Es noticia
La singularidad de Duran Lleida
  1. España
  2. Confidencias Catalanas
Joan Tapia

Confidencias Catalanas

Por

La singularidad de Duran Lleida

En mayo, Unió Democràtica de Catalunya (UDC), partido coaligado desde primeros de los 80 con CDC en la coalición CiU, tiene congreso. Reelegirá sin ningún problema

Y la reacción a la propuesta de Esperanza Aguirre de vaciar el estado autonómico refleja esta distinta sensibilidad. Ambos ven una prueba del centralismo de Aguirre y distinguen las autonomías “artificiales” de las históricas (Cataluña, Euskadi, Galicia y Navarra). Dicen que las disfunciones del estado autonómico obedecen al llamado “café para todos” y proclaman que las nacionalidades históricas nunca aceptarían la involución. Del “café para todos” actual no se podría pasar al “todos sin café”.

Las disfunciones del estado autonómico obedecen al llamado “café para todos” y proclaman que las nacionalidades históricas nunca aceptarían la involución. Del “café para todos” actual no se podría pasar al “todos sin café”

Pero Duran ve ahí algo que podría favorecer el encaje de Cataluña en España a través del “retorno al espíritu constitucional”. Por una parte estarían las autonomías históricas del artículo 151 de la Constitución, con amplias competencias y, por la otra, las del 141, con poderes mas reglados.

Duran cree que este planteamiento respondería mejor a la “plurinacionalidad del Estado”. Pero aparte de los excesos que puedan haberse producido -televisiones autonómicas en CCAA sin lengua propia o proliferación de defensores del pueblo- hoy no se puede decir que sean autonomías “artificiales”. Y parece casi imposible la marcha atrás.

Además, el “café para todos” no fue –al menos únicamente- una “treta” centralista para aguar la autonomía de Catalunya, como dicen Mas y Duran. Fue, primero, una fórmula ambigua para que los poderes fácticos y la España profunda “tragaran” la autonomía de Catalunya y Euskadi. La Constitución y la UCD no querían ir mas allá. Por eso la doble vía autonómica: la del 151 (para las CCAA que tuvieron régimen autonómico con la  República) y la del 143 para las restantes.

Pero la igualdad del derecho a la autonomía y la afirmación frente al Estado central se convirtieron en arma política. El PSOE la utilizó para desbaratar a UCD en Andalucia. Y la famosa noche del referndum de Escudero tanto Pujol como Garaicochea (entonces en el PNV y lendakari de Euskadi) se apresuraron a felicitar a Andalucia. Fue el auténtico inicio del “café para todos” que sólo la desmemoria colectiva permite criticar ahora desde el nacionalismo. Y luego AP (y el PP) se abanderó en sus autonomías (primero Galicia, luego Madrid y Valencia) contra Felipe González.

La reflexión de Duran es interesante. Es difícil que sea válida en la España del 2012 pero sí indica que “el esquema confederal para estructurar el estado plurinacional” de Duran no va en la misma dirección que CDC. Recuerda mas al “federalismo asimétrico” de Maragall.

Y la reacción a la propuesta de Esperanza Aguirre de vaciar el estado autonómico refleja esta distinta sensibilidad. Ambos ven una prueba del centralismo de Aguirre y distinguen las autonomías “artificiales” de las históricas (Cataluña, Euskadi, Galicia y Navarra). Dicen que las disfunciones del estado autonómico obedecen al llamado “café para todos” y proclaman que las nacionalidades históricas nunca aceptarían la involución. Del “café para todos” actual no se podría pasar al “todos sin café”.