Es noticia
¿Por qué Sánchez dura, y dura, y dura?
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

¿Por qué Sánchez dura, y dura, y dura?

La escasa repercusión política y mediática de la manifestación del sábado en la plaza de Colón evita que crezca el "malmenorismo" (la alternativa es peor), como salvavidas de Sánchez

Foto: Sánchez sale del Hemiciclo. (Europa Press)
Sánchez sale del Hemiciclo. (Europa Press)
EC EXCLUSIVO

La plaza de Colón ya no es lo que era como ágora para la conciliación de la derecha española. Feijóo (PP) y Abascal (Vox) no quisieron saber nada porque las fotos las carga el diablo. La concentración del sábado, en chocante desproporción de manifestantes respecto al número de asociaciones convocantes, pasó sin pena ni gloria tras una semana borrascosa para el Gobierno. No hubo tal. Sigue hablando de urnas en 2027 y el ministro López se permite calificarla de "manifestación del pasado" (miles de personas), mientras califica de "manifestación del futuro" la convocada por organizaciones europeístas (cientos de personas) en la plaza de Callao "por Europa" y "contra la ola ultra"

Me centro en la primera porque toca la fibra sensible de la política nacional: estado de salud de la ecuación llamada a garantizar la flotabilidad de Sánchez a riesgo de un eventual colapso de la legislatura. La ecuación se reprodujo el jueves (convalidación del decreto anti arancelario) cuando aquel parecía más acorralado. Y ahora los finos analistas desempolvan el "Deus ex machina", que era el recurso del teatro clásico griego para salir de una situación teóricamente irresoluble o punto muerto de la trama. Como un solución caída del cielo (así se escenifica) para restaurar el orden democrático en la España de Sánchez cuando las vías ordinarias (dimisión, elecciones anticipadas, moción de censura, cuestión de confianza) se revelan inservibles.

Está de moda el viejo mantra de que no hay mal que por bien no venga. Lo rentabilizó Sánchez con el apagón. Y Feijoo puede rentabilizar por defecto el pobre eco mediático y político del grito por la dimisión de Sánchez y la convocatoria de elecciones. Su escasa repercusión evita que crezca el "malmenorismo" (cuando se entiende que la alternativa es peor). Es el salvavidas del presidente: seguir votando PSOE "con la nariz tapada", en versión de la profesora Martínez Bascuñán.

Véanse algunos brochazos de las reseñas de oficio sobre una manifestación de banderas nacionales alternando con banderas franquistas: "Pedro Sánchez, hijo de puta", "Por siete votos tienes el culo roto", "Espala está hasta los cojones de ti" y un slogan habitual en los mantras independentistas (¿quién lo iba a decir?) , como "Prensa española, manipuladora", mientras Marcos de Quinto (ex de Ciudadanos) describía al Gobierno como "una panda de golfos mal comidos que llegaron al poder para robar a manos llenas".

Foto: Manifestación en Colón. (Europa Press/Jesús Hellín)

Este era el nivel. Solo equiparable a los relatos de la Moncloa sobre el presunto voto de obediencia de Feijóo a los poderosos y su amistad con los "ultrarricos". Pero son "días de confusión que reclaman verdad", dijo Felipe VI en la entrega del premio Cervantes a Álvaro Pombo:

¿Cómo puede ser que el mismo Gobierno que denunciaba el genocidio de Gaza contrate suministros militares con Israel? Nunca hubiera imaginado que el viejo principio de la conversión de la necesidad en virtud iba a cursar como cursó en el evangélico milagro de Jesús de Nazaret al transformar el agua en vino cuando asistía de invitado a una boda.

Foto: Pedro Sánchez, en el Congreso. (EP) Opinión

Jamás hubiéramos creído que un Gobierno incumplidor de sus deberes constitucionales (se niega a presentar los PGE, aunque se lo reclame el Parlamento) acorralado por la Justicia y mendicante en el Parlamento se permitiría alzar la bandera de la regeneración democrática.

Y, en fin, uno se pregunta también por lo que puede estar pasando en un caso judicial (Begoña Gómez) donde el juez se siente obligado a recordar al fiscal que su deber es perseguir delitos y no defender a presuntos delincuentes.

La plaza de Colón ya no es lo que era como ágora para la conciliación de la derecha española. Feijóo (PP) y Abascal (Vox) no quisieron saber nada porque las fotos las carga el diablo. La concentración del sábado, en chocante desproporción de manifestantes respecto al número de asociaciones convocantes, pasó sin pena ni gloria tras una semana borrascosa para el Gobierno. No hubo tal. Sigue hablando de urnas en 2027 y el ministro López se permite calificarla de "manifestación del pasado" (miles de personas), mientras califica de "manifestación del futuro" la convocada por organizaciones europeístas (cientos de personas) en la plaza de Callao "por Europa" y "contra la ola ultra"

Israel Ciudadanos PSOE
El redactor recomienda