Es noticia
El tren de la bruja y los escobazos de Sánchez
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

El tren de la bruja y los escobazos de Sánchez

El debate del martes sobre la toma en consideración de la ley de amnistía, la sesión de control al Gobierno del miércoles y la intervención de Sánchez el jueves en el Parlamento Europeo acreditaron que vienen tiempos recios

Foto: Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Reuters/Johanna Geron)
Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Reuters/Johanna Geron)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Todas las broncas tienen y tendrán el mismo origen hasta que volvamos a ver la luz al final del túnel. Tiempo de escobazos, como en el tren de la bruja, por cuenta de los pactos no dictados por los valores sino por los apremios.

Lo de Pamplona, el bullying a los jueces y el venidero vis a vis televisado de Puigdemont con el presidente del Gobierno son los últimos escobazos. Efectos de la doble perversión que envenena la marcha de la política nacional: poner el Boletín Oficial del Estado al servicio de los enemigos del Estado y el futuro de España en manos de quienes no quieren ser españoles.

Son los dos grandes vicios ocultos en la obra "progresista" de Sánchez. Matan su credibilidad cuando él y sus subalternos, en vez de asumir el canje por su continuidad en Moncloa, defienden lo indefendible con sofismas, frases enlatadas y esa "chatarra argumental" (copyright Alsina) que insulta la inteligencia de los españoles.

A saber:

  1. Por la convivencia. Pero nunca estuvo tan irritada la opinión pública ni tan dividida la clase política como lo están ahora. Sobre todo, en torno a la amnistía a los golpistas de 2014 y 2017 en Cataluña, que será el epicentro de toda la actividad sísmica de la política nacional en el tiempo que dure la legislatura recién estrenada.
  2. Por frenar a la ultraderecha. Sánchez lleva cosido a la boca este argumento. Hasta el punto de mostrarse en el templo de la democracia europea como el capitán Trueno contra las "derechas enardecidas" y el "universo posfascista" (expresión utilizada en el diario más afín a la causa).
  3. Por integrar en el orden constitucional a los subversivos compañeros de viaje del PSOE. Especialmente a los independentistas catalanes. Pero estos se hartan de proclamar que lo de la convivencia o lo de la gobernabilidad de España les trae sin cuidado y que la amnistía solo es un peldaño más en el camino hacia la Cataluña grande y libre.
  4. Finalmente, un fijo en la argumentación enlatada para rebatir a los objetores es la incuestionable "legitimidad" del Congreso, como órgano de la soberanía nacional, para disponer una medida de gracia. Y la de los mencionados compañeros de viaje para hacerla posible. Pero nunca aluden a la legitimidad del Senado, que se opone a la amnistía porque allí la oposición reina legítimamente con mayoría absoluta.
Foto: Cristina Ibarrola. (EFE/Iñaki Porto)

El debate del martes sobre la toma en consideración de la ley de amnistía, la sesión de control al Gobierno del miércoles y la intervención de Sánchez el jueves en el Parlamento Europeo acreditaron que vienen tiempos recios, muy recios, por cuenta de la patológica complicidad del PSOE con fuerzas políticas sindicadas para atornillar a Sánchez en la Moncloa.

Alguien ha dicho que lo peor todavía está por llegar. Lo creo, porque el despropósito ya se ha normalizado ¿Cómo no dar por bueno que el próximo desalojo de la alcaldesa de Pamplona (UPN) viene por su desidia en temas como la recogida de basuras o el carril bici si ya parece normal que un ministro hable de Cataluña y España como si fueran dos naciones diferentes o que el propio Sánchez ponga la gobernabilidad de España en manos de un prófugo de la justicia cuyo partido es quinta fuerza en una determinada comunidad autónoma?

Atentos a los escobazos, porque en el tren de la bruja marcha en la oscuridad, y Sánchez pacta furtivamente con quienes de otro modo ya le habrían quitado la escoba.

Todas las broncas tienen y tendrán el mismo origen hasta que volvamos a ver la luz al final del túnel. Tiempo de escobazos, como en el tren de la bruja, por cuenta de los pactos no dictados por los valores sino por los apremios.

Pedro Sánchez PSOE
El redactor recomienda