Los peligros del choque Rajoy-Mas

Rajoy ganó las elecciones con mayoría absoluta. Pero en Cataluña y Euskadi subió la intensidad nacionalista. Simplifiquemos: que el PSC perdiera en Catalunya era bueno para el centro-derecha, pero que CiU ganara por primera vez las legislativas a los socialistas era malo para el PP nacionalista español.

Hasta ahora Rajoy ha estado tranquilo. Con alguna excepción, la colaboración del centro-derecha ha funcionado. CiU votó los recortes de diciembre (pese a la subida del IRPF), la reforma laboral, la amnistía fiscal e incluso la ley de estabilidad presupuestaria. A cambio el PPC ha sido el apoyo de Mas en casi todo. Eso sí, Alicia Sánchez Camacho ha enredado bastante y ha cosechado fotos.

Quedaban no sepultadas pero sí entre paréntesis las graves divergencias sobre el modelo de Estado. Tras la sentencia del Estatut, CiU declaró muerta la vía estatutaria, profundizó en el “derecho a decidir”, apoyó las consultas independentistas y en el reciente congreso de Reus apostó por el Estado propio. Mientras, el PP se declaraba a favor de, como mínimo, “reordenar” las autonomías. E incluso la reivindicación más pragmática de CiU -el pacto fiscal- era muy difícil de asumir. Pero no había problemas inmediatos. El “socorro mutuo” funcionaba aunque en el futuro –no muy lejano- se intuía tormenta.

Ahora todo ha cambiado. Montoro no ha incluido en los presupuestos los 219 millones de la disposición adicional del Estatut (Salgado ya no pagó los 750 millones del año anterior). Es algo que casi imposibilita a Andreu Mas-Colell, 'conseller' de Economía, de cumplir el objetivo de déficit fijado a las CCAA, el 1,3% del PIB en el 2012. Y el pasado sábado Montoro dijo en Cataluña: “No hay dinero, ¿tanto cuesta entenderlo?”. Para Mas-Colell, lo peor es que Montoro ya había rechazado el plan de ajuste de la Generalitat, precisamente por considerar esos 219 millones un ingreso. Y el incumplimiento del déficit abre la puerta a una posible 'intervención' de la Generalitat. Algo importante porque una gran preocupación de Bruselas es el desajuste en las CCAA.

Mas ha decidido plantarse. Ha llegado a la conclusión de que el PP abusa, que cree obligado el voto favorable de CiU en Madrid (a cambio del apoyo del PPC en Catalunya) y que practica algo parecido al chantaje financiero

La respuesta de CiU ha sido fuerte. Ha presentado una enmienda a la totalidad de los presupuestos y Durán ha acusado de deslealtad a Rajoy por el incumplimiento con Cataluña mientras siguen las inversiones del AVE en Galicia y Extremadura. Y Mas subió el tono ayer declarando que si el Gobierno central intervenía no dudaría en convocar elecciones. Mientras, CiU se acerca a ERC para no quedar en minoría si el PPC la castiga en el Parlament.

Rajoy tiene que ir con cuidado. Cierto que no necesita los votos de CiU en el Congreso, pero tener en contra a Andalucia, Euskadi y Catalunya en el “reordenamiento autonómico” sería mas que aventurado. Y Mas ha decidido plantarse. Ha llegado a la conclusión de que el PP abusa, que cree obligado el voto favorable de CiU en Madrid (a cambio del apoyo del PPC en Catalunya) y que practica algo parecido al chantaje financiero. Y la sintonía Mas-Durán-Mas Collell está siendo firme. Creen que si ahora no paran los pies a Montoro (se llevan mejor con Guindos), las cosas irán a peor.

CiU ya ha empezado a disparar con munición que puede hacer daño. En la entrevista de ayer en El Punt Avui (otro día puede ser el Wall Street Journal), Mas insinúa que el Gobierno de Rajoy improvisa y carece de seriedad. Afirma textualmente que los recortes en Sanidad y Educación no van a sumar 10.000 millones, que se trata sólo de un golpe de efecto para impresionar a Bruselas, y critica que no se baje el sueldo de los funcionarios ni se toque nada el seguro de desempleo. Y proclama que esa es la razón del excesivo recorte en infraestructuras e investigación.

Cuando los mercados vuelven a estar nerviosos (la prima de riesgo lleva días por encima de los 400 puntos básicos y la rentabilidad del bono a diez años estaba ayer rozando el peligroso 6%), la crítica de la Generalitat a la falta de rigor de Rajoy puede ser letal. Ayer mismo Amanda Mars (El País) señalaba que la deuda española en manos extranjeras bajó del 54,8% en el 2010 al 50,4% en el 2011. Pero lo más grave es que hasta febrero, en 60 días, había caído al 42%. 8 puntos menos en 60 días del 2012 frente a 4 en todo el 2012.

Mas y Durán parecen tentados, si se confirma el ahogo financiero, de hacer de Sansón y hundir el templo. No, Rajoy no debe ningunear a Mas. Ayer un diario barcelonés, quizás bien informado, decía que el presidente había encargado a Soraya Sáenz de Santamaría la reconstitución de puentes con la Generalitat. Aunque tres interlocutores económicos, Montoro, De Guindos y Soraya, son quizás demasiados.