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Al Grano
Por
Europa despierta en la cumbre de París
Por cuestión de higiene política y de supervivencia, la UE debe sobreponerse a la burbuja narrativa inflada por Washington y los crecidos líderes ultraderechistas, de cercanías
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Con alegre desenvoltura, los faros políticos y mediáticos europeos destellearon este fin de semana sus apresurados augurios sobre un "nuevo orden mundial", pero cabe preguntarse si es verosímil un cambio de paradigma de la noche a la mañana. Pues, no, salvo improbable capitulación de la Unión Europea frente al instinto depredador del equipo recién llegado a la Casa Blanca al mando de Donald Trump como macho alfa de la manada dispuesto a imponer la ley de la selva.
Europa da señales de vida. Primero en la conferencia del fin de semana en Munich y luego en la improvisada cumbre "informal" convocada para hoy en Paris. Ya constaban señales de que pondrá pie en pared. Una, se reafirma en la solución de los dos Estados en Palestina. Dos, Ucrania entrará en la UE y en la OTAN si la demanda nace de su soberanía nacional. Y tres, "no admitimos lecciones de democracia", dice la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen.
Por cuestión de higiene política y de supervivencia, Europa debe sobreponerse a la burbuja narrativa inflada por Washington y los crecidos líderes ultraderechistas de cercanías, de Orban a Abascal, pasando por los alemanes de AfD, a punto de medirse en las urnas con dos poderosas fuerzas fundacionales (democristianos de Merz y socialdemócratas de Scholz).
Ya se está forjando la resistencia. Incluso el paso al contraataque, con la continuidad del apoyo a la causa ucraniana en su guerra con Rusia. Se verá en la cita de líderes convocados en París (Sánchez, entre ellos, según confirmaba la Moncloa ayer por la tarde), en torno a Von der Leyen. Con asistencia de Keir Starmer, primer ministro del extracomunitario Reino Unido y, por videoconferencia, de Volodimir Zelenski.
El "puto amo" de la Moncloa (Puente) ganaría en comparaciones odiosas con el "nuevo sheriff" de la Casa Blanca (Vance)
Europa es mucha Europa, con sus 500 millones de habitantes de 27 países unidos. No solo por su condición de primera potencia comercial del mundo y mayor mercado de importación para más de cien países. Es la Europa de la indolencia ante el reto de un sistema defensivo propio, de cuya percha cuelga Macron el motivo de la convocatoria (debatir sobre "seguridad continental"). Y también es la Europa orgullosa de reconocerse en la voluntad del pueblo soberano, el imperio de la ley y el respeto a los derechos humanos. La que está llamada, en fin, a responder a las bravatas de Vance, número dos de Trump, que el otro día en Múnich ninguneó a la UE tras la llegada de un nuevo "sheriff" a la Casa Blanca.
Un "puto amo", hubiera dicho Óscar Puente sin pensar en Trump. El "puto amo" del ministro sale ganando en comparaciones odiosas. A este paso, Trump puede hacer que Sánchez parezca un campeón de las libertades. No lo imagino vetando a un medio informativo por cambiar el nombre a un río, o un monte, como ha hecho Trump con la Associated Press, por no llamar golfo de América al Golfo de México de toda la vida.
España también se retrata. Solo Vox se confiesa seguidor de Trump, como "compañero de armas". El líder del PP, Núñez Feijóo, apela al realismo como coartada de su ambivalente posición: "Ni insulto a Trump ni comparto todas sus decisiones". Por su parte, Pedro Sánchez, en estado puro, mete al PP en el mismo saco que a Vox: un "caballo de Troya" para reventar la UE desde dentro (¡qué barbaridad!), después de proclamarse a sí mismo abanderado del "antitrumpismo" en España y donde haga falta.
Con alegre desenvoltura, los faros políticos y mediáticos europeos destellearon este fin de semana sus apresurados augurios sobre un "nuevo orden mundial", pero cabe preguntarse si es verosímil un cambio de paradigma de la noche a la mañana. Pues, no, salvo improbable capitulación de la Unión Europea frente al instinto depredador del equipo recién llegado a la Casa Blanca al mando de Donald Trump como macho alfa de la manada dispuesto a imponer la ley de la selva.