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Puigdemont presiona a Torrent para que desoiga al TC y desafíe otra vez al Estado
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Nacho Cardero

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Puigdemont presiona a Torrent para que desoiga al TC y desafíe otra vez al Estado

Lejos de cejar en su empeño de ser investido 'president' una vez que el TC le ha cerrado todas las puertas, Puigdemont prosigue con su ofensiva de 'yo o la nada'

Foto: Puigdemont y el presidente del Parlament, Roger Torrent, en Bruselas. (EFE)
Puigdemont y el presidente del Parlament, Roger Torrent, en Bruselas. (EFE)

Ni auto del Tribunal Constitucional ni ofensiva del Gobierno. Lejos de cejar en su empeño de ser investido 'president' una vez que el TC le ha cerrado todas las puertas, Puigdemont prosigue con su ofensiva de ‘yo o la nada’. “Está fuera de control. Por los mensajes que nos ha hecho llegar y las primeras reacciones, se le está viendo lo suficientemente ególatra como para no ceder el paso”, señala un alto cargo de ERC.

No hay puentes tendidos con ERC. Ni siquiera con su partido, el PDeCAT. Solo escucha a los representantes del sector jacobino. Es el caso de los que este fin de semana acudieron a visitarle en Bruselas: Quim Torra, Batet, Artadi y Madí. El estado mayor del 'procés'.

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Sus fieles se han volcado en las últimas horas en presionar al presidente del Parlament, Roger Torrent, para que desoiga al Constitucional y proponga a Puigdemont de candidato sin que se dé ninguna de las premisas exigidas por el tribunal, esto es, investidura presencial, permiso del juez Llarena y prohibición expresa de delegación de voto de los diputados huidos.

Sus fieles se han volcado en presionar al presidente del Parlament, Roger Torrent, para que desoiga al Constitucional y proponga a Puigdemont

Así, el presidente del Parlament se encuentra en la disyuntiva de seguir la vía de respeto a la legalidad y proponer otro candidato o desobedecer y afrontar un nuevo choque con el Estado como los ya vividos durante los meses de septiembre y octubre de 2017.

Turull y Rull, en riesgo de volver a prisión

En caso de optar por lo segundo, Torrent no solo se expone a un horizonte judicial idéntico al de su predecesora en el cargo, Carme Forcadell, sino que pondría en una situación más que complicada a todos aquellos diputados que están siendo investigados en causas judiciales y que salieron en libertad condicional bajo la promesa de cumplir la ley y no volver a reincidir. Ponerles en la tesitura de votar en contra de lo establecido por el TC les sitúa de nuevo a las puertas de la cárcel. A día de hoy, el pleno sigue convocado para mañana martes a las 15 horas y sin más candidato que Puigdemont.

“Estamos hablando con unos y con otros para que intenten convencer al 'president', pero eso es imposible ahora”, continúan en ERC. “Torrent es de esta misma opinión. No quiere presentar a Puigdemont, pero creo que no aguantará la presión. Si siguen con la campaña de acoso de este fin de semana, seguro que no la aguantamos. Estamos como en octubre…”.

Una situación que deja en el alero el futuro judicial de 'exconsellers' como Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva, o de la misma Forcadell. Algunos de estos afectados se encontraban ayer en 'modo pánico' ante el mero hecho de plantearse tal posibilidad.

placeholder Raül Romeva, Carles Mundó, Jordi Turull y Josep Rull, a su salida de la prisión de Estremera. (EFE)
Raül Romeva, Carles Mundó, Jordi Turull y Josep Rull, a su salida de la prisión de Estremera. (EFE)

Con todo y con eso, el objetivo último de Puigdemont no es tanto ser investido 'president', pues sabe que tal nombramiento será tumbado por los tribunales, como implementar una estrategia de confrontación para bloquear las instituciones y forzar unas nuevas elecciones. Esa es la nueva hoja de ruta. Para ello, dentro de Junts per Catalunya, el expresidente dispone de una veintena de diputados que solo responden a sus órdenes.

“Hay cinco vulneraciones de derecho en el auto del TC: al principio de seguridad jurídica, la vulneración de derecho a la presunción de inocencia, a la libre circulación, derecho de los elegidos, derecho a la libertad personal… El pleno se va a celebrar”, señalan en el entorno del 'expresident'. “¿Va a ser peor que ahora? No creo. Más querellas, más leña al mono, más 155 y elecciones en dos meses… Entonces veremos qué ocurre”.

La otra posibilidad que Rull ha planteado este fin de semana, la de que Puigdemont solicite autorización del magistrado del Supremo Pablo Llarena para someterse al debate de investidura y poder ser elegido 'president', tal y como le sugiere el Constitucional, no ha sido sino otra maniobra de despiste.

No está en los planes de Llarena conceder el permiso estando el fugado en Bruselas: tendrá que venir a España y ponerse a disposición judicial

No está en los planes de Llarena conceder el permiso estando el fugado en Bruselas. Primero, añaden las fuentes, tendrá que venir a España y ponerse a disposición judicial. Y luego habrá que ver si el magistrado, que es quien mejor ha sabido leer los pasos de los independentistas en su afán por burlar la ley, le da el ‘nihil obstat’. Con Junqueras no lo hizo.

Tardà y la ‘excitación’ del 'expresident'

“Están buscando el choque. Los que queremos estabilidad proponemos un candidato limpio de cargas judiciales para una legislatura de cuatro años, pero este es un escenario que necesita tiempo. Otros, los más sofisticados, piensan en una investidura de Jordi Sànchez, por eso de encontrarse en España y porque hay precedentes”, añaden en ERC.

Pero esas no son las intenciones de Puigdemont. El 'expresident' está crecido después de su reciente viaje a Copenhague, a pesar de haber quedado en evidencia ante la opinión pública internacional. La realidad no es su realidad. Muy al contrario, declaraciones como las de Tardà este domingo en ‘La Vanguardia’, en las que por primera vez un secesionista con peso político ponía negro sobre blanco la necesidad de que Puigdemont diera un paso atrás para facilitar el Govern, 'excita' aún más al 'expresident' en su nuevo choque contra el Estado.

placeholder El diputado de ERC Joan Tardà. (EFE)
El diputado de ERC Joan Tardà. (EFE)

Que republicanos y exconvergentes quieren acabar con Puigdemont, pero no saben cómo hacerlo, parece una obviedad luego de tanto repetirlo. Que con él no pueden ir a ningún lado porque en Madrid lo consideran un ‘talibán’, el Bin Laden del independentismo, como escribía Joan Tapia en su último artículo, tampoco escapa a nadie. Que el bloque se está valiendo del Estado —véase el Gobierno, véase el Tribunal Constitucional— para que le haga el trabajo sucio y le resuelva el problema, como comentó Alfredo Pérez Rubalcaba en Onda Cero, ha quedado constatado… Que, con todo y con esto, Puigdemont va directo al choque, es así.

El problema es que mienten. Todos mienten. Dicen una cosa públicamente en Barcelona y luego su contraria 'sotto voce' en Madrid”, comenta un alto cargo del PP. “¿Cómo tender puentes en un escenario de desconfianza mutua? Todo lo malo es susceptible de empeorar y hacia allí está llevando Puigdemont a Cataluña”.

Ni auto del Tribunal Constitucional ni ofensiva del Gobierno. Lejos de cejar en su empeño de ser investido 'president' una vez que el TC le ha cerrado todas las puertas, Puigdemont prosigue con su ofensiva de ‘yo o la nada’. “Está fuera de control. Por los mensajes que nos ha hecho llegar y las primeras reacciones, se le está viendo lo suficientemente ególatra como para no ceder el paso”, señala un alto cargo de ERC.

Roger Torrent Parlamento de Cataluña