Manifiesto contra la desafección política

Con las elecciones del 28 de mayo en un horizonte cada vez más cercano, creo que es el momento de alzar la voz contra la situación social que vive actualmente nuestro país y que, todas aquellas personas que creemos en el bienestar social y democrático, hemos de ver como realmente preocupante.

La desafección política es uno de los principales problemas que encontramos a día de hoy en la sociedad española. El último CIS de 2022 apuntaba que más de 70% de los españoles desconfían de los políticos, el Congreso y el Gobierno. Una tendencia que todavía se agudiza más si la comparamos con el espectro europeo. El Eurobarómetro muestra que el descrédito es mayor que en el conjunto de la UE, situándose en un 90% la desconfianza en los partidos en España, frente al 75% en la UE.

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Los responsables de esta situación no son sólo los partidos políticos y sus principales líderes y lideresas, que evidentemente juegan y han jugado un papel protagonista en esta situación, si no que somos también todos los agentes económicos y sociales que orbitamos alrededor del planeta Política los que también hemos de repensar el papel que estamos interpretando en esta situación desafortunada y el cuál afecta negativamente en el conjunto de la población.

Las emociones

Y es que como se indica en muchos de los análisis políticos en torno a esta cuestión, la desafección es consecuencia directa de las emociones, en este caso negativas, que surgen en un determinado grupo de la población por consecuencias de razones políticas. Pero es que siendo sinceros, ¿es posible una política donde no predominen las emociones? ¿acaso se puede vivir la vida sin que predominen las emociones?

Volviendo al hilo de la situación, estas emociones negativas que desprende la política, en cada vez más grupos de población, provoca que estas personas sientan un desapego y una falta de vinculación y, aún más si cabe, identificación con las personas que nos gobiernan.

Si trasladamos la vinculación emocional al período electoral en el que estamos inmersos, lo que predomina a la hora de elegir a una determinada opción política son las emociones que nos generan sus mensajes, su imagen, sus propuestas, etc. Para ser claros, la racionalidad es un actor secundario en el mejor de los casos (porque en muchas cuestiones no es más que un simple extra).

E igual de peligroso y preocupante que es la desafección política, que va camino de convertirse en un problema estructural, para la salud de las democracias, hay otro elemento que está también condicionando el bienestar común: la crispación.

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Esta crispación se ve fundamentalmente alimentada por los partidos populistas, de un lado y otro del tablero, que necesitan alterar y aumentar el tono político para poder atraer los focos mediáticos y así no pasar desapercibidos para la mayor parte de la ciudadanía. De hecho son numerosas las ocasiones en las que estos partidos han hecho una pinza mediática para alimentarse entre ellos y poder conseguir sus objetivos comunicativos.

La ilusión de votar

Hace falta ilusión por la democracia. Hace falta que todas las generaciones, especialmente las más jóvenes, se ilusionen por la democracia y por todo lo que representa. En la Transición vimos cómo fueron, predominantemente, los y las jóvenes de nuestro país quienes más se ilusionaron con la reciente estrenada democracia y con el hecho de poder decidir su futuro por primera vez.

Fue en 2011, con el nacimiento y expansión del 15M, cuando la juventud española se volvió a ilusionar con cambiar el statu quo actual gracias a hacer uso de una de las herramientas más importantes que tenemos la ciudadanía: el voto.

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Lo realmente peligroso de la situación actual es la pérdida de la ilusión que tienen los más jóvenes por votar, por la democracia. Nadie puede olvidar que es este tipo de organización de estado es el que protege los valores de nuestra sociedad y los derechos y libertades de los individuos que formamos parte de ella.

Por todo esto, es fundamental que las instituciones públicas, los medios de comunicación y los diferentes agentes que orbitamos alrededor del planeta Política, apostemos por informar y sensibilizar a la ciudadanía de la importancia de ir a votar.

‘Votomami’

Es por este motivo que desde LaBase, la agencia de comunicación especializada en comunicación política e institucional, hemos lanzado una campaña para transmitir a la población la importancia de acudir el próximo #28M a votar. Desde la cercanía, la actualidad y la política, apostamos por acercar nuestro contenido a través de los diferentes canales de comunicación, con referentes pop intergeneracionales como Rosalía, La Ruta del Bakalao o Ibai Llanos, lo que buscamos es captar la atención. Porque una verdadera ‘votomami’ va a votar el próximo 28 de mayo. Celebremos votando que la fiesta de la democracia sigue viva.