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Barones y afines a Sánchez se arman para la batalla: abstención patriótica o fórmula Iceta
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Nacho Cardero

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Barones y afines a Sánchez se arman para la batalla: abstención patriótica o fórmula Iceta

La tensión entre los dos bandos va en aumento y todo apunta a que alcanzará su cénit en el comité federal que tendría lugar tras la fallida investidura de Rajoy

Foto: El líder del PSOE, Pedro Sánchez, junto al secretario del PSC, Miquel Iceta, durante un encuentro con socialistas catalanes. (EFE)
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, junto al secretario del PSC, Miquel Iceta, durante un encuentro con socialistas catalanes. (EFE)

El PSOE está roto en dos mitades y no hay pegamento emocional capaz de unir los trozos. No se trata de los barones críticos frente a los fieles a Pedro Sánchez, tampoco de aquéllos más proclives a facilitar la investidura de Rajoy con una ‘abstención patriótica’ frente a los que proponen una fórmula alternativa (o ‘gobierno Frankenstein’) de la mano de Podemos. Lo que realmente distingue a los dos bandos en liza, aseguran, es que uno tiene responsabilidades de gobierno frente al otro, que está en la oposición.

Como apuntan desde una las comunidades críticas: “Los que gobernamos tenemos a cargo la vida de muchas personas, con un presupuesto que elaborar y unos fondos europeos que recibir. A nosotros, el bloqueo institucional nos mata. Los que se han hecho fuertes en Ferraz, en cambio, son los que no tienen responsabilidades. A esos les importa menos. Pedro se ha rodeado de perdedores, de los Tudanca, Idoia, Iceta, que son “los del 12%”, es decir, los que no logran más del 12% de los votos en sus respectivos territorios”.

Los puentes han saltado por los aires. No se hablan. No hay empatía. Los barones critican por lo bajo al secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, al que acusan de creerse descender de la pata del caballo del Cid, mientras al mismo tiempo, en Ferraz, hacen incursiones en las federaciones críticas para erosionar los liderazgos regionales.

La tensión entre los dos bandos va en aumento y todo apunta a que alcanzará su cénit en el comité federal que tendría lugar tras la fallida investidura de Rajoy. Un comité que todavía no ha sido convocado pero que unos y otros reconocen que es necesario “ya que los términos han cambiado”. Ya no se trata tanto de si Rajoy debe ser o no presidente del gobierno como de decidir si se quieren unas terceras elecciones que pueden ser letales para el PSOE.

“Pedro se ha rodeado de perdedores, de los Tudanca, Idoia, Iceta, que son “los del 12%”, lo que no sacan más que esos votos en sus respectivos territorios”

En este 'raca-raca' interno que persigue al partido desde hace un año, los barones críticos sondearon la posibilidad de promover un comité federal antes del debate de investidura que comenzará este martes. El plan consistía en una cadena de declaraciones públicas individuales, pero coordinadas, insistiendo en una reunión para decidir qué hacer esta semana en el Congreso, ya que en el anterior cónclave se había hablado mucho pero no se había firmado nada. Luego de mucho marear la perdiz, una vez más, los barones no se pusieron de acuerdo y desecharon la idea: “No se habría entendido. Es verdad que en el anterior comité no se firmó nada, pero ya dijimos todo lo que teníamos que decir”.

Así que el PSOE llega al debate de investidura encastillado en el “no es no”. Se pronunciarán en contra en la primera votación y, después de 48 horas que resultarán de una intensidad asfixiante, con presiones mediáticas, una catarata de declaraciones y una sensación de vértigo con la que se intentará trasladar la idea de que este país no aguanta más sin gobierno, después de toda esta escenografía, los socialistas volverán a votar en contra de Mariano Rajoy.

Será entonces cuando comience la batalla final en el PSOE. ¿El escenario? Un nuevo comité federal en el que se pondrán sobre la mesa tres únicas opciones posibles: facilitar un gobierno del PP en una segunda ronda de investidura (en caso de que Rajoy se decida a repetir) a cambio de una lista de exigencias; probar con la ‘fórmula Iceta’ y que Pedro Sánchez lo intente con Podemos y los independentistas, o ir a terceras elecciones. A priori, ninguna de las tres posibilidades parece buena para los intereses del PSOE.

Aunque los barones alertan de que la 'propuesta Iceta' de intentar un ‘gobierno de cambio’ podría abrir en canal a un PSOE ya de por sí gemebundo, la idea dista mucho de haber sido desterrada del magín de los próximos a Sánchez. “Si no sale la investidura, habrá que negociar. Nos tendremos que sentar todos con todos. Y todos son todos. Lo que no puede haber son terceras elecciones. Sería una impugnación a la clase política en su conjunto”, arguyen desde la federación catalana. “Las apelaciones a la ‘abstención patriótica’ del PSOE que tanto se escuchan fuera y dentro resultan hasta cómicas. ¡Como si el patriotismo fuera unidireccional y sólo afectara a los socialistas! ¡Qué pasa con el PP! Habrá que intentar otras vías. Lo que sucede, y esto hay que reconocerlo, es que no estamos sabiendo explicar ni defender estos argumentos”.

La mera idea de volver a sentarse en la misma mesa con la formación que lidera Pablo Iglesias hace que a algunos les salgan sarpullidos. Los críticos a la cúpula del PSOE, con Susana Díaz a la cabeza, lo descartan por completo: “Acabaría definitivamente con nosotros. Nos estamos ‘podemizando’ para resolver nuestros problemas internos. Grave error”. Con todo y con eso, no pueden por menos que reconocer que miembros de la dirección del partido, así como las redes sociales, continúan insistiendo machaconamente en la posibilidad de un ‘gobierno Frankenstein’: “Twitter también está con Pedro. Te metes con él y se te echan al cuello. Lo han montado bien desde Ferraz”.

Lo que propondrán los barones en ese nuevo comité federal será abstenerse en una segunda hipotética ronda de investidura a cambio de una lista de exigencias. Dichas exigencias no son otras que las que ya se enumeraron tras conocerse los resultados electorales del 26-J, tales que la derogación de la Ley mordaza o la reforma de la ley laboral y de la educativa. Algunos podrían ir incluso más allá y reclamar al PP un candidato alternativo a Rajoy para sacar la investidura, tal y como han ido dejando caer en las últimas semanas algunos artículos periodísticos.

PSC: “Las apelaciones a la ‘abstención patriótica’ resultan cómicas. ¡Como si el patriotismo fuera unidireccional y sólo afectara a los socialistas!”

Los barones no quieren unas terceras elecciones. Los barones lo único que quieren es que se desbloquee la situación para que el dinero fluya por las arcas regionales. Otra cosa diferente, sin embargo, es lo que le esté rondando por la cabeza a Pedro Sánchez. Según los que departen con él, el líder socialista considera que no le iría mal en unos terceros comicios que apuntalarían el bipartidismo y ahondarían en la grave crisis de su rival Podemos.

Ignora, sin embargo, el factor ‘abstención’ y lo monolítico del bloque de centro derecha, donde ninguno de los líderes está siendo cuestionado internamente, frente al caos y la situación agónica del bloque de centro-izquierda. “Pedro Sánchez será el candidato de las terceras elecciones y no pasará nada. Nos iremos de 85 a 78 y diremos que ha sido un éxito. La dirección del partido no asume ninguna responsabilidad. Todo es herencia del pasado”.

En una intervención el pasado mes de julio en el curso ‘Prensa y Poder’, el profesor socialista y líder de la oposición en la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, se refirió al futuro de España y a la necesidad crear espacios comunes: “Creo en el consenso, en el diálogo, la escucha. El acuerdo no es sólo una aproximación a algo. El acuerdo es generación, creación. Es una España que hay construir. El acuerdo no es sólo un gesto de aproximación sino que permite crear y generar una realidad no existente. Algunos dicen: ¿cómo nos vamos a poner a trabajar en eso si no hay acuerdo? Claro. Hay que construirlo”. La ponencia la dio en la Ciudad de la Educación de San Gabriel, en Aranda de Duero, donde está inscrita la frase del poeta Virgilio ‘Labor Omnia Vincit’ (“el trabajo lo puede todo”), que alguien debería esculpir también en el frontispicio de Ferraz 70.

El PSOE está roto en dos mitades y no hay pegamento emocional capaz de unir los trozos. No se trata de los barones críticos frente a los fieles a Pedro Sánchez, tampoco de aquéllos más proclives a facilitar la investidura de Rajoy con una ‘abstención patriótica’ frente a los que proponen una fórmula alternativa (o ‘gobierno Frankenstein’) de la mano de Podemos. Lo que realmente distingue a los dos bandos en liza, aseguran, es que uno tiene responsabilidades de gobierno frente al otro, que está en la oposición.

Pedro Sánchez Miquel Iceta Susana Díaz Ángel Gabilondo