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Espadas cree haber entendido el mensaje

El líder de los socialistas andaluces, ante la irrelevancia absoluta de su oposición, da un giro a su estrategia de comunicación para romper con fallidas dinámicas internas

Foto: Juan Espadas. (EFE/Jorge Zapata)
Juan Espadas. (EFE/Jorge Zapata)
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Hay mensajes sombríos que desvelan en plena madrugada y ya niegan el sueño. Hay mensajes, felices e inesperados, que alegran el día y hasta puede que la vida. Según algunos estudios, recibimos un impacto comunicativo/publicitario cada diez segundos y consumimos unos treinta gigabytes de información diariamente. En esta era de la infoxicación, con tanta sobredosis de estímulos permanente a nuestro alrededor, resulta más que nunca fundamental descifrar los mensajes oportunos de manera adecuada. Es necesario pasar la actualidad por el tamiz de la reflexión para que lo urgente se quede en la rejilla y lo importante supere la criba.

En junio de 1993, después de perder la mayoría absoluta pero ganar de nuevo las elecciones, aunque las encuestas le llegaron a situar doce puntos por debajo de José María Aznar, Felipe González pronunció en un salón del Hotel Palace una frase que pedía mármol. “He entendido el mensaje: los ciudadanos quieren el cambio del cambio”. El tiempo se encargó de demostrar que, o no lo había entendido todo lo bien que pensaba, o el cambio que querían de verdad los ciudadanos era imparable y solo tuvo que esperar tres años más.

Foto: Juan Espadas, en el Parlamento andaluz durante un pleno. (EFE/José Manuel Vidal)

Tres décadas después, su paisano Juan Espadas no lo ha verbalizado tan solemnemente, pero también cree haber captado lo que quieren de él. En junio sufrió un durísimo varapalo electoral, los sondeos vaticinan otro similar en las municipales de mayo, todas las vías para hacer oposición parecen cortadas ante el plácido Gobierno de Juanma Moreno y las voces críticas dentro del PSOE andaluz, que siempre han existido desde su nombramiento, ahora ya se atreven a hacerse públicas.

Ante ello, el líder de los socialistas andaluces ha decidido dar un giro, para poner en práctica las enseñanzas de la célebre frase atribuida a Albert Einstein: “Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Repetir unas claves idénticas le sirvió al PSOE para gobernar durante casi cuatro décadas. Desde el cambio de color en San Telmo, hacerlo le está llevando hasta la irrelevancia más absoluta.

Foto: Juan Espadas, en la tribuna del Parlamento andaluz. (EFE/Julio Muñoz) Opinión
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Espadas ha asumido que es la hora de cambiar el paso y ha decidido dejar su estrategia de comunicación en unas nuevas manos, en alguien que aporte su experiencia, pero sobre todo su visión externa. Alguien que haga posible agitar el tablero y transmita una opinión más de profesional independiente, para poder romper con dinámicas internas que no están dando buenos resultados.

Porque por el momento Espadas no ha conseguido ni de lejos construir una imagen de alternativa seria para gobernar Andalucía. Es más, es que ni siquiera los intentos de hacer oposición están calando en la opinión pública y Juamma Moreno pasa los días con la enorme tranquilidad que le concede su mayoría absoluta. No es que lo haga todo bien, ni mucho menos, pero el PSOE no está logrando obtener rédito de sus errores o aquellos asuntos proclives a ser polémicos.

Foto: Juan Espadas, candidato socialista al 19J. (EFE/Pepe Torres)

El incendio generado por la orden de la Consejería de Salud que preparaba la concertación de la atención primaria con clínicas privadas se va apagando poco a poco, aunque quedan rescoldos. Por más que los socialistas han intentado insuflar aire a la polémica por todos los medios, ésta se va desinflando. La rapidez de la maniobra del presidente de la Junta al dar marcha atrás y la incapacidad de sus adversarios de hacer sangre en un tema en el que los medios de comunicación han ido muy por delante de la oposición ha minimizado el daño que podría haber sufrido.

También ha ocurrido con la firma del Pacto Social y Económico, un acuerdo que no sólo transmite la imagen de un Gobierno comprometido con ayudar a quienes más lo necesitan, al destinar casi 9.000 millones de euros en medidas de apoyo a familias, jóvenes, pymes y autónomos, sino que concede a Juanma Moreno el aval de hacerse una foto llena de cordialidad con la patronal de los empresarios andaluces y los sindicatos en el mismo plano.

Foto: Los candidatos a la presidencia de la junta de Andalucía. (EFE/Julio Muñoz)

Como Espadas no puede criticar las medidas sociales, dice que llegan tarde. Como no puede censurar lo que el PSOE denominaba concertación social, afirma que el PP le restaba valor antes. El verdadero problema no es que “Juanma Moreno empieza a dar por bueno justo aquello que criticó tantos años desde la oposición”, como se queja Espadas, sino que está aplicando con criterio y acierto, y nula oposición, el mismo manual que llevó a los socialistas a gobernar durante tantos años. Ocupar el centro, convirtiéndolo en un amplísimo terreno que deja solo un estrecho margen a ambos extremos.

Un buen amigo, tan lúcido como ácido, siempre sostenía que en Andalucía lo conservador era votar al PSOE, porque era quien conseguía que todo siguiera igual. Y ese mismo papel lo está desempeñando ahora el PP, a quien le costó años y años dar con la tecla de una oposición efectiva, algo logrado quizás a base más de errores ajenos que de aciertos propios. Ese secreto es el que pretende encontrar ahora Espadas con el cambio de rumbo en su estrategia de comunicación. Margen de mejora tiene todo el del mundo. Tiempo puede que no tanto.

Hay mensajes sombríos que desvelan en plena madrugada y ya niegan el sueño. Hay mensajes, felices e inesperados, que alegran el día y hasta puede que la vida. Según algunos estudios, recibimos un impacto comunicativo/publicitario cada diez segundos y consumimos unos treinta gigabytes de información diariamente. En esta era de la infoxicación, con tanta sobredosis de estímulos permanente a nuestro alrededor, resulta más que nunca fundamental descifrar los mensajes oportunos de manera adecuada. Es necesario pasar la actualidad por el tamiz de la reflexión para que lo urgente se quede en la rejilla y lo importante supere la criba.

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