Al Grano
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Marca España en los Juegos Olímpicos de París
Policías y guardias civiles españoles forman el mayor contingente de los 40 países del operativo multinacional encargado de la seguridad en las ciudades francesas
No hay caireles ni altavoces mediáticos para la tarea de garantizar la seguridad de los Juegos Olímpicos. Pero este acontecimiento internacional con sello español en la Francia republicana es el más relevante, a mi juicio, desde que Rey Felipe VI, con su discurso de exaltación de los valores europeos —"Sin Francia no hay Europa", dijo— levantó de los asientos a los diputados de la Asamblea Nacional el 3 de junio de 2015.
Por tanto, déjenme dedicar un turno de orgulloso reconocimiento a la participación de hombres y mujeres de la Policía Nacional y la Guardia Civil en el dispositivo multinacional creado para conseguir que la Olimpiada de París, que comienza dentro de una semana, transcurra sin sobresaltos. Aunque solo sea por higiénica evasión de la reyerta política y la fabricación de fango a uno y otro lado de la barricada.
Con una excelente capacidad comunicativa, el comisario de Planificación Estratégica y Coordinación de la Policía Nacional, Eduardo Gutiérrez, viene explicando a los medios informativos el mayor despliegue policial español de la historia fuera de nuestras fronteras. Pero su esfuerzo no resiste la competencia en asuntos tan excitantes como Begoña puertas adentro y Biden puertas afuera. Qué le vamos a hacer.
La expedición reúne a unos 175 policías nacionales, 140 guardias civiles y algunos militares, muchos de ellos con conocimientos de idiomas y curtidos en distintas especialidades en materia de terrorismo y seguridad ciudadana, como detección de explosivos, tráfico, información, fronteras, control de masas, intervención rápida, traslados… Trabajarán al mando de las autoridades francesas, con diez avispados "agentes" de una patrulla canina, caballos, vehículos, drones, anti-drones, etc.
Hace 40 años Francia no permitía a los policías españoles pasar la frontera con armas. Hoy somos sus mejores aliados en seguridad
Hace apenas cuarenta años el Gobierno francés no permitía a los policías españoles pasar la frontera llevando armas. Hoy somos sus aliados preferidos por el nivel de competencia y mutua confianza en materia de seguridad ciudadana y lucha contra el terrorismo. Perdonen ustedes si me atrevo a creer que hay razones para celebrarlo.
Después de unas semanas de conversaciones entre mandos policiales de ambos países, sin que la situación de inestabilidad política de los mismos haya influido ni poco ni mucho en la planificación del trabajo, los nuestros ya están listos para el despliegue inmediato en París y otras ciudades francesas en el más alto grado de alerta terrorista.
Todo eso es marca España viva, como la hazaña europea de La Roja en Berlín, la de Alcaraz en Londres o el consabido mensaje de millones de turistas que pregonan por todo el mundo cómo cualquiera puede pasear a medianoche con los hombros ligeros, sin riesgo, por cualquier ciudad española. También es exportable que Policía Nacional, Guardia Civil y Fuerzas Armadas aparecen en las encuestas como instituciones más valoradas (entre el 7-8 sobre 10), mientras que el Parlamento y los partidos políticos quedan a la cola (entre el 1 y el 2 sobre 10).
Es marca España viva, como lo de La Roja en Berlín, Alcaraz en Londres o el cartel de país seguro que los turistas pregonan por el mundo
El nuestro es el mayor contingente policial de apoyo exterior al operativo montado por las autoridades francesas en un diseño logístico sin precedentes. Y ser socio prioritario de Francia en este terreno, entre los 40 países implicados, es todo un reconocimiento del prestigio internacional de España en la organización de grandes eventos.
¿Podríamos dedicarle un pensamiento, sin que nadie se ofenda, please, a lo que me parece un sano motivo de orgullo, o mejor seguimos chapoteando en las andanzas de Begoña y los planes regeneradores escritos en una servilleta de papel?
No hay caireles ni altavoces mediáticos para la tarea de garantizar la seguridad de los Juegos Olímpicos. Pero este acontecimiento internacional con sello español en la Francia republicana es el más relevante, a mi juicio, desde que Rey Felipe VI, con su discurso de exaltación de los valores europeos —"Sin Francia no hay Europa", dijo— levantó de los asientos a los diputados de la Asamblea Nacional el 3 de junio de 2015.
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