Informe sobre las últimas encuestas

Hoy vamos al grano. No en formato de artículo, sino en casi, casi en modo informe. Al pie.

El comienzo del mes trae la publicación de sondeos de tres casas de encuestas respetables. Antes de analizarlos, considero aconsejable recordar que no hay convocatoria electoral a la vista. La mayoría de españoles quiere elecciones y piensa que no las habrá a corto plazo. Es un hecho que ha de valorarse, porque las respuestas podrían ser bastante distintas cuando sí haya urnas en el horizonte.

Dicho esto, ha de señalarse que, en general, no se ven grandes cambios respecto a los números de principios de septiembre. La ventaja del bloque de la derecha frente al de la izquierda mantiene la estabilidad. Está en la zona de los 10 puntos y no parece que pueda haber coyuntura capaz de alterarla.

En términos partidarios, tampoco se aprecian variaciones espectaculares. Respecto al mes anterior:

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- El PP bajaría entre dos décimas y ocho décimas.

- El PSOE subiría entre dos décimas y 1,8 puntos.

- Vox podría haber perdido entre 7 décimas o ganado 8.

Si tomamos algo más de perspectiva y contemplamos lo ocurrido a lo largo del verano, sí podríamos apuntar a una cierta redistribución en el bloque de la derecha favorable a Vox y perjudicial para el PP.

En esa reordenación confluye un factor coyuntural -durante los meses de verano hubo menos información sobre las cuestiones de presunta corrupción que pudieron elevar a lo largo de la primavera las expectativas de los populares- y varios factores de carácter más estructural:

• La salida de Vox de los Gobiernos autonómicos fue un acierto en términos de estrategia partidaria porque devolvió la autonomía política a las siglas.
• La estela de la victoria de Trump está impactando en casi todas las naciones occidentales.
• La inmigración es el gran fenómeno político de la década y, cada vez más, un resorte principal a la hora de tomar la decisión de votar. Está dejando de ser una cuestión ideológica y convirtiéndose en transversal porque es vivencial.

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Por consiguiente, puede señalarse que la gran tendencia favorable a la ultraderecha que se está dando en toda Europa avanza en España aunque sea con el freno de mano echado.

De hecho, incluso puede comenzar a hablarse de una extrema derecha fragmentada en nuestro país. La suma de las distintas sensibilidades -Vox, Se Acabó La Fiesta y Aliança Catalana- rondaría el 20%, uno de cada cinco electores españoles.

La encuesta de El País deja algunas cifras que podrían llevar a los socialistas a preguntarse si es adecuada la estrategia de favorecer a Vox. Si algo se ha demostrado en las naciones de nuestro entorno es que la extrema derecha devora al partido socialdemócrata antes de comerse al partido conservador.

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Más allá del corto plazo, las cifras no emiten alarma roja, pero sí de color ámbar. Intenciones de voto por tramos de edad según la encuesta publicada por El País:

• De 18 a 24 años: PSOE 22,4 / Vox 24
• De 25 a 34 años: PSOE 20, 4 / Vox 25,9
• De 35 a 44 años: PSOE 13,3 / Vox 23,8

Es probable que el PSOE sea la tercera fuerza en más de una provincia española. Sánchez está replicando con Abascal la misma irresponsabilidad que llevó a cabo Rajoy con Pablo Iglesias.

Respecto a los dos partidos históricos. Ambos reciben a día de hoy estimaciones que les sitúan por debajo de sus resultados electorales en las últimas elecciones generales. Sin embargo, juntos se ubican en torno al 60% y esta sí es una anomalía europea.

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El caudal de transferencias de votantes socialistas hacia el PP, antes más ancho, se ha estrechado. Queda por ver lo que ocurre si la corrupción vuelve a monopolizar la conversación nacional. Y es aconsejable tener en cuenta que la entrada en la campaña electoral podría activar, como siempre, la palanca del voto útil hacia el bipartidismo.

En cualquier caso, la distancia entre ambos resultará clave en la distribución de escaños: el PP necesitará 8 puntos para gobernar como dice que quiere gobernar. En los tres últimos sondeos sigue por delante:

• 40dB (El País): +0,9
• Sigma Dos (El Mundo): +6,6
• NC Report (La Razón): +7,8

En lo concerniente a la izquierda, sí parece claro que el PSOE ha logrado remontar tras los duros números de julio sin llegar a los dos puntos en ninguno de los tres sondeos. Da la impresión de que ha mejorado en lealtad de voto, en voto femenino y en transferencias desde la izquierda. Quizá lo más prudente sea esperar a los sondeos de noviembre para poder hablar de tendencia cuajada. Pero, sin duda, algo es algo.

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Sumar y Podemos no andan demasiado lejos de lo alcanzado por su espacio en 2023. Entonces alcanzaron el 12%, ahora se ubicarían en el entorno del 10%. Ir por separado, como parece que harán, les penalizará en muchísimas provincias donde se perderán todos sus votos.

Finalmente, merece la pena prestarle atención a la crisis de liderazgos que afrontan todas las formaciones. Ninguno está para presumir, no ya por los índices de aprobación, sino por datos que resultan más preocupantes y que aporta Sigma Dos. Fijémonos en los votantes que dicen estar cambiando su decisión de voto:

• 1 de cada 3 de los que se irían al PP lo justifican por estar descontentos con el liderazgo del partido.
• 1 de cada 4 de los que se marcharían del PSOE por estar descontentos con su líder y 3 de cada 10 por las informaciones que rodean al entorno del presidente.
• 1 de cada 4 personas que abandonarían Sumar estarían descontentas con su líder.
• Las cifras son algo más tibias para Abascal, pero las críticas por la gestión interna son fuertes: 1 de cada 4 critica la salida de otros referentes del partido.

Conclusiones:

1-. No, no hay seísmo pero algo sí se está moviendo dentro de la derecha, aunque sea despacio.

Opinión

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2-. El PSOE toma aire, pero toca esperar para comprobar si salió del bache.

3-. Con estos datos en la mano, se entiende por qué el presidente no convoca elecciones.

4-. Con las cifras y acontecimientos de los próximos meses, puede que Sánchez se arrepienta de no haberlas convocado antes.