Es noticia
Aviso a Artur Mas de PPC y PSC
  1. España
  2. Confidencias Catalanas
Joan Tapia

Confidencias Catalanas

Por

Aviso a Artur Mas de PPC y PSC

Hace poco, en el congreso de CDC, Artur Mas afirmó que si España no aceptaba el pacto fiscal que proponía (muy similar al pacto vasco) no

Hace poco, en el congreso de CDC, Artur Mas afirmó que si España no aceptaba el pacto fiscal que proponía (muy similar al pacto vasco) no quedaría otra opción que lograr, por las buenas o por las malas, una hacienda pública catalana. Era una amenaza de ruptura con el Gobierno español tras la que algunos veían un posible adelanto electoral con intención referendaria: o con CiU y el concierto fiscal o contra Cataluña. Y gente próxima a Mas añadió que en el Parlament ya había una sólida mayoría para el pacto fiscal: CiU, ERC e ICV.

Ahora las cosas han cambiado algo. Artur Mas ha convocado para mañana miércoles a todos los partidos a una cumbre sobre el pacto fiscal. Y parece que la posición de CDC -que sabe que la reivindicación de pacto fiscal es muy popular tras el incumplimiento de la financiación pactada por el tripartito- se ha suavizado. ¿Por qué?

Básicamente por cuatro cosas. La primera, importante a medio plazo, es la reunión de la semana pasada entre el nuevo secretario del PSC, Pere Navarro, y Alicia Sánchez Camacho, la líder del PP catalán.

Hasta ahora las relaciones PSC-PPC eran muy frías. El PSC tiende a ver en el PP al gran enemigo del Estatut. Y para el PPC, el PSC es el ejército de reserva del socialismo contra la derecha y un aliado del nacionalismo. Ahora estas visiones se han matizado, pero sobretodo ambos han llegado a la conclusión de que ante la amenaza rupturista tienen un interés común: que la mejora de la financiación de Catalunya -que ahora incluso el PPC ve imprescindible- no sirva de sensato banderín de enganche al independentismo. No habrá frente constitucionalista a la vasca pero sí una revisión pragmática de la relación PPC-PSC. Alicia Sánchez Camacho ha llegado a la conclusión que para influir en la política catalana debe abrir su terreno de juego y Pere Navarro constata que el PPC es el tercer partido catalán en las elecciones autonómicas y en las generales.

Navarro juzga inadmisible que Artur Mas pacte todo con el PPC (presupuestos, televisión…) y califique a dicho partido de “responsable” y, un momento después, exija imperativamente un frente común catalán contra Rajoy para lograr el pacto fiscal. Por eso, el mensaje de la breve reunión Navarro-Sánchez Camacho fue contundente: si la demanda de pacto fiscal se hace desde el maximalismo, CiU no contará con el apoyo de ninguno de los dos partidos. No habrá unidad catalana y el parlamento español no aprobará nada que tenga en contra al PPC y al PSC. Es una razón de peso para que Artur Mas reconsidere su posición.

La segunda razón es la actitud de Durán. El líder de Unió ha dejado claro que apoya el pacto fiscal pero siempre que concite un gran apoyo en la sociedad catalana y no se vea como una amenaza de ruptura con España. Para Durán -con estrechas conexiones con el mundo económico y el establishment catalán- el choque de trenes no beneficiaría ni a Cataluña ni a España sino que perjudicaría a ambas. En el congreso de Unió, posterior al de CDC, lo dejó claro y se ha reunido luego con Pere Navarro para sumar al PSC a la reivindicación del pacto fiscal y/o para frenar el soberanismo de CDC.  

Otro factor nuevo es la degradación de la situación financiera de Catalunya y de España. La agencia Moody´s ha rebajado a bono basura la deuda catalana. Y, hoy por hoy, la Generalitat no sabe como refinanciar los 13.000 millones de su deuda que vencen este año. Salvo, como otras autonomías, el recurso al aval del Estado. Pero además la deuda española también esta siendo fuertemente atacada, en especial tras el desastre de Bankia. En este contexto es lógico que Artur Mas, influido por el soberanismo pero informado y prudente, se lo piense mucho antes de lanzarse a cualquier aventura. Y toma nota además de los consejos de “catalanes influyentes” que van en la misma dirección que Durán.  

Por último la mayor prudencia de Artur Mas también puede estar influida por el hecho de que las encuestas no registran un ascenso de CiU. Aparte de que un programa electoral soberanista abriría una fisura con Unió Democrática –la vicepresidenta Joana Ortega se ha manifestado en sentido idéntico a Durán-, Mas no se puede permitir disolver para quedar mas lejos de la mayoría absoluta de lo que está hoy.

Son cuatro razones que inclinan al líder de CiU a la prudencia, al menos por el momento. Veremos que sale de la cumbre de mañana pero Mas tiene un triunfo. Sabe que ningún partido que de verdad quiera contar en Catalunya puede ignorar la demanda de una mejor financiación. Y puede intuir que si CDC modera sus planteamientos, la demanda del pacto fiscal logrará más apoyos en Catalunya y ganará aliados en España.

Hace poco, en el congreso de CDC, Artur Mas afirmó que si España no aceptaba el pacto fiscal que proponía (muy similar al pacto vasco) no quedaría otra opción que lograr, por las buenas o por las malas, una hacienda pública catalana. Era una amenaza de ruptura con el Gobierno español tras la que algunos veían un posible adelanto electoral con intención referendaria: o con CiU y el concierto fiscal o contra Cataluña. Y gente próxima a Mas añadió que en el Parlament ya había una sólida mayoría para el pacto fiscal: CiU, ERC e ICV.

Artur Mas