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Estefania Molina

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Cuca Gamarra tumbó a Cayetana

Los seguidores de Cayetana se han lanzado en tromba esta semana a centrar el debate en términos de la "pérdida de ideas"

Foto: La nueva portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra. (EFE)
La nueva portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra. (EFE)
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El ascenso de la exalcaldesa Cuca Gamarra como portavoz del Grupo Popular en el Congreso, frente a Cayetana Álvarez de Toledo, simboliza algo más que un supuesto giro de moderación en Pablo Casado para dar la batalla a Pedro Sánchez en unas eventuales elecciones generales. Bajo el relevo entre ambas mujeres se esconde también un cambio en la cosmovisión que Casado venía aplicando a su forma de hacer política desde que tomó el control de Génova 13. Esto es, el triunfo del PP de las clases trabajadoras, golpeadas por la realidad cotidiana y la crisis, frente al sibaritismo intelectual, el elitismo y la estridencia, que llenará páginas de periódicos, pero no ofrece soluciones a la vida de la gente.

Eso es así porque los seguidores de Cayetana se han lanzado en tromba esta semana a centrar el debate en términos de la “pérdida de ideas” y de “cabezas pensantes” en política, habida cuenta del perfil de la porteña: doctorada en Oxford, columnista, biografía cosmopolita. Se afirma que la arena política no tolera la intelectualidad, que los partidos solo quieren a repetidores de argumentario. De la despedida de algunos tuiteros pareciera que a John Rawls, a Tony Judt o a Pinker solo los había leído una persona en España y era la exportavoz del PP en el Congreso.

Foto: Cayetana Álvarez de Toledo. (EFE) Opinión
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Sin embargo, el enfoque de “las ideas” se revela como maniqueo y hasta desdeñoso por cuanto se confunde lo que es la política. La política no es un producto en la sección “sibaritas” del supermercado para goce de unos cuantos. La política tampoco es una mera disquisición filosófica. La política consiste en resolver problemas ciudadanos, muchos y muy duros. Quién podría despreciar a tantísimos alcaldes de PSOE o PP, o incluso a afirmar que no tuvieron “ideas”, cuando durante los años más duros poscrisis económica hicieron estragos para que a sus vecinos no les cortaran la luz.Acaso se le conoce a Cayetana algún proyecto concreto y realista de convivencia para el conflicto soberanista en Cataluña.

Ahora bien, los problemas a resolver son complejos y las soluciones a largo plazo también, y es ahí donde las ideologías se abren paso para motivar al electorado. Aunque lo que le faltaba hasta hoy al PP no eran más minutos para que Casado listase su ristra habitual de autores y citas desde la tribuna del parlamento.

Al PP lo que le faltaba era identificación descriptiva. Esto es, que la señora que levanta la persiana cada mañana y el padre que lleva a sus hijos al colegio apreciaran en las filas populares esa cercanía que, por ejemplo, el impasible Mariano Rajoy trasmitía bajo su traje de hombre normal leyendo el periódico y andando deprisa. Casado no logra proyectar esa normalidad, esa hechura. Eso es clave, asumido que los populares serán la opción de gestión cuando arrecie la crisis, frente a su rival Vox, sin experiencia de gestión pública conocida. Es en medio de esas aguas donde surge la biografía de Gamarra, como en el caso de la mitología griega, donde el personaje femenino preconiza un cambio de orden sociopolítico.

En la biografía de Gamarra, como en el caso de la mitología griega, el personaje femenino preconiza un cambio de orden sociopolítico

De la España rural, la nueva portavoz tiene esa conciencia social que una parte de la derecha no está dispuesta a ceder a Podemos o al PSOE. Nacida en Logroño, destierra esa visión ‘madridcentrista’ que Casado impuso en el PP con su desembarco en Génova 13, dejando escaso margen a la comprensión de las otras Españas regionalistas. Alcaldesa hiperactiva, conoce los problemas sociales de los vecinos y cómo llegar a acuerdos. Trabajadora discreta, simboliza a todas esas personas que se abren paso dejando solo que sea el ruido de su esfuerzo lo que resuene. Vicesecretaria social del PP saliente, sabe que nadie puede estar por encima de las siglas en un Ejército como el popular.

Reflejar todas esas cuestiones es el principal reto de la nueva portavoz, en medio de ese triunvirato que forma junto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y la exministra y expresidenta del Congreso, Ana Pastor. Se dice que Casado vuelve al 'rajoyismo'. Ahora bien, el viaje al centro es ahora el destino de los partidos donde la militancia elige al líder. Según la llamada Ley de May en Ciencia Política, el ganador de los procesos de primarias acaba siendo el candidato más ideologizado, como era Casado. Luego llega el consiguiente giro a la normalidad política, a un tipo de oposición que deje al Gobierno desgastarse en su salsa, y no al propio PP.

placeholder Pablo Casado (c), junto a José Luis Martínez-Almeida y Cuca Gamarra. (EFE)
Pablo Casado (c), junto a José Luis Martínez-Almeida y Cuca Gamarra. (EFE)

La figura del secretario general, Teodoro García-Egea, aparece pues esta partida frente a Cayetana como el puño de hierro que necesitaba Pablo Casado para consolidar la solvencia que no proyecta al frente del primer partido de la derecha española. A Francisco Álvarez-Cascos, por ejemplo, le llamaban el “general secretario”. Lo importante de García-Egea no es su grado de carisma. La clave es que tiene los arrestos que no tiene Casado, cuyo liderazgo es frágil por el carácter de quedar bien con todo el mundo.

Si bien, Gamarra no alzó la voz para hacerse con el puesto de portavoz, pese a que el verano pasado ya sonaba en las quinielas. Mujer prudente, la causa política del PP siempre ha ido más allá de su gloria personal como individuo. Aunque esta vez, el destino la ha premiado con la oportunidad que merece.

Ese es el liderazgo femenino que debería ocupar al PP. El feminismo que asiste al día del 8-M para devolver al PP su aval de partido pionero en lideresas. A la postre, un feminismo que no sea de “abejas reinas”, sino de hormiguitas. El de las mujeres que asumen la existencia de la desigualdad, y la combaten.

Porque Cuca Gamarra se parece más al ciudadano medio, el de clase trabajadora y realidad compleja en la España de crisis que viene, su simbolismo tumbó a la intelectual Cayetana Álvarez de Toledo al frente de la portavocía.

El ascenso de la exalcaldesa Cuca Gamarra como portavoz del Grupo Popular en el Congreso, frente a Cayetana Álvarez de Toledo, simboliza algo más que un supuesto giro de moderación en Pablo Casado para dar la batalla a Pedro Sánchez en unas eventuales elecciones generales. Bajo el relevo entre ambas mujeres se esconde también un cambio en la cosmovisión que Casado venía aplicando a su forma de hacer política desde que tomó el control de Génova 13. Esto es, el triunfo del PP de las clases trabajadoras, golpeadas por la realidad cotidiana y la crisis, frente al sibaritismo intelectual, el elitismo y la estridencia, que llenará páginas de periódicos, pero no ofrece soluciones a la vida de la gente.

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