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Impacto económico de los institutos tecnológicos: el caso de REDIT
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Impacto económico de los institutos tecnológicos: el caso de REDIT

Si comparamos los gastos necesarios para que funcionen los institutos tecnológicos de REDIT y los impactos que han generado, hay efectos multiplicadores relevantes: por cada euro que cuesta REDIT se generan 5,3 euros de renta y 11,3 euros de ventas

Foto: Es prioritario aumentar el esfuerzo innovador. (iStock)
Es prioritario aumentar el esfuerzo innovador. (iStock)

La evidencia empírica es concluyente al demostrar que la inversión en I+D+i es una de las fuentes más importantes del crecimiento económico, ya sea a través de su aportación al proceso productivo en forma de capital tecnológico, o a través de su impacto sobre la productividad. Por este motivo, la inversión en actividades tecnológicas siempre está en la agenda de los gobiernos, y la fijación de un objetivo de esfuerzo innovador (I+D+i/PIB) es la forma más habitual de esos compromisos. Está demostrado que los países/regiones que realizan un mayor esfuerzo inversor en I+D+i alcanzan mayores niveles de productividad y bienestar.

En este contexto en el que es prioritario aumentar el esfuerzo innovador (y mucho más en España, por el reducido esfuerzo que realiza en comparación con otros países), los institutos tecnológicos cumplen un papel esencial, en la medida en la que prestan servicios para impulsar la competitividad de las empresas a través de la I+D+i. Apoyan a las empresas con un amplio catálogo de capacidades I+D+i, ensayos de laboratorio, servicios avanzados y formación especializada.

La labor que desempeñan los institutos tecnológicos genera impactos económicos por varias vías. En primer lugar, su propia actividad de funcionamiento exige realizar gastos que se concretan en demandas que realizan a sus proveedores, generando de esa forma impactos directos e indirectos. Pero, en segundo lugar, hay una segunda vía de impactos y es a través del negocio que generan en sus clientes gracias a los servicios que les prestan. Así, como las propias empresas-clientes declaran, una parte de sus ventas se consiguen gracias a los servicios de los institutos. Por ejemplo, si fruto de ese servicio se ha generado una patente que ha dado lugar a ventas de un nuevo producto, esas ventas en el fondo se han conseguido gracias al servicio prestado por el instituto tecnológico. Y esas ventas dan lugar a impactos económicos.

Para poner en valor la actividad que realizan los institutos tecnológicos, la red de los que forman REDIT en el caso de la Comunidad Valenciana, han presentado un estudio que hemos realizado en el Ivie y entre cuyos objetivos está analizar la percepción que tienen las empresas que trabajan con la red de institutos tecnológicos que forman su red y valorar el beneficio económico de esa relación; y estimar el impacto en la economía valenciana derivado del funcionamiento de los institutos componen REDIT.

En el caso de la valoración de los institutos tecnológicos por sus clientes, dos tercios están satisfechos con los servicios que les han prestado. Las empresas muestran un nivel de satisfacción elevado con el proceso, destacándose el buen clima de trabajo que ha presidido la colaboración, aunque señalan un área de mejora en el uso y seguimiento de indicadores de gestión.

Desde el punto de vista de la evaluación de resultados, el 65,1% de los encuestados está de acuerdo con que se han conseguido los objetivos previstos en los proyectos y acciones; el 66,7% con el cumplimiento de los compromisos; el 78,8% con la buena relación entre los profesionales de los institutos tecnológicos y la empresa; el 74,3% con la generación de confianza; el 60,6% con la obtención de outputs beneficiosos no previstos de antemano; y solo el 18,1% considera que la relación no ha tenido efectos positivos para la empresa.

Foto: Pablo Rodríguez Fernández. (MIT-PSFC/P. Rivenberg)

En relación con el impacto de la colaboración, los clientes consultados informan de impactos positivos en la competitividad y la flexibilidad de la empresa, en las ventas, los beneficios, la productividad por empleado, la calidad de los productos, la eficiencia de procesos, en indicadores relativos a recursos y capacidades, como los relativos a las capacidades tecnológica, productiva, comercial, logística y de gestión de la empresa en general, la digitalización, la orientación hacia la sostenibilidad económica, social y medioambiental, la orientación al cliente, la capacitación de los empleados vinculados con la innovación, el acceso a programas públicos de financiación a la innovación, la reputación de la empresa, la red de contactos, la utilización de otras fuentes de conocimiento externo, o la capacidad internacional de la empresa.

Las empresas comunican impactos medios positivos en las ventas del 5,9% y en la rentabilidad de 1,3 puntos porcentuales, y también muestran una elevada probabilidad (69%) de repetir la colaboración. En la evaluación global, la mayoría de las empresas (53%) considera que su competitividad futura depende de REDIT, aunque para el 31,8% el apoyo de los institutos tecnológicos de la red no es determinante de su ventaja competitiva.

En los que a los impactos económicos se refiere, el gasto asociado al funcionamiento de la red de institutos tecnológicos que forman REDIT ha generado un impacto total (incluyendo el directo, indirecto e inducido) estimado de 266,3 millones de euros de cifra de negocio, en 164 millones de euros de rentas (valor añadido y, por tanto, aportación al PIB), en 4.305 empleos a tiempo completo y en 65,5 millones de euros de ingresos para las arcas públicas. Pero mucho más importantes son los impactos generados a través del aumento de las ventas del que se benefician los clientes de REDIT por los servicios que les prestan.

Foto: Un móvil muestra la aplicación del foro Reddit. (Flickr)

Por esta vía, el impacto se estima en 1.396 millones de euros de cifra de negocio, de los que 611,5 millones son valor añadido aportado al PIB. En términos de empleo, se estima en 11.742 puestos de trabajo. Y en el caso de los ingresos para las arcas públicas, el informe los estima en 280,7 millones. Por tanto, si sumamos las dos vías por las que la actividad de los institutos tecnológicos de REDIT generan impactos económicos en la Comunidad Valenciana, el impacto asciende a 1.662,7 millones de euros de ventas, 775,5 millones de euros de renta aportada al PIB, 16.047 puestos de trabajo a tiempo completo, y 346,2 millones de euros de ingresos públicos.

Si comparamos los gastos necesarios para que funcionen los institutos tecnológicos de REDIT y los impactos que han generado, hay efectos multiplicadores relevantes: por cada euro que cuesta REDIT se generan 5,3 euros de renta y 11,3 euros de ventas. Y por cada millón de gasto de funcionamiento se crean/mantienen 109 puestos de trabajo. Estos datos hablan por sí solos para demostrar la importancia que tiene apoyar a los institutos tecnológicos.

*Joaquín Maudos es catedrático de Economía de la Universidad de Valencia, director adjunto del Ivie y colaborador del CUNEF.

La evidencia empírica es concluyente al demostrar que la inversión en I+D+i es una de las fuentes más importantes del crecimiento económico, ya sea a través de su aportación al proceso productivo en forma de capital tecnológico, o a través de su impacto sobre la productividad. Por este motivo, la inversión en actividades tecnológicas siempre está en la agenda de los gobiernos, y la fijación de un objetivo de esfuerzo innovador (I+D+i/PIB) es la forma más habitual de esos compromisos. Está demostrado que los países/regiones que realizan un mayor esfuerzo inversor en I+D+i alcanzan mayores niveles de productividad y bienestar.

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