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Nico, el proscrito: "Mi padre se sentía orgulloso del 78"
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Nico, el proscrito: "Mi padre se sentía orgulloso del 78"

Redondo Terreros declara a EC que no piensa confrontar con Pedro Sánchez ni recurrir su expulsión del partido

Foto: Nicolás Redondo Terreros. (Olmo Calvo)
Nicolás Redondo Terreros. (Olmo Calvo)
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De la larga conversación del columnista con Nicolás Redondo Terreros, que acababa de enterarse por los medios de su expulsión del PSOE, me quedo con dos cosas. Una: "Rubial y mi padre estaban orgullosos del 78". Y dos: "No tengo la menor intención de confrontar con Sánchez".

Pasado y presente de un partido sobre el que ahora planea la negra sombra de la claudicación ante los sueños húmedos de un delincuente, de derechas y enemigo del Estado, como presunto precio a pagar por la gobernabilidad del Estado.

Redondo no ha recibido notificación oficial de su expulsión del PSOE. Fallan las formas y se advierte incapacidad de digerir la crítica interna

Nótese que hablo de "sombras", "sueños" y "presunciones" respecto a una hipotética ley de amnistía aplicable a los líderes del "proces". La ley no existe ni se tiene noticia de borrador alguno. Pero se le endosa a Sánchez en un masivo proceso de intenciones alimentado por su entorno, a riesgo de llevarse por delante el andamiaje del Estado, la imagen del PSOE, la salud del sistema democrático y hasta la propia figura del Rey.

En ese conjeturable clima del "por si acaso" que agita el tablero desde el 23 de julio, las alarmas han sido verbalizadas por personas tan señaladas en la vida pasada y presente del PSOE como los históricos dirigentes Felipe González, Alfonso Guerra o Joaquín Almunia, o barones como Emiliano García Page y Javier Lamban. Pero solo al exlíder de los socialistas vascos, hijo del carismático dirigente político-sindical del PSOE, se le ha aplicado una medida tan drástica como la expulsión del partido.

Al parecer, "por su reiterado menosprecio a las siglas del partido", aunque al menos hasta la tarde de ayer, el interesado no había recibido ninguna notificación oficial al respecto. Ni en Madrid, ni en su residencia de Baracaldo, ni en la sede central del PSE en Bilbao. Me dice que lo ha verificado expresamente.

Foto: Nicolás Redondo Terreros, en su despacho de Madrid, posa para la entrevista con El Confidencial. (Olmo Calvo)

Aparte del síntoma de debilidad que traslada un partido incapaz de digerir la crítica interna, se advierte un serio problema de formas. Se supone que es la continuación del expediente que se le abrió en su día por supuesto apoyo a la candidatura electoral de Ayuso (PP) en las elecciones madrileñas de 2021. De aquello fue "absuelto" cuando demostró la falsedad de la imputación. Pero importa el fondo: la indisimulada línea crítica de Redondo con la línea impuesta por el vigente líder del partido y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.

Redondo escribió a principios de septiembre sobre lo que pasaría si se concediese esa amnistía a los golpistas del 1 de octubre de 2017. Que el PSOE quedaría como el responsable de abolir el periodo político más brillante de nuestra historia.

"Seguiría llamándose PSOE, pero ya no sería el partido de los años finales del siglo pasado", sostenía Redondo, pues la eventual tramitación de la ley de amnistía como la reclamada por los independentistas "convertiría en irreconocible al partido en el que al me afilié hace más de cuarenta años".

Foto: El expresidente del Gobierno Felipe González recibe el Premio Iberoamericano Torre del Oro de manos del presidente de la Junta, Juanma Moreno. (EFE/Raúl Caro)

Nico Redondo no recurrirá la expulsión, pero piensa volver a su partido de toda la vida "cuando haya oportunidad". No ahora porque "si no quieren que estés, ¿para qué voy a querer estar?". De momento se propone pedir una prórroga a la editorial en la entrega de su libro sobre la historia del PSOE.

En realidad, es la historia de su abuelo, su padre y él mismo, con educativo detenimiento en el abuelo condenado a muerte en 1936, el destierro de su padre y Ramón Rubial en Las Hurdes en 1962, la refundación del PSOE en octubre de 1974 (con permiso de Ignacio Varela y su canónico libro sobre Suresnes), y el pacto del Kursaal (abril 2001), que unió a socialistas y populares por la libertad y contra ETA.

No han de faltar las sombras que se ciernen sobre el futuro inmediato del PSOE, así como la onda expansiva de su propia estigmatización dentro del partido.

De la larga conversación del columnista con Nicolás Redondo Terreros, que acababa de enterarse por los medios de su expulsión del PSOE, me quedo con dos cosas. Una: "Rubial y mi padre estaban orgullosos del 78". Y dos: "No tengo la menor intención de confrontar con Sánchez".

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