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El profesor Mas-Colell... érase una vez un independentista en Harvard
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Nacho Cardero

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El profesor Mas-Colell... érase una vez un independentista en Harvard

Se decía que si venías de la Pompeu Fabra, habías sido galardonado con una beca de La Caixa y eras nacionalista, donde tenías que pedir plaza era en Harvard

Foto: El 'exconseller' de Economía, Andreu Mas-Colell. (EFE)
El 'exconseller' de Economía, Andreu Mas-Colell. (EFE)
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Hay delitos que generan repulsa generalizada, a no ser que te apellides Polanski y hayas dirigido ‘El pianista’. En tal caso, se aplican ciertos atenuantes sociales por el simple hecho de ser un director de cine prestigioso y laureado. En el Olimpo económico ocurre lo mismo. Da igual que hayas participado en algo tan grave como subvertir el orden constitucional y desviar fondos públicos para financiar el 'procés' en el extranjero, como argumenta el Tribunal de Cuentas, que si eres autor de ‘Microeconomic Theory’ y has impartido clases en Harvard, o no has hecho lo que dicen o lo has hecho por algo.

Contundentes argumentos que están más relacionados con la condición humana que con la lógica y que, tal como señala Hannah Arendt, obedecen a un instinto generalizado que hace que atribuyamos “cierta función social” a las personas con estatus cuando no hay motivos fundados para pensar que sea así.

Foto: David Madí, junto a Artur Mas, en 2010. (EFE) Opinión

Esta reflexión viene a cuenta del apoyo recibido por el 'exconseller' de Economía Andreu Mas-Colell de muy distintas personalidades e instituciones extranjeras, como Tim Kehoe, profesor de la Universidad de Minessota; Dani Rodrik, profesor de la Harvard Kennedy School; Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México, o el Instituto de Investigación en Economía de la Universidad de Georgetown, entre otros.

Todo ello después de que el hijo del aclamado economista denunciara en Twitter que, “en dos semanas”, la casa de sus padres, su pensión y su cuenta bancaria “podrían ser embargadas por las autoridades españolas”, ya que la cúpula del Govern del 1-O y su aparato de acción exterior deben afrontar el pago de la fianza impuesta por el Tribunal de Cuentas. Se calcula que serán entre 10 y 20 millones de euros.

Más que por corporativismo, hay que atribuir esta defensa numantina de Mas-Colell a la eugenesia académica que se respira en muchas de estas universidades de la Ivy League, que les sitúa, gracias a ese estatus y poder del que hablaba Arendt, un peldaño por encima del resto y con la capacidad para cuestionar las instituciones y soberanía de un país como España.

Andreu Mas-Colell ejerció la docencia de 1988 a 1995 en la Universidad de Harvard, donde obtuvo la primera cátedra de Economía Louis Berkman. En aquella época, se decía que si venías de la Pompeu Fabra, habías sido galardonado con una beca de La Caixa y eras nacionalista, donde tenías que pedir plaza era en Harvard, donde Mas-Colell iba a asegurarse de que ponía tu solicitud en la pila correcta.

Algunos estudiantes de entonces recuerdan cómo, por muy buenas calificaciones que hubieran obtenido, si tu nombre era ‘Juan’ en vez de ‘Joan’, o ‘José’ en vez de ‘Josep’, tu instancia tenía muy pocas probabilidades de prosperar y era mejor que mirases en Yale o Princeton. Solo fue tras la marcha del 'exconseller' de Economía de Artur Mas cuando Harvard comenzó a aceptar ‘Juanes’ y ‘Josés’.

placeholder El 'conseller' de Economía, Jaume Giró, durante la Reunión del Cercle d'Economia. (EFE)
El 'conseller' de Economía, Jaume Giró, durante la Reunión del Cercle d'Economia. (EFE)

Allí, en Harvard, Mas-Colell ejercía de mentor, introducía a los estudiantes en los ambientes académicos y los invitaba a casa cenar para planear ya entonces sin ningún rubor “el sueño de la independencia”, prueba inequívoca de que el nacionalismo ha estado jugando ‘the long game’ durante décadas y ahora está recogiendo los frutos de árbol, si atendemos a la escenificación que ha tenido lugar este lunes en el Liceo, a los indultos y la mesa de negociación.

Entre sus alumnas figuraba Elsa Artadi, que pasó con más pena que gloria por la universidad y sin apenas publicaciones más allá de una tesis titulada ‘Essays in Development Economics’. En 2011, tuvo que dejar la profesión y dedicarse a la política. En las quinielas para conformar el actual Govern, su nombre sonó para el cargo de vicepresidenta y 'consellera' de Economía y Hacienda, dando la espantada en el último minuto.

El agraciado finalmente para dicho puesto fue Jaume Giró, quien en su discurso en el Círculo de Economía tuvo palabras gruesas para la represión y persecución política del Estado español en Cataluña, aludiendo explícitamente a los casos de Andreu Mas-Colell, Oriol Junqueras y Carles Puigdemont. Huelga decir que, antes que fraile nacionalista, Giró fue cocinero en el Imperio Caixa, donde ejerció de director de su fundación con una equidistancia ahora en entredicho.

placeholder Pedro Sánchez y Pere Aragonès, llegando a la primera reunión de la mesa de diálogo. (EFE)
Pedro Sánchez y Pere Aragonès, llegando a la primera reunión de la mesa de diálogo. (EFE)

De los mismos predios procede Jordi Gual, expresidente de CaixaBank, que tuvo que dejar la entidad por la puerta de atrás tras la fusión con Bankia y para quien los “indultos no son ni inaceptables ni vergonzosos”. Unas declaraciones que van en sintonía con la riada de manifestaciones del mundo empresarial de este fin de semana en Barcelona, Antonio Garamendi incluido.

A estas alturas, nadie niega la potestad de Pedro Sánchez para sacar de la cárcel a los presos del 'procés' atendiendo a la ley de 1870, una reminiscencia cuasi feudal que permite indultar a un condenado por razones de justicia, equidad o utilidad pública. También parece verosímil que, en los distintos recursos que se presenten, la Justicia dará su ‘nihil obstat’ a los indultos argumentando que esa “utilidad pública” está bien argumentada en tanto en cuanto permite el diálogo hacia una solución política del conflicto.

Foto: El líder del PP, Pablo Casado (c), conversa con el presidente del Círculo de Economía, Xavier Faus (i), y el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre (d). (EFE) Opinión
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Todo ello, sin embargo, no es óbice para denunciar la banalización que está produciendo estos días, con jornadas como las del Círculo o el Liceo, de los graves sucesos acaecidos en Cataluña en 2017, con la aprobación de las leyes de transitoriedad y referéndum, y la posterior declaración de independencia.

Tampoco puede olvidarse que, detrás de los indultos, está el ‘do ut des’ de Pedro Sánchez con la formación que le sustenta en el Congreso y que, detrás de las palabras del mundo empresarial apoyando la estrategia del Gobierno, se esconde el reparto de los fondos europeos. Hasta ahora, como escribía Manel Pérez, el dinero catalán prefería las recetas económicas del PP, aunque estaba más cómodo con las formas políticas del PSOE. Ahora, ni eso. La llegada del maná europeo los ha vuelto irremediablemente ‘sanchistas’.

Hay delitos que generan repulsa generalizada, a no ser que te apellides Polanski y hayas dirigido ‘El pianista’. En tal caso, se aplican ciertos atenuantes sociales por el simple hecho de ser un director de cine prestigioso y laureado. En el Olimpo económico ocurre lo mismo. Da igual que hayas participado en algo tan grave como subvertir el orden constitucional y desviar fondos públicos para financiar el 'procés' en el extranjero, como argumenta el Tribunal de Cuentas, que si eres autor de ‘Microeconomic Theory’ y has impartido clases en Harvard, o no has hecho lo que dicen o lo has hecho por algo.

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