Ábalos y Koldo, abanderados del sanchismo y la desvergüenza, pasan por el Supremo para hablar del dinero inconfesable en gastos personales, incluido el sexo recreativo
Fotografía de archivo del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (d), y el exsecretario de Organización de la formación José Luis Ábalos en 2019. (EFE)
Sánchez se ha tragado el disco rayado del agotamiento de la legislatura sin mencionar su agenda judicial. Como si esa variable fuera irrelevante en su plan de resistencia. Digan lo que digan sus socorristas y pesen lo que pesen las acusaciones que afectan a su familia y al corazón del sanchismo. De lo segundo tenemos dosis de recuerdo: José Luis Ábalos (hoy) y Koldo García (mañana) están citados en el Tribunal Supremo para explicar el origen de dineros inconfesables para sus gastos personales, incluido el sexo recreativo de quien fuera un poderoso abanderado del sanchismo político y de la desvergüenza moral.
Ya no tan poderoso como para eludir las consecuencias del filibusterismo judicial atajado por el juez Puente en un auto que mantiene la cita con el mismo abogado u otro "en condiciones de asumir la defensa" ya mismo, so pena de cometer "fraude de ley" (artículo 6.4 del Código Civil)
La "incidencia sorpresiva" consistía en despedir a su abogado a última hora con la intención de conseguir un aplazamiento de la cita. Ábalos ha tratado de ganar tiempo sin reparar en que la maniobra alimenta las sospechas de las acusaciones y del propio juez respecto a un eventual intento de destruir pruebas o fugarse del país. Dos causas por las que hoy podría encontrarse con un auto de prisión preventiva.
No nos quedemos en los incidentes de recorrido. El asunto es de largo alcance. Un desalentador cruce de legalidad y moralidad si recordamos que Sánchez llegó al poder por la corrupción del adversario y ahora puede caer por la corrupción propia. Pero abochorna la pobreza argumental de la Moncloa para achicar la inundación a los pies de un líder incapaz de responder a la sencilla pregunta de "¿Lo sabía usted?". Tal vez tengamos cumplida respuesta en las deposiciones de Ábalos, Koldo y las todavía pendientes de Santos Cerdán, que lleva más de cien días de prisión preventiva en Soto del Real (Madrid).
"¿Lo sabía usted?" Abochorna el discurso oficial para achicar la inundación que alcanza a un Sánchez incapaz de responder
En su reaparición mediática (cadena SER), el presidente del Gobierno quitó importancia al culebrón que lleva al sanchismo fundacional camino del banquillo por pertenencia a organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y malversación de dinero público. Sin embargo, Sánchez habla de la circulación del dinero en efectivo, como práctica habitual en empresas e instituciones: "Yo mismo seguro que los he recibido en alguna ocasión para cubrir gastos por adelantado".
Se ha metido en un lío porque el problema no es funcionar con dinero en efectivo sino su falta de soporte documental. Además, sobre la información aportada por la Guardia Civil planea la sombra negra de la financiación ilegal del PSOE y la sugerencia de una caja B. Lo que siempre se llamó "dinero negro", no sometido al control de los organismos oficiales, precisamente por falta de documentación en su tarea fiscalizadora. Si el destino del dinero era en negro, la procedencia tenía que ser negra, salvo que en Ferraz hubiera una fábrica clandestina de moneda.
El mal desborda al PSOE, a Sánchez y, por supuesto, al PP y su largo historial de escándalos. Es el endémico pecado de la inmoralidad en la vida pública y la falta de voluntad política para acabar con ella. Nos lleva al "desbarajuste administrativo" y el "pandillaje político" de Lucas Mallada (' Los males de la Patria', 1890), porque en torno a los personajes de Ábalos y Cerdán, y un recadero venido a más se formó una tribu de compadres compinchada para desviar el curso del dinero público hacia sus bolsillos particulares. Cosa de "troncos" hablando de chistorras, soles y lechugas, amiguetes empotrados en las esferas del poder por el día y disfrutones por la noche ("Siempre me llamas cuando estoy con tías"), mientras salían en la foto del feminismo y la superioridad moral de la izquierda. ¡Qué asco!
Sánchez se ha tragado el disco rayado del agotamiento de la legislatura sin mencionar su agenda judicial. Como si esa variable fuera irrelevante en su plan de resistencia. Digan lo que digan sus socorristas y pesen lo que pesen las acusaciones que afectan a su familia y al corazón del sanchismo. De lo segundo tenemos dosis de recuerdo: José Luis Ábalos (hoy) y Koldo García (mañana) están citados en el Tribunal Supremo para explicar el origen de dineros inconfesables para sus gastos personales, incluido el sexo recreativo de quien fuera un poderoso abanderado del sanchismo político y de la desvergüenza moral.