Es noticia
Compromís juega a la ruleta rusa en la era pos-Oltra
  1. España
  2. Comunidad Valenciana
Víctor Romero

Nadie es perfecto

Por

Compromís juega a la ruleta rusa en la era pos-Oltra

La coalición valencianista ha estado al borde de implosionar en su proceso de primarias internas. Pese a los ocho años de experiencia en el poder, parece más inmadurez que libertarismo

Foto: Aitana Mas (d), con lsaura Navarro y Alberto Ibáñez, los tres de Iniciativa del Poble Valencià.
Aitana Mas (d), con lsaura Navarro y Alberto Ibáñez, los tres de Iniciativa del Poble Valencià.
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

A puntito ha estado el Consell del Botànic de saltar otra vez por los aires a tres meses de las elecciones. El proceso de primarias que Compromís ha completado este fin de semana se saldó finalmente con una victoria por la mínima de la vicepresidenta Aitana Mas para encabezar la lista autonómica por Alicante el próximo 28 de mayo. Mas, sucesora por cooptación de Mónica Oltra en el liderazgo de Iniciativa del Poble Valencià, había advertido dentro y fuera que si no lograba el respado de las bases daba el portazo y se iba a casa. Obvio, dijo, ante lo que habría considerado una desautorización. Al president de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, le hubiese tocado gestionar una crisis de Gobierno en el peor momento, cuanto está tratando de vender estabilidad para desactivar a quienes desde el PP y Vox empujan con fuerza para que se produzca un cambio

Por un puñado de votos, Aitana Mas ha salvado la cara frente a Gerard Fullana, un joven dirigente de Més (la pata nacionalista de Compromís) que ha ejercido la labor de oposición al popular Carlos Mazón en la Diputación de Alicante y que no aceptó las componendas de las direcciones de ambos partidos para repartir las tres cabezas de lista, con Joan Baldoví por Valencia y Vicent Marzà por Castellón, ambos de género masculino y afiliados de Més.

Los más viejos del lugar, los que estuvieron en los tiempos en solitario del Bloc Nacionalista Valencià y en las batallas dentro de Esquerra Unida-IU que dieron lugar a la escisión de Iniciativa, todavía se acuerdan del frío que se pasaba cuando el 5% quedaba tan lejos en las noches electorales y el poder autonómico y municipal se vislumbraba como aquel objetivo inalcanzable. Casi quimérico. Tuvo que ser con la fusión pragmática de todos aquellos proyectos seminales de Compromís y el desgaste de dos décadas de hegemonía del Partido Popular que el llamado valencianismo de izquierdas, esa combinación improvisada y casi asamblearia entre nacionalismo de cierta raíz fusteriana y ecosocialismo, se encontró por primera vez con una posición institucional nunca antes soñada: compartiendo Gobierno autonómico con los socialistas del PSPV-PSOE y tomando la vara de mando de importantes alcaldías, con la de Valencia ciudad como joya de la corona.

Foto: Aitana Mas, en el Palacio dels Català de Valeriola, donde está la vicepresidencia de la Generalitat. (Biel Aliño)
TE PUEDE INTERESAR
Aitana Mas: "Madrid no atrae fortunas por patrimonio, sino por el efecto capitalidad"
Víctor Romero. Valencia Fotografía: Biel Aliño

Uno diría que ocho años después de aquel vuelco político que fueron las elecciones de 2015, Compromís debería haber evolucionado hacia una formación política profesionalizada. Una sigla en la que, sin perder la esencias de su proyecto ideológico (todavía muchas veces difuso), entendiese la importancia de preservar una estructura de cuadros orgánicos con cierta jerarquía, capaz de propiciar relevos ordenados y de consolidar equipos dirigidos a garantizar la continuidad en los proyectos de gestión institucional. No parece que haya sido así. Las recientes primarias han venido a evidenciar que la coalición puede llegar a ser tan líquida como la nueva política. Algunos lo llamarán libertarismo, democracia interna hasta las últimas consecuencias, pero sabiendo como se sabe de qué iba realmente la fiesta, no queda otra que entender que Compromís sigue sin hacerse mayor y que la inmadurez sigue incrustada en el ADN de los valencianistas.

Pese a los intentos de los notables de la coalición de intentar poner orden en los procesos de selección, Compromís sigue empeñada en propiciar un complejísimo sistema de listas abiertas a todo aquel que quiera inscribirse para votar en el que combina la reserva de puestos para cada uno de los partidos que conforman a la coalición (Més, Iniciativa y Verds) con la posibilidad de redistribuir los apoyos. La consecuencia ha sido que grupos de influencia de militantes y simpatizantes de Més han optado por dar el número uno a su candidato/a y el dos al rival de los aspirantes de Iniciativa, para intentar evitar que rebasasen al suyo. Otro día hablaremos de teléfonos móviles con prefijo italiano (que luego no era tal) registrados en bloque para votar electrónicamente o de la presencia de militantes socialistas en los listados de inscritos. El resultado ha estado a punto de costarle la elección a Aitana Mas, número dos del Gobierno autonómico, frente a Gerard Fullana en Alicante, que ha escalado varias posiciones y concurrirá como segundo en la lista. Habrá que ver cuántas heridas abiertas deja esa carrera con vistas al futuro.

Foto: Joan Baldoví. (EFE/Fernando Alvarado)

Muchos cuadros institucionales han pagado el pato de estar más centrados en sus despachos que de hacer campaña entre las bases en una coalición que sigue teniendo una naturaleza más enfocada a la crítica al poder que a la construcción de un proyecto de gestión. La batalla no ha sido solo entre Més e Iniciativa. Las primarias también han servido de ajuste de cuentas en el partido nacionalista entre las nuevas generaciones y los históricos. Los más jóvenes, los que no vivieron los inviernos electorales, han hecho y deshecho para situar tras Baldoví a la veterana vicepresidenta de la Diputación, Maria Josep Amigó, aunque fuera a costa de dejar sin opciones de reelección a Enric Morera, presidente de las Cortes Valencianas, el segundo cargo de mayor relevancia institucional en la autonomía tras el presidente de la Generalitat. El conseller de Economía, Rafael Climent, y la consellera de Educación, Raquel Tamarit, ambos de Més, es que ni lo habían intentado, conscientes de las escasas posibilidades de estar en el cartel autonómico.

En el flanco de Iniciativa, la consellera de Agricultura, Isaura Navarro, ocupará el séptimo lugar en la lista, y le tocará sufrir la noche electoral. Compromís logró nueve actas por Valencia en 2019 y casi todos los sondeos auguran la pérdida de, al menos, un diputado el 28M. A distancia sideral de salir elegido se ha quedado el secretario autonómico de Hacienda, Francesc Gamero. Tendrán por delante nombres hasta ahora más invisibles en la política autonómica, como Carles Esteve o el exsecretario de Joves PV, Cesc Roig.

Si lo que se pretendía era introducir caras nuevas en las candidaturas, ya puede decirse que más de un nombre se va a estrenar en mayo, aunque haya sido a costa de descabalgar sin piedad a algunas referencias institucionales. Ya veremos, en el caso de que el Botànic repita, cuántos de ellos ascenderán a labores de gestión y qué serán capaces de aportar. Está claro que el tridente Baldoví, Aitana Mas, Vicent Marzà tendrá prioridad, tanto para tener cartera en el Consell como para tutelar la pérdida del poder en caso de derrota. Es el Compromís 4.0 que se está construyendo tras la era Oltra. Todavía falta que nos expliquen hacia dónde pretende ir exactamente.

A puntito ha estado el Consell del Botànic de saltar otra vez por los aires a tres meses de las elecciones. El proceso de primarias que Compromís ha completado este fin de semana se saldó finalmente con una victoria por la mínima de la vicepresidenta Aitana Mas para encabezar la lista autonómica por Alicante el próximo 28 de mayo. Mas, sucesora por cooptación de Mónica Oltra en el liderazgo de Iniciativa del Poble Valencià, había advertido dentro y fuera que si no lograba el respado de las bases daba el portazo y se iba a casa. Obvio, dijo, ante lo que habría considerado una desautorización. Al president de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, le hubiese tocado gestionar una crisis de Gobierno en el peor momento, cuanto está tratando de vender estabilidad para desactivar a quienes desde el PP y Vox empujan con fuerza para que se produzca un cambio

Noticias de Comunidad Valenciana
El redactor recomienda