Es noticia
La recesión que viene: "Había que elegir entre más muertos o 2M de parados…"
  1. España
  2. Caza Mayor
Nacho Cardero

Caza Mayor

Por

La recesión que viene: "Había que elegir entre más muertos o 2M de parados…"

España ha tenido que dar respuesta a otro triaje: abocar el país a una recesión de una profundidad que no se recuerda o tratar de minimizar el número de bajas por el Covid-19

Foto: Un trabajador sanitario, en el hospital de campaña instalado en Ifema. (EFE)
Un trabajador sanitario, en el hospital de campaña instalado en Ifema. (EFE)

Además del dilema ético al que se tienen que enfrentar nuestros héroes sanitarios, esto es, el tener que priorizar a unos pacientes u otros dependiendo de las probabilidades de supervivencia de los mismos, España ha tenido que dar respuesta a otro triaje: abocar el país a una recesión de una profundidad que no se recuerda, y que dejará marcada a una generación, o tratar de minimizar el número de bajas por el Covid-19.

“El tema era elegir entre 50.000 muertos o dos millones de parados. Se ha elegido lo segundo, lógicamente. No había opción”, dice con la crudeza del momento uno de los economistas consultados por el Ejecutivo para el proceso de ‘reconstrucción’.

La cuestión no es baladí. Medios americanos, como ‘The New York Times’ o ‘The Wall Street Journal’, han comenzado a cuestionarse la idoneidad económica de la fórmula del confinamiento y del apagón del sector productivo. “¿Está siendo nuestra lucha contra el coronavirus peor que la enfermedad?”, se pregunta David L. Katz. ‘Le Monde’ advierte de que “el frenazo voluntario de la economía francesa no puede durar más de un mes”.

"Las contracciones del PIB durante el primer semestre serán parecidas a las que se experimentan en situación bélica", dice Arcano

Estos comentarios, al igual que los de algunos tuiteros ociosos, que quieren ver en esta crisis su particular juego de tronos, una nueva batalla entre pérfidos liberales y socialistas de manual, no tienen en cuenta, o prefieren obviar, que lo del coronavirus no va de ideologías. Ni siquiera de fórmulas matemáticas para el largo plazo. Lo del coronavirus va de salvar vidas.

La inmediatez y virulencia con que se extiende el virus obligan a medidas rápidas y contundentes. De ahí que, lejos de levantar paulatinamente las restricciones que tanta mella hacen en nuestra economía, el Gobierno las endurezca. Este domingo, sin ir más lejos, el presidente Pedro Sánchez comunicaba que el estado de alarma durará 15 días más, en un calco de lo que ocurre en Italia, que también ha ampliado la cuarentena con el cierre de la actividad productiva tras una nueva cifra récord de fallecidos.

Sánchez comunica a los presidentes autonómicos que el estado de alarma se alargará 15 días más

¿Ante qué tipo de recesión estamos?, ¿cuál es su profundidad?, ¿qué medidas hay que implementar para salir lo antes posible de la misma?

La contracción del producto interior bruto (PIB) dependerá de la duración del aislamiento. Los expertos se tientan la ropa antes de especular sobre las dimensiones de la caída, ya que no hay precedentes sobre el confinamiento parcial o total de millones personas. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que la pandemia del coronavirus puede destruir casi 25 millones de puestos de trabajo en todo el mundo.

“Las contracciones del PIB durante el primer semestre serán parecidas a las que se experimentan en situación bélica, si bien aún no disponemos de mecanismos fiscales y monetarios equivalentes a los de una conflagración”, señala Arcano en su informe ‘Impacto de la crisis del coronavirus’, fechado el 20 de marzo.

Las agencias de 'rating' S&P y Moody's mantienen la calificación de España a la espera de una fuerte recuperación a finales de año

Si en España, como vaticinan los expertos más negativos, la economía española cae en tres meses como en el verano del 36, tendríamos una contracción que podría alcanzar hasta una cuarta parte del PIB. Según calculaba el desaparecido José Ángel Sánchez Asiaín, a la vista de diversas informaciones y diferentes conceptos, “parece razonable pensar que el PIB del año 36 retrocedió como mínimo una cuarta parte sobre el de 1935”.

Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido entonces, donde la recuperación no llegó hasta entrado 1938, aquí sería mucho más rápida y enérgica. La archifamosa recuperación en ‘V’. Eso es, al menos, lo que descuentan las agencias de 'rating' S&P y Moody's, que han mantenido sin cambios la nota de la deuda del Tesoro español a pesar de la pandemia.

“El precedente de China nos indica que esta crisis tan grave será temporal (a diferencia de 2008). La situación debería comenzar a mejorar en el tercer trimestre, con el cuarto volviendo a la normalidad… Siempre y cuando se hayan implantado con celeridad las medidas adecuadas de política fiscal y monetaria”, advierten en Arcano.

Y es ahí, precisamente, donde reside el actual debate en el seno del Ejecutivo, en nuevas medias económicas y sociales que compensen el deterioro por la ampliación del estado de alarma y por tener que cerrar las fábricas, como ha sucedido en Italia, un debate que enfrenta a Nadia Calviño con Pablo Iglesias y en el que resulta necesario orillar la ortodoxia, sacar la artillería más contundente y no ir a remolque, como ha sucedido hasta ahora.

placeholder Sanidad y las autoridades madrileñas han habilitado Ifema como hospital de campaña.
Sanidad y las autoridades madrileñas han habilitado Ifema como hospital de campaña.

A diferencia de mandatarios como Macron o Trump, hay políticos, economistas y opinadores que se cuidan de emplear símiles bélicos cuando hablan de la crisis del coronavirus. Lo prefieren así para no banalizar la palabra ‘guerra’. Sin embargo, el ingente número de pérdidas humanas y la grave crisis económica avalan la tesis.

También lo hacen imágenes como las que circulan de calles militarizadas o las del recinto ferial de Ifema, en la Comunidad de Madrid, reconvertido en hospital de campaña. Imágenes que pasarán a la historia.

Además del dilema ético al que se tienen que enfrentar nuestros héroes sanitarios, esto es, el tener que priorizar a unos pacientes u otros dependiendo de las probabilidades de supervivencia de los mismos, España ha tenido que dar respuesta a otro triaje: abocar el país a una recesión de una profundidad que no se recuerda, y que dejará marcada a una generación, o tratar de minimizar el número de bajas por el Covid-19.