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Pero Ayuso da dos veces en el clavo: migrantes menores y menores con pantallas
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Pablo Pombo

Crónicas desde el frente viral

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Pero Ayuso da dos veces en el clavo: migrantes menores y menores con pantallas

Los rivales de Ayuso tienen problemas para admitir que les desborda en actitud y siguen sin darse cuenta de que también les supera en aptitud

Foto: Isabel Díaz Ayuso. (EP/Gustavo Valiente)
Isabel Díaz Ayuso. (EP/Gustavo Valiente)
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Justo cuando todos los líderes nacionales incurren en errores no forzados, bien feos además, acierta la Presidenta madrileña en dos de las cuestiones que más están marcando la conversación nacional. Las dos han agarrado protagonismo en los últimos días, aunque llevan tiempo en el primer plano de la atención pública. Y en las dos ha emitido Ayuso un mensaje que conecta con el sentir mayoritario.

A lo largo del último año, hemos comprobado la importancia de la inmigración para la decisión de voto en Francia, Estados Unidos y Alemania. Aquí, es evidente que la extrema derecha hace todo lo posible para que ocurra lo mismo. Lo está haciendo Vox y lo está haciendo Junts con discursos perfectamente intercambiables.

A escala nacional, el cálculo partidario parece imponerse sobre una cuestión ética que no debería olvidarse en ningún momento, especialmente, en el asunto que está siendo fuente de controversia. Los "Menas" son menores y nuestra sociedad tiene la obligación de velar por su integridad, por los derechos humanos.

El PSOE ha preferido someterse al supremacismo del nacionalismo catalán a cambio de un poquito más de agonía en el Parlamento y el PP valenciano ha comprado la lógica de la xenofobia a cambio de que Mazón pueda prolongar su deceso moral.

Los "Menas" son menores y nuestra sociedad tiene la obligación de velar por su integridad, por los derechos humanos

Sin embargo, esta misma semana, a cuenta de los menores migrantes, plantó cara Ayuso a los ultras con una intervención parlamentaria que la eleva como referente de la centralidad y de los valores constitucionales.

No es casual que Ayuso sea igual de certera combatiendo al nacionalismo catalán y al extremismo de Abascal. En ese terreno es una ganadora porque no da ninguna batalla por perdida, porque no tiene ningún complejo ideológico y porque resulta divertida y demoledora al señalar las contradicciones de sus rivales. Va siempre con todo.

Y tampoco es casual que sea la más eficaz frente a Sánchez. Nadie saca más de sus casillas al Presidente que la Presidenta. Primero, convirtió la región en una aldea gala antisanchista. Después, aplicó un modelo de gestión opuesto que da la impresión de ir muy mal. Y, ahora, está dándole la vuelta a la aparente campaña de destrucción diseñada desde el poder político contra ella.

Y tampoco es casual que sea la más eficaz frente a Sánchez. Nadie saca más de sus casillas al Presidente que la Presidenta

Los rivales de Ayuso tienen problemas para admitir que les desborda en actitud y siguen sin darse cuenta de que también les supera en aptitud. Andan los socialistas madrileños tratando de convencerse a sí mismos de lo bien que les irá en las próximas elecciones. La llaman fascista y hablan de "izquierda valiente" sin salir de las agrupaciones y sin comprender que el candidato impuesto por Moncloa es un regalito para ella, precisamente, por ser un producto 100 % sanchista y quizá manchado en la operación que pudo urdirse.

Probablemente, mejorará el PSOE porque la extrema izquierda regional ha decidido suicidarse. Podrán volver a la segunda posición y hasta ahí. Se dan todas las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales para que la mayoría absoluta del PP pueda renovarse sin demasiadas dificultades. Para que se produzca un cambio político en Madrid tiene que cambiar la izquierda española y no se distinguen visos de que eso vaya a pasar, porque la tarea exige pensar.

Pensar y, a ser posible, estar, aunque solo sea un poco, en contacto con la realidad. No conozco un padre que no esté preocupado por la omnipresencia de las pantallas en la vida de sus hijos. Y solo Ayuso está actuando para proteger a los menores de esa vulnerabilidad y de las demás.

Se dan todas las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales para que la mayoría absoluta del PP​ pueda renovarse

Solo ella parece estar decidida a actuar frente a la banalización de las drogas con la que suelen tontear los progresistas, solo ella parece estar tomándose en serio el grave problema de acoso escolar, solo ella parece darse cuenta de lo que se ve en la serie de la que todo el mundo viene hablando últimamente. "Adolescencia" estremece al público porque saca a flote una verdad: hoy ser adolescente es muchísimo más peligroso de lo que fue en nuestra época y parte del riesgo tiene que ver con el uso intensivo y descontrolado que hacen los menores de las redes sociales. Creemos que están seguros cuando están en la habitación, no lo están.

Es un error confundir la modernidad con la sacralización de la tecnología. El móvil y la tableta no serán nunca más modernos que el libro porque disminuyen la capacidad de atención, aprendizaje y retención de todos los chavales.

Y los primeros que lo saben son, precisamente, quienes trabajan en las multinacionales tecnológicas. Ellos mandan a sus hijos a centros analógicos, tratan de inculcarles una educación que no orilla las humanidades y retrasan el acceso a los dispositivos tanto como se puede. Lo hacen porque son completamente conscientes de que las redes no son menos adictivas que el alcohol y el tabaco.

Es un error confundir la modernidad con la sacralización de la tecnología. El móvil y la tableta no serán nunca más modernos que el libro

Desde una perspectiva liberal, se me ocurren pocas cosas más iliberales que un sistema educativo que abre la puerta a la adicción de los menores mediante el uso de una tecnología que ha demostrado ser menos eficaz que el papel.

Desde una óptica socialdemócrata, se me ocurren pocas cosas más deshumanizadoras que entregarle gratuitamente a una empresa no controlada toda la información de quienes hoy son menores de edad y mañana pueden ser completamente manipulables, mediante la combinación de los grandes datos y la inteligencia artificial.

Desde un punto de vista conservador, se me ocurren pocas cosas más peligrosas que poner en manos de los niños instrumentos diseñados para hacer negocio con el odio, la violencia, la sexualización y amenazas a la salud física y mental tan peligrosas como los trastornos alimenticios.

Foto: Isabel Díaz Ayuso, en 'El hormiguero'. (Atresmedia) Opinión

Resulta, queridos profesores, que sus estudiantes no emplean únicamente la tableta para estudiar. Es más, es para lo que menos la utilizan. Aprenden a saltarse las barreras para poder hacer con ellas todo lo que los mayores les enseñan.

Ya entiendo yo que al profesorado puede resultarse más cómodo ese circuito teniendo 25 o 30 alumnos en cada curso. Pero me gustaría que ustedes comprendiesen que solo tengo un hijo y que no me agrada la obligación de atarle a una pantalla que, además, está empezando a ser rechazada en todas las naciones que fueron pioneras en introducirlas en el circuito educativo.

El paso de la Comunidad de Madrid no es un retroceso, es un avance. Es una medida que pone a las personas por delante de todo lo demás. Y en la misma dirección fue el discurso de la Asamblea respecto a los menores migrantes. Primero, las personas. Y, luego, la convivencia. La necesidad ética de preservar a la sociedad del odio, la mentira y la barbarie. No puede haber política adulta si convertimos a los menores en mercancía.

Justo cuando todos los líderes nacionales incurren en errores no forzados, bien feos además, acierta la Presidenta madrileña en dos de las cuestiones que más están marcando la conversación nacional. Las dos han agarrado protagonismo en los últimos días, aunque llevan tiempo en el primer plano de la atención pública. Y en las dos ha emitido Ayuso un mensaje que conecta con el sentir mayoritario.

Isabel Díaz Ayuso
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