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La triple derrota de Merkel
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Joan Tapia

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La triple derrota de Merkel

El sábado se celebró el congreso del PPC que evidenció tanto la fuerza de Alicia Sánchez Camacho como un nuevo episodio en la relación de amor-odio

El sábado se celebró el congreso del PPC que evidenció tanto la fuerza de Alicia Sánchez Camacho como un nuevo episodio en la relación de amor-odio con CiU. Pero en Catalunya el 'Superdomingo' y la crisis de Bankia eran ayer los asuntos.

'Der Spiegel' dice que hasta hace poco los alemanes hablaban de Superdomingo cuando coincidían elecciones en tres landers de los 16 de la República Federal. Pero manda la crisis del euro y este Superdomingo la canciller Merkel ha tenido una triple derrota. En Grecia, en Francia y también en el minúsculo estado de Schleswig-Holstein, norte de Alemania.

La más grave es la de Grecia. Los dos partidos tradicionales de centro-derecha y centro-izquierda (Nueva Democracia y socialistas), que respaldaron las políticas de austeridad impuestas por Merkel y Sarkozy desde el primer plan de ayuda a Grecia en la primavera del 2010, han sufrido una fuerte derrota. ND ha caído del 34% del 2009 (cuando perdió) al 20% y el PASOK se ha desplomado del 44% al 14%. Es difícil que ND y Pasok, enfrentados desde hace muchos años, puedan formar coalición, pero parece además que no tienen la mayoría de 151 diputados. Ni que esa mayoría, si finalmente la alcanzan, pueda aprobar los duros recortes exigidos. Y ello pese a que ND se beneficia de una prima de 50 diputados al haber llegado en primera posición. Y es muy significativo que la nueva coalición de izquierda radical Syriza (distinta del partido comunista, muy contraria a los recortes y que no quiere salir del euro) haya logrado la segunda posición, por delante del PASOK.

El rigor fiscal no va a morir pero será menos dogmático y más gradual. Para Rajoy, para Rubalcaba y para Monti, el Superdomingo levanta esperanzas

Parece pues difícil que Grecia pueda tener un gobierno. O al menos un gobierno dispuesto a cumplir los compromisos con la troika (Comisión, BCE y FMI), necesarios -Merkel lo repitió ayer- para que el país siga recibiendo ayuda. Así la salida de Grecia del euro puede volver a inquietar a los mercados y perjudicar a  España e Italia. Dos años después de la irrupción de la crisis de su deuda soberana, la recesión (que no corregirá el déficit) se agrava y los griegos dicen no a la austeridad alemana y a los partidos que la han aceptado.

La segunda derrota de Merkel es Francia. No quiso recibir en campaña al candidato socialista, François Hollande, porque era contrario al pacto de estabilidad impuesto por Alemania, y se mostró dispuesta a apoyar a Sarkozy. Pero el presidente saliente rehuyó el apoyo porque sabía que electoralmente le iba a castigar. Al fin Hollande ha ganado y Merkel va a tener que renegociar con Francia el plan de estabilidad y toda la política económica europea. Es menos grave -aunque más importante- que el caso griego porque hay margen y la Comisión de Bruselas está dispuesta a inflexionar una política basada sólo en la austeridad con otras que impulsen el crecimiento. Por ejemplo más protagonismo del Banco Europeo de Inversiones en los países afectados por la recesión. El propio Draghi habló la semana pasada en Barcelona de un “compact growth” (pacto para el crecimiento) junto al “compact fiscal” de Merkel.

La nueva entente franco-alemana no será fácil ni de definir ni de pactar. Pero los choques de la negociación, que los habrá, parecen menos peligrosos que un grave accidente en la siempre convulsa política girega. Además tanto el nuevo primer ministro francés, posiblemente Ayrault (líder del grupo parlamentario socialista), como el nuevo ministro de finanzas, Michel Sapin, conocen bien Alemania y son firmes pero flexibles. Hollande no es Mitterrand.

Pero ojo con Scleswing-Holstein. No por la importancia de ese estado (algo más de dos millones de habitantes), donde la coalición CDU-FDP va a ser sustituida por otra SPD-Verdes más un partido local, o por una gran coalición CDU-SPD, sino porque es otro indicador de que Merkel tiene dificultades. El próximo domingo hay elecciones en el decisivo estado del Renania del Norte, el más poblado con 18 millones de habitantes, y la coalición CDU-FDP parece que tendrá otra derrota. Más significativa. Y las elecciones del 2013 no están nada claras. Aunque la CDU-CSU de Merkel sea la primera fuerza parece probable que su aliado liberal (el FDP) quede fuera del Parlamento. Tendría que recurrir entonces de nuevo a la gran coalición con los socialistas. Y no se puede descartar que una coalición SPD-Verdes logre una mayoría alternativa.

La política exclusiva de austeridad ha fracasado en Grecia y va a tener que inflexionarse en toda Europa. Para el PSOE -y para la izquierda europea- es una cierta reparación moral tras las últimas derrotas. Para los gobiernos no socialistas del sur de Europa es una bofetada ideológica (la socialdemocracia sigue viva) pero puede ser también un reconstituyente. El rigor fiscal no va a morir pero será menos dogmático y más gradual. Para Rajoy, para Rubalcaba y para Monti, el Superdomingo levanta esperanzas.

A no ser, claro, que Grecia explote. O que la negociación franco-alemana fracase. Lo segundo no parece posible pero lo primero es menos improbable.

El sábado se celebró el congreso del PPC que evidenció tanto la fuerza de Alicia Sánchez Camacho como un nuevo episodio en la relación de amor-odio con CiU. Pero en Catalunya el 'Superdomingo' y la crisis de Bankia eran ayer los asuntos.

Angela Merkel