Una ‘vuelta al cole’ especial

Johann Wolfgang von Goethe, uno de los más prestigiosos artistas alemanes de la historia, señaló: “Cuán insensato es el hombre que deja transcurrir el tiempo estérilmente”, remarcando así que, como todos sabemos, el tiempo pasado ya no se puede recuperar.

Ahora, a poco más de 250 días para que llegue el examen más importante de este curso que dura 4 años, algunos quieren hacer el trabajo que no han querido hacer durante todo el tiempo anterior. Sinceramente, y viendo el resultado que han tenido algunos compañeros y compañeras de clase que en otros cursos han dejado todo para última hora, no entiendo como hay algunos candidatos que siguen este mismo camino, poniendo en riesgo así las buenas notas para esta prueba tan crucial para sus carreras políticas.

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Y es que visto lo visto, y aunque hayan comprobado que cada vez hay más alumnos aplicados que intentan estar en funcionamiento y trabajar su campaña permanente durante los 4 años que duran los cursos en política, siempre existen algunos rezagados que lo dejan todo para el final y es ahí, en ese justo momento, que se dan cuenta que la montaña de libros pendientes de ‘empollar’ es más alta que el tiempo del que disponen, cuando, tal y como señaló Goethe, ven lo insensatos que han sido por haber perdido el tiempo de manera tan estéril. Eso, en el mejor de los casos, porque hay algunos que ni tan siquiera se han dado cuenta de todo el tiempo que han perdido.

Los que vienen aplicados

Con mayor o menor éxito, con más o menos efectividad, pero si hay dos alumnos que han estado aplicados durante estos últimos años han sido el PSPV y el Partido Popular. Llegados a este punto, considero que es incuestionable que tanto unos como otros han sido los que más centrados han estado en conseguir sus objetivos.

En primer lugar, el 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, ha impulsado, si cabe con más ímpetu que durante su primera legislatura, su estrategia de situarse como la opción más transversal dentro de todas las que hay en el tablero político valenciano. Viendo las encuestas podemos extraer la conclusión que esto le ha servido, como poco, para ser el partido con más apoyos y, además, ser el líder mejor valorado por los valencianos.

El curso que le queda por delante a Ximo Puig es más complicado, a priori, por los equilibrios que va a tener que hacer a nivel interno del partido y con los socios del Botànic, que no por su propio liderazgo o acción política en sí. Como es normal, los socios de Gobierno quieren, porque lo necesitan, buscar su perfil propio y marcar su propia agenda de cara a mayo de 2023 y los desencuentros entre Compromís, Podem y PSPV van a ir en aumento conforme se vaya acercando el día de las elecciones. Además, a esto hay que sumarle que, viendo lo ajustada que está la foto finish que marcan las encuestas en estos momentos, algunos de los altos cargos públicos que están designados por el partido socialista andan algo inquietos por su futuro laboral y parece que algunos han tenido la brillante idea (nótese la ironía) de presionar a nivel interno para ir en las listas electorales del año que viene. Algo que tampoco ayuda a la cohesión y la disciplina interna necesaria para que todos en el partido estén centrados para alcanzar los objetivos comunes.

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En segundo lugar, en el grupo de los que han venido trabajando durante estos últimos meses encontramos al Partido Popular. Desde que Carlos Mazón fue designado como el líder de los populares valencianos, el partido ha intensificado su labor de oposición, aunque en ocasiones un tanto improvisada, marcando claramente cuáles han sido sus adversarios electorales y, fundamentalmente, tratando de corregir el principal problema que tiene el que va a ser candidato a la Presidencia de la Generalitat Valenciana: la falta de conocimiento que tiene entre la población.

Mazón, que en lo que llevamos de año está esforzándose para ser conocido y reconocido, fundamentalmente, en las provincias de Valencia y Castellón, sigue sin obtener los resultados esperados, en parte también por algunos tácticas de posicionamiento no demasiado bien ejecutadas (¿a quién se le ocurre empapelar toda la Comunitat Valenciana con una imagen donde no se le ve bien la cara y su nombre aparece de manera secundaria tras un eslogan tan generalista?).

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Eso sí, si sumamos el ritmo de trabajo que lleva con el esfuerzo de los partidos de Gobierno en darle el conocimiento y la notoriedad que no tiene entre la ciudadanía, más el viento de cola que tiene la marca a nivel nacional, todo apunta que, si no saca la nota que quiere en el examen final, estará muy cerca de ello.

Los que tienen que recuperar

Dos son los alumnos que parecía que iban bien encaminados hacia el examen final, pero por varias causas, bien diferentes entre ellas, su progresión se ha visto truncada de manera abrupta por lo que se han visto obligados a reconducir su trayectoria y afrontar esta recta final de curso de una manera diferente a la que tenían prevista.

El principal socio del Botànic, Compromís, ha visto como la imputación, y posterior dimisión, de la ya ex vicepresidenta del Gobierno, Mónica Oltra, ha supuesto un cambio importante en lo que a nivel de liderazgo e imagen de marca se refiere. El paso a un lado de Oltra, el principal emblema de la formación valencianista desde inicios de la década anterior, ha desprovisto a la coalición, al menos de momento, del liderazgo mediático y de cohesión interna necesario en cualquier proyecto político, más si es uno tan plural como el suyo.

Este cambio de foco mediático, con la llegada de una desconocida Aitana Mas, puede ser en parte positivo ya que los esfuerzos de la coalición, con una masa electoral que parece bastante consolidada, pueden centrarse más en la venta de la gestión realizada y los proyectos de futuro que tienen previstos que no estar, constantemente, tratando de defenderse de los ataques centrados en la figura de su principal líder política.

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Aún así, sería ingenuo pensar que este cambio obligado de cromos no supone un riesgo considerable para el futuro inmediato a nivel electoral.

A su vez, Vox parece que anda buscando algún paracaidista para liderar su proyecto electoral a Les Corte. Suena ‘el polivalente’ Toni Cantó entre otros. Esta estrategia, que rara vez ha tenido los resultados esperados, sólo corrobora que es un partido que, tras las cifras obtenidas en las últimas elecciones andaluzas, anda un tanto desnortado sobre cuáles son los siguientes pasos que tiene que seguir.

El propio carácter cesarista de los de Santiago Abascal hace que el trabajo de oposición desempeñado por los diputados y diputadas del grupo de Vox en Les Corts, con más o menos acierto, quedé a expensas de ser valorado por sus votantes conforme la decisión que tome el líder, y su entorno, sobre quién ha de ser el cabeza de cartel y cuál debe de ser el camino que tienen que seguir por estas tierras.

Los que van camino de repetir curso

Por decirlo suave. Hay dos partidos que se están jugando repetir curso, pero el problema en política es que los cursos no se repiten, sino que directamente te expulsan del colegio para los próximos 4 años.

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Por un lado, Ciudadanos parece un alumno completamente desahuciado el cuál, según las encuestas, y viendo la tendencia que tiene el partido a nivel nacional y autonómico, sería un verdadero milagro que pudiese obtener algún tipo de representación. Viendo este futuro parecen lógicos los movimientos que están teniendo diferentes miembros de la formación, buscándose acomodo con otros compañeros o, en algunos casos a nivel local, creándose su propio colegio.

Por otro lado, el que está jugándose el pasar de curso y, probablemente, hacer que sus actuales compañeros de clase consigan que sus notas ayuden a completar una suma que permita revalidar un nuevo Botànic 3 es Podem. Las ‘peleas en el patio de colegio’ entre los propios compañeros de clase han llevado a dinamitar la formación, tanto a nivel nacional como autonómico, lo que no favorece nunca a que las notas a final de curso sean buenas.

Ahora mismo, lo que haga Podem - Esquerra Unida de cara a las próximas elecciones autonómicas jugará un papel clave para conocer los resultados finales de todos los alumnos y alumnas que se presentan a este examen final. Confluencia o no confluencia con otros partidos, con marca propia o común entre ambos, son decisiones de vital importancia para lo que nos espera a los valencianos durante los próximos 4 años.

En definitiva, podemos concluir que se vienen unos meses emocionantes donde el trabajo y estudio diario resulta fundamental para poder conseguir las notas que se han marcado todos los partidos políticos en este tramo final del curso. El 28 de mayo de 2023 veremos cuáles son las calificaciones, cuáles son las reacciones, quienes asumen las notas como propias y quienes, como siempre, echan la culpa de lo obtenido a que el profesor les tiene manía o que los compañeros han tenido la culpa de su fracaso.