ramón Tamames en vísperas de las elecciones territoriales del 28 de mayo, antesala de las generales del 3 de diciembre.

No está mal visto el acontecimiento en esa clave. Lo que pasa es que, en el circo político-mediático de la banalizada vida pública española, tanto dan los trapecistas como los payasos. El mismo entretenimiento que nos pueda proporcionar una moción de censura inútil está disponible cada semana en las inútiles sesiones de control de los miércoles. Cómico resulta que los miembros del Gobierno jamás respondan a las preguntas, cuando no son ellos los que hacen preguntas-trampa a la oposición.

¿Por qué debemos tomar más en serio lo uno que lo otro?

Sostengo que el acreditado narcisismo-leninismo de Iglesias Turrión o la estudiada fotogenia de Sánchez —artificial por lo demás— son cosas tan divertidas como el tardío ataque de vanidad de un anciano. Justo cuando lo viejuno se estigmatiza en la España colonizada por esa nueva política que desprecia la transición y defiende ideas tan obsoletas y tan poco adanistas como la plurinacionalidad y la tercera república.

Al fin y al cabo, todo eso retrata a la clase política, devaluada hasta decir basta. Desde el fallido diseño de trenes que no caben por los túneles hasta los aberrantes enfrentamientos del Ministerio de Justicia con el de Igualdad. Desde las chicas desabrigadas que salen en los videos del tío Berni (caso Mediador), hasta las chapuzas policiales del PP contra Bárcenas o las vergüenzas coleccionadas en el inagotable fondo de armario de Villarejo.

¿Quieren que siga?

La moción de censura de Ramón Tamames, cocinada por una camarilla próxima al líder de Vox, Santiago Abascal, tiene un fuerte componente de provocación. Eso siempre descoloca a los actores de la trama. Y la provocación siempre es muy creativa. Incluso la logística del acontecimiento debe ser estudiada por los servicios de la Cámara, obligados a inventar algo para adaptarse a las limitaciones físicas del candidato durante sus agotadores cruces dialécticos con los portavoces.

No hay precedentes de algo así. De hecho, en los estados mayores de los respectivos partidos aún no saben cómo deben reaccionar. Si se lo toman en serio pueden salir trasquilados. Y si le perdonan la vida, con la desgana del que se siente superior, suscitará una corriente de solidaria simpatía con el débil, el acorralado, el que juega con desventaja.

No es tarde para escuchar una lección magistral de economía a cargo del profesor Tamames

Así que los equipos de los intervinientes —ni siquiera eso está decidido en los distintos grupos parlamentarios de cara a la venidera sesión— le dan vueltas al sesgo de sus respectivas actuaciones después de escuchar el discurso de este insospechado aspirante a la Moncloa.

Nunca es tarde para escuchar una lección magistral de economía a cargo del profesor Tamames, autor del clásico manual Estructura económica internacional, que ha alumbrado el camino de varias generaciones de economistas dentro y fuera de España. Y en lo que se refiere a Sánchez, el interpelado por el candidato que se ofrece a gobernar mejor el país, siempre será más inteligente prestarse a recibir una masterclass que acusar al candidato real, el verosímil, Núñez Feijóo, de haber inspirado la moción de censura apadrinada por la ultraderecha, que es hacia donde le empuja el todavía presidente del Gobierno para que a Tezanos le salgan las cuentas.

"Esperpento", "charlotada", "sainete", "extravagante", y en ese plan. Así se despacha mayoritariamente la anunciada moción de censura que, con fecha a decidir por Pedro Sánchez y anunciar por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, va a defender Ramón Tamames en vísperas de las elecciones territoriales del 28 de mayo, antesala de las generales del 3 de diciembre.

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