El PP pierde la mayoría y España se queda huérfana de liderazgo

La encuesta de ayer de El Periódico de Catalunya es la primera que predice la pérdida de la mayoría absoluta del PP. Pese a ello, los populares, que bajan seis puntos en estimación de voto respecto a las generales de noviembre y pasan de 186 a una horquilla de 168-172 diputados, continuarían ganando las elecciones porque el PSOE se estanca en votos y diputados (109-112 frente a los 110 de noviembre).

La desafección respecto al PP y la falta de reacción del PSOE provoca el incremento del voto de otras fuerzas políticas, en especial IU, que podría llegar a 20 diputados (11 ahora) y UPyD, que sacaría entre 11 y 12 diputados frente a los cinco actuales. CiU se mantiene algo a la baja, mientras que el PNV sube y superaría a Amaiur (la coalición de la izquierda abertzale).

El resultado sería pues un parlamento más fragmentado en el que sería imposible lograr una mayoría alternativa a un Gobierno (mucho más débil) del PP. Además, la subida de IU y UPD parece deberse más al desencanto con populares y socialistas que a méritos propios, por lo que podría estar exagerada. Un dato curioso que avala esta interpretación es que una abrumadora mayoría (el 78% contra el 16%) desea un Gobierno de unión nacional entre PP y PSOE y que este sentimiento es también muy fuerte entre los electores de IU y UPD (71 y 79%) e incluso entre los nacionalistas (64% en los de CiU, 62% en el PNV y un sorprendente 66% en Amaiur). Si la repulsa al PP y al PSOE fuera profunda no se desearía un Gobierno de unión nacional de esos dos partidos.

La encuesta es muy negativa para el PP porque su declive electoral se sustenta en un acentuado  pesimismo que no parece que vaya a remitir. El 92% cree que la situación económica es mala o muy mala y el 66% la juzga peor que hace un año. El 82% cree mala la situación política y el 55,4% opina que se ha agravado en el último año, o sea que es peor que antes de que el PP ganara las elecciones. Incluso los electores del Partido Popular son muy críticos, ya que sólo creen por un estrecho margen de cuatro puntos (36 a 32%) que la situación política es mejor que antes de las elecciones de noviembre.

El único consuelo del PSOE es que el 36% de los españoles (contra el 30,9%) prefieren a Rubalcaba de presidente. En Cataluña, la ventaja es de 44% a 14%   

Es este pesimismo el que desencadena el juicio negativo del Gobierno. El 56% (contra el 36%) no aprueba la gestión para salir de la crisis. Nada menos que un 69% (contra el 25%) opina que el Gobierno no tiene una estrategia clara contra la crisis, y el 77,2% (contra el 19%) cree que los ministros no dicen la verdad sobre la situación. Los encuestados que expresan poca o ninguna confianza en el PP suman ya un 58,6%, dato muy negativo, aunque algo mejor que el correspondiente al PSOE (60%).

De hecho, el único consuelo del PP es que el PSOE no remonta. Porque los encuestados creen mas culpable de la crisis al Gobierno Zapatero o por otro motivo, pero el dato es que el juicio sobre la acción del PSOE en la oposición es tan negativo -o incluso mas- que el del PP en el poder.

La encuesta es mala para el PP. Más incluso por la tendencia que apunta que por los resultados, pero no es alentadora para el PSOE. En intención directa de voto, la que expresan espontáneamente sin cocina los encuestados, el PP baja 8 puntos respecto a febrero pasado y obtiene sus peores registros desde 2005 (24,8%), pero aunque el PSOE se queda a sólo 2,5 puntos (22,3%) baja también 2 puntos. En todo caso, la intención directa al resto de opciones políticas (ciertamente muy dispares) sube 6 puntos y se coloca en el nunca antes alcanzado 27,1%.

El único consuelo para el PSOE viene del atacado Rubalcaba. La nota del candidato socialista vuelve a superar, aunque por la mínima (4,2 contra 4,1) a la de Rajoy. Y en las preferencias como presidente, Rubalcaba se coloca por encima de Rajoy (36% contra 30,9%), con ventajas sustanciales en Andalucia, Cataluña (44,4% para Rubalcaba), el País Vasco y, más sorprendentemente, Madrid (37,7% contra 31,5%).

El PP ha iniciado un declive que, a corto plazo, parece difícil de corregir. Pero el PSOE sigue estancado en los resultados de noviembre de 2011, los peores desde las primeras elecciones democráticas. España se ha quedado huérfana de liderazgo y los ciudadanos protestan, sin demasiada convicción, con un voto que emigra a UPD (electores decepcionados del PP) y a IU (abstencionistas del PSOE el pasado noviembre).