Es noticia
Todo lo que no está prohibido
  1. España
  2. Cronicavirus
Marta García Aller

Cronicavirus

Por

Todo lo que no está prohibido

Poner siempre el foco en lo que está prohibido y lo que no transmite la peligrosa sensación de que siguiendo la ley a rajatabla se está a salvo del virus

Foto: Protesta del gremio de hostelería y restauración contra las restricciones por el coronavirus. (EFE)
Protesta del gremio de hostelería y restauración contra las restricciones por el coronavirus. (EFE)

Desde que empezó el toque de queda por la pandemia, apenas hay citas a medias. Quedarse a dormir en casa ajena ha pasado a ser un imperativo legal. De ahí que en Madrid hayan aumentado un 50% los pasajeros en metro y autobús que viajan entre las seis y las siete de la mañana. No es que a todo el mundo le haya dado de repente por madrugar. En vez de regresar antes de la medianoche, esperan al día siguiente a que vuelva a ser legal salir a la calle. Ahora, las noches se comparten para evitar una multa y lo que surja.

Según un viejo principio del derecho, todo lo que no está prohibido está permitido. Así que los trasnochadores estarían “respetando toda la normativa” escrupulosamente, como pedía hace unos días a los ciudadanos el alcalde de Madrid al tiempo que los animaba a salir a consumir. Siempre dentro de la ley, claro. Hacer hincapié en el cumplimiento de la norma, poniendo siempre el foco en lo que está prohibido y lo que no, transmite la peligrosa sensación de que siguiendo la ley a rajatabla se está a salvo del virus. Obviamente, no es así. El covid-19 no se ha estudiado los principios de legalidad. Todo lo que no está prohibido, está permitido. Pero no todo lo permitido es seguro. Uno puede cumplir todas las normas y aun así contagiarse del coronavirus. A la pandemia le encantan el frío y los vacíos legales.

Foto: Varias personas, todas ellas con mascarilla, cruzan un paso de peatones en una calle de Valencia. (EFE) Opinión

¿Tiene entonces sentido animar a la gente a quedarse en casa para frenar la pandemia pero mantener abiertos el ocio y la restauración? A medida que avanza la segunda ola del covid, debatirse internamente entre lo que es legal y lo que es recomendable sanitariamente es un lujo ético vigente en cada vez menos regiones. En Cataluña, Castilla y León y Asturias, donde la restauración ya se ha cerrado del todo, los ciudadanos no tienen que probar su fuerza de voluntad a la hora de quedarse en casa.

La vicepresidenta Carmen Calvo rechaza por ahora un confinamiento domiciliario como el que ya ha pedido Asturias y que Andalucía no descarta, porque asegura que el Gobierno está “verificando las medidas” tomadas hasta el 9 de noviembre. Va a ser interesante que midan el efecto del sudoku regional de prohibiciones que entró en vigor la semana pasada, teniendo en cuenta que muchas son contradictorias entre sí y cada una está siguiendo un calendario y unos umbrales distintos. Lo que no cambia es lo que es seguro para evitar contagios de covid-19: reducir al máximo los contactos y juntarse solo al aire libre (o en lugares ventilados) y con la mascarilla puesta.

Foto: Foto: Reuters. Opinión
TE PUEDE INTERESAR
El pecado original de la segunda ola
Marta García Aller

Unas comunidades mantienen cerrados los parques y abierta la restauración, otras cierran los gimnasios y los centros comerciales. Hay toques de queda a las 21:00 y los hay a medianoche. ¿Cuándo es el momento de prohibir las reuniones entre no convivientes en interior, como ha hecho Navarra? ¿Está funcionando la restricción de movilidad entre municipios que mantiene el País Vasco? ¿Hacen bien en decretar el cierre de bares o es Madrid la que acierta dejándolos abiertos ahora que la incidencia acumulada baja en la capital?

Mientras sigue aumentando la ocupación de los hospitales en toda España, el Gobierno no para de decir que le parecen bien las medidas que cada comunidad toma, aunque cada una siga un ritmo distinto. Cuando las regiones con más presión hospitalaria le urgen al confinamiento, Calvo pide no “adelantar fases” e insiste en que hay margen para valorar las medidas del impacto del estado de alarma tal y como está. Asegura también que hay que esperar al momento adecuado. Lo malo va a ser que para cuando se decidan a aclararnos cuáles de todas las medidas yuxtapuestas en las últimas dos semanas han sido las más útiles, el momento adecuado de aplicarlas al resto del país haya pasado ya. El virus no mira ni el BOE ni el reloj.

Desde que empezó el toque de queda por la pandemia, apenas hay citas a medias. Quedarse a dormir en casa ajena ha pasado a ser un imperativo legal. De ahí que en Madrid hayan aumentado un 50% los pasajeros en metro y autobús que viajan entre las seis y las siete de la mañana. No es que a todo el mundo le haya dado de repente por madrugar. En vez de regresar antes de la medianoche, esperan al día siguiente a que vuelva a ser legal salir a la calle. Ahora, las noches se comparten para evitar una multa y lo que surja.

Noticias de Castilla y León Cataluña Hostelería