Es noticia
Paz de Doñana y sucesión de Feijóo
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

Paz de Doñana y sucesión de Feijóo

En el imaginario de muchos analistas ya ha comenzado la batalla sucesoria en el PP. Jabalíes, con Ayuso. Linces, con Bonilla

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), y los presidentes de Andalucía, Juanma Moreno (c), y de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Raúl Caro)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), y los presidentes de Andalucía, Juanma Moreno (c), y de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Raúl Caro)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

La paz de Doñana, en cuya escenificación estuvo ausente el líder nacional del PP, pone en órbita la marca Bonilla si me tomo en serio lo escuchado en distancia corta a cierto líder regional del partido. Sugiere un runrún de posicionamientos para lo que vendrá después de un Feijóo llamado a agotarse en el plan de acoso y derribo del sanchismo. El perfil duro de Miguel Tellado como nueva cara del PP en el Congreso no anticipa giros de guion en ese sentido. Es quien auguró el futuro político de Sánchez en el maletero de un coche. La cuenta justa para hacer más visible la alternativa del dialogante Moreno Bonilla.

Va a ser inevitable relacionar esa premonición con una chocante coincidencia. Me refiero a la paz de Doñana (Junta de Andalucía y Gobierno central) y los más recientes cabezazos antisanchistas de Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. A saber: su ninguneo en la inauguración del AVE Madrid-Asturias y el agua que le roba —dice— el Plan Hidrológico del Tajo. “Sánchez quiere rendir por sed a los madrileños”, según ella. Al mismo tiempo, la ministra Ribera compartía con Bonilla sonrisas televisadas en prime time y desmentía a Ayuso: “El abastecimiento de agua a Madrid está garantizado”.

En la Puerta del Sol dicen que la coincidencia es casual. Con sus habituales disonancias en su persistente empeño diferenciador, la propia presidenta madrileña activa la tentación de maliciarse un propósito de “contraprogramación”. Se trata de dos sucesos políticos gestionados por los dos barones regionales de mayor facturación electoral (sendas mayorías absolutas en Andalucía y Madrid). Por cierto, que Feijóo siempre se libró de insinuar distingos al dejar hacer a sus virreyes.

En el imaginario de muchos analistas ya ha comenzado la batalla sucesoria en el PP. Los jabalíes, con Ayuso. Los linces, con Bonilla. Unos con la bronca. Otros con el acuerdo, “si así lo exigen los intereses generales”, como se ha hartado de predicar el presidente andaluz en estas últimas horas al abrigo de su bien trabajado acuerdo con la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que garantiza el equilibrio ecológico del parque de Doñana sin perjudicar a los agricultores de la zona.

El acuerdo es un ejemplo a seguir si hay voluntad de frenar los devastadores efectos de la polarización y el levantamiento de 'muros'

Así se cierra el conflicto que enfrentó durante casi dos años a la Junta gobernada por el PP con el Gobierno progresista de Pedro Sánchez. Fue a raíz de una proposición de ley autonómica apadrinada por el eje derechista PP-Vox que era claramente incompatible con la supervivencia de los humedales, sometidos a una intolerable explotación furtiva.

Más allá de potenciales pleitos sucesorios en el PP, el acuerdo de Moreno Bonilla con la ministra Ribera, bendecido por la Unión Europea, es un ejemplo a seguir si hay voluntad de frenar los devastadores efectos de la polarización y el levantamiento de muros. El aireado radicalismo ecológico de la ministra no ha sido obstáculo para acordar con un adversario político el modo de concertar tres administraciones (Gobierno, Junta y Diputación de Huelva) para reducir los cultivos de regadío y relanzar la economía de la zona.

Foto: La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el presidente andaluz, Juanma Moreno, este lunes, en las Marismas del Rocío, en el Parque Nacional de Doñana. (EFE/Raúl Caro)

Se quiso garantizar la conservación del parque sin perjudicar a los regantes. Y se pudo, porque la común voluntad de diálogo desplazó a las ganas de bronca. Esperemos que cunda el ejemplo.

La paz de Doñana, en cuya escenificación estuvo ausente el líder nacional del PP, pone en órbita la marca Bonilla si me tomo en serio lo escuchado en distancia corta a cierto líder regional del partido. Sugiere un runrún de posicionamientos para lo que vendrá después de un Feijóo llamado a agotarse en el plan de acoso y derribo del sanchismo. El perfil duro de Miguel Tellado como nueva cara del PP en el Congreso no anticipa giros de guion en ese sentido. Es quien auguró el futuro político de Sánchez en el maletero de un coche. La cuenta justa para hacer más visible la alternativa del dialogante Moreno Bonilla.

Alberto Núñez Feijóo Isabel Díaz Ayuso Juanma Moreno
El redactor recomienda