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ZP tiene la fórmula: para acabar con el terrorismo de Hezbolá lo mejor es rendirse a los terroristas
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Jesús Cacho

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ZP tiene la fórmula: para acabar con el terrorismo de Hezbolá lo mejor es rendirse a los terroristas

Transcribo unos párrafos, muy preocupantes por ponerle un calificativo prudente, correspondientes a la perorata pronunciada por la señora De la Vega en la rueda de prensa

Transcribo unos párrafos, muy preocupantes por ponerle un calificativo prudente, correspondientes a la perorata pronunciada por la señora De la Vega en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes. Dijo la vicepresidenta del Gobierno, y copio literalmente del diario El Mundo (crónica firmada por Fernando Garea):

“Reconociendo su derecho a la legítima defensa, tenemos que exigir proporcionalidad en la respuesta: la población civil de un país entero no debe pagar las agresiones de los terroristas (...) La posición es condenar el uso desproporcionado y generalizado de la fuerza por parte de Israel que ha producido cientos de muertos civiles y grandes daños materiales (...) Israel debe cesar inmediatamente las actividades bélicas y el bloqueo integral que se está produciendo en el Líbano. No es aceptable responder a los ataques de Hamás y Hezbolá atacando a la población civil. Nunca. El terrorismo jamás se combate de esta manera”.

Hasta aquí las citas textuales, material más que suficiente para elevar a la enésima potencia la preocupación que el posicionamiento ideológico y político de este Gobierno causa entre millones de españoles de bien, a derecha e izquierda, y que no hacen sino ratificar las palabras del presidente en el mitin de Baleares de hace una semana, o el posterior episodio de la kufiya palestina al cuello. El problema con estos insensatos es que se les entiende todo, y los que guardamos memoria del tipo de discurso izquierdista de los tiempos de la Guerra Fría y el bloque del Este nos sabemos la canción, nos suena la música, les vemos venir con solo olfatearlos, y lo que vemos u olemos no nos gusta un pelo.

Esta pandilla de radicales desorejados que nos gobierna le está pidiendo a Israel, le están “exigiendo”, que se retire del Líbano y deje campando a sus anchas a dos organizaciones terroristas, armadas con cohetes, que, respaldadas por dos dictaduras a cual más sanguinarias como Siria e Irán, manejadas por tiranos que odian el sistema de valores propio de toda sociedad democrática y libre, no tienen otro objetivo confesado que no sea echar a Israel al mar, es decir, acabar con Israel mediante el asesinato colectivo de todo un pueblo.

Imposible escuchar de labios de Zapatero, De la Vega o Moratinos la necesidad de que Líbano deje de ser plataforma de la estrategia terrorista de las dos aberrantes dictaduras citadas. Quien debe retirarse es Israel, que al parecer se dedica a asesinar a mujeres y niños palestinos por gusto. Tanto placer encuentra en esa macabra tarea que, si del Gobierno Zapatero hubiéramos de fiarnos, las tropas hebreas no tendrían otro objetivo que masacrar a la población civil, mientras se desentienden de los terroristas de Hamás y Hezbolá.

Es lo que el portavoz del PSOE en la Comisión de Exteriores del Congreso, Rafael Estrella, venía a decir días atrás en un texto escrito en su página web, titulado “¿Por qué matan niños?”, en el que, tras preguntarse por qué los israelíes “matan civiles inocentes (...) destruyen infraestructuras esenciales para la vida de los ciudadanos (...) y matan niños”, aseguraba que Israel se ha situado “a la altura moral de Hamás o Hezbolá”. Esta es la clase de diarrea ideológica en la que anda hoy situado el PSOE de Zapatero, imagino que para pasmo de gente como Felipe González y otros muchos socialistas serios que uno conoce y ha conocido.

Porque esto no tiene nada que ver con las doctrinas socialistas tradicionales o con la nueva socialdemocracia europea. Esto es otra cosa. Esto es un cóctel explosivo entre marxismo a la Komintern, impúdico populismo a lo Chávez y radicalismo a lo Cojo Manteca. El resultado lo ha clavado el inefable Moratinos, dedicado a amenazar a ciudadanos españoles tan significados como Mauricio Hatchwell. Este moderno maestro Ciruela, que no sabía leer y puso escuela, ha tenido la osadía de recordar al Estado de Israel que “con aviones y tanques no se alcanza la paz”, y que “no cabe una solución militar” para acabar con el terrorismo de Hezbolá.

Lo mejor para acabar con el terrorismo es retirar las tropas de Iraq y convertir el Ejército en una ONG; lo mejor para acabar con el terrorismo es sentarlo a tu mesa a la hora de comer. Lo mejor para acabar con el terrorismo, bien lo sabemos los españoles, es ponerse de rodillas ante los terroristas, es, en definitiva, rendirse a los terroristas. Esa es la fórmula infalible. Sólo que siempre habrá españoles dispuestos a honrar “el paso erguido del hombre” y a defender a cualquier precio su libertad y su modo de vida. Tiene razón Mauricio Hatchwell cuando estos días, después de su incidente con Moratinos, se lleva las manos a la cabeza hablando de la deriva del Gobierno Zapatero. Son muchas las cosas que hoy en España están en peligro.

Transcribo unos párrafos, muy preocupantes por ponerle un calificativo prudente, correspondientes a la perorata pronunciada por la señora De la Vega en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes. Dijo la vicepresidenta del Gobierno, y copio literalmente del diario El Mundo (crónica firmada por Fernando Garea):