Es noticia
Servidora no es tonta
  1. España
  2. Desde San Quirico
Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

Por

Servidora no es tonta

Me pasan unas cosas divertidísimas. El otro día, me pararon dos chavales por la calle y uno de ellos me dijo: “oiga, ¿usted es economista o

Me pasan unas cosas divertidísimas. El otro día, me pararon dos chavales por la calle y uno de ellos me dijo: “oiga, ¿usted es economista o sólo actor?”.

 

Cuando les dije que ni una cosa ni otra, se quedaron un poco mustios. Tuve que decirles que era ingeniero y que salía en la tele.

Hay muchas cosas curiosas. Los periódicos vienen apasionantes. Parece que se ha acabado la gente normal.

Hoy veo noticias sobre el Palau de la Música de Barcelona, sobre las comisiones, legales, claro, que cobraban unos y otros, sobre los 100 millones de dólares (16.638.600.000 de las pesetas que había antes) que se ha gastado un señor para conseguir ser Alcalde de Nueva York (y casi no gana), sobre un señor que estaba en una cárcel de Malabo y le servían todos los días la comida desde un hotel de lujo.

Al cabo de un rato me llaman de Aragón Radio para que hable de cuándo se acabará la crisis

Luego leo que en Estados Unidos se empieza a hablar de la jobless recovery, o sea, de la recuperación de la economía sin que se recupere el empleo.

A mí, que no soy economista ni actor, todas estas noticias me dan una sensación de una cierta inseguridad, porque lo del entorno, que decía Cruyff, era verdad. ¡Qué entorno, Dios mío! Estos sí que han salido del armario. Debía ser un armario muy grande, porque había muchos. Y, además, muy trabajadores. Porque para hacer todas las cosas que dicen que han hecho, hay que trabajar mucho. Todos estos chanchullos no se hacen así como así. Ahí había muchas horas de trabajo de las que me gustan a mí, o sea, bien trabajadas.

Lo que pasa es que el fin era malo. Por lo que parece, muy malo.  Y claro, si el fin es muy malo, cuanto más trabajes, peor.

Lo de la jobless recovery me ha llegado al alma. Pensar que hay mucha gente sin empleo y que tengo que decirles que estén muy contentos, que ya hay recovery, lo que pasa es que es jobless, me da miedo, porque igual alguno me parte la cara. Ya se sabe que los parados, a veces, tienen mal carácter y la pueden liar, sobre todo si piensan que alguien les está tomando el pelo.

Según la encuesta de población activa que publica el Instituto Nacional de Estadística, en España, el 23 de Octubre había 4.123.300 parados, o sea, 1.524.600 personas más que hace un año. Y estos más de cuatro millones representan el 17,93 % de los 22.993.500 personas activas. O sea, que cuando usted sale a la calle y ve personas activas (o sea, gente que puede trabajar), de cada 100 personas que ve, 17,93 -pongamos 18, para redondear- están parados.

A mí, esta cifra me parece muy alta. 4.123.300 personas en paro pueden ocultar 4.123.300 dramas. Ya sé que habrá algún caradura, pero me da lo mismo. La cifra es muy seria.

Dicen que ha bajado el consumo. ¡Claro! Además, me parece bueno que, como he dicho muchas veces, la gente gaste con la cabeza.

Mientras escribo esto, recibo una publicación de propaganda, en la que me animan a “Vivir sin límites”. Esta gente debe pensar que yo no soy economista ni actor, sino imbécil. ¿Por qué tengo que vivir sin límites? ¿Por qué tengo que tener una televisión con “contraste infinito o megacontraste en la pureza de colores con negros auténticos”? Menos mal que me dicen que podré conseguir un importante ahorro energético. (De ahí a decir que si no compro ese chisme contribuyo al empeoramiento del clima va un paso.)

 

Perdón por la digresión. A veces me voy por las ramas.

Vuelvo a lo de antes. Déjense de tontadas, señores: los que nos gobiernan (o así), los que se oponen a los que nos gobiernan, pero que hacen las mismas bobadas que ellos. Y los demás, también. (Los del megacontraste.) Déjense de intentar tomarnos el pelo, que no somos tan tontos como ustedes piensan.

Dicen que hay desafección entre la clase política y los otros. En primer lugar, hay que recordar que “los otros” somos muchos más y que los de la clase política son nuestros empleados. Y cuando en una empresa un empleado hace el tonto, lo hace durante dos días, o a lo sumo, tres, si cae en fin de semana. Porque, inmediatamente, ese empleado sale por la ventana más próxima, con despido libre o con indemnización de 45 días por año trabajado.

¿No habrá llegado el momento de que empecemos a dar indemnizaciones a estos chicos para que dejen de molestarnos?

Por si faltaba algo, ahora nos toca presidir la Unión Europea. No sé si la citada Unión tiene fuerza suficiente como para aguantar 6 meses de Presidencia nuestra. Pero eso es lo de menos. Lo de más es que nuestro Presidente se volverá a distraer -está en una distracción continua- y se pensará que es un crack y que está al mando de la jobless recovery, o sea, de decir que esto va que chuta, a pesar de que hay unos cuantos señores (4.123.300) que se empeñan en no encontrar empleo.

¿Por qué no se lo toman en serio? ¿Por qué no ayudan a las empresas? ¿Por qué no ayudan a que las entidades financieras hagan lo que deben? ¿Por qué tenemos que aguantar las tonterías de las patronales y los sindicatos?

¿A qué se dedican todos ustedes?

P. S.

 

1.Para que no parezca que todo son noticias negativas, leo que “Rajoy castiga al segundo de Gallardón y regaña a Aguirre”. Seguro que, después del regaño, Dª Esperanza no duerme.  Ahora ya me tranquilizo. Seguimos estando en buenas manos (las de Dios.)

 

2.También leo que la Sra. Aguirre no hace declaraciones si lleva zapato plano. Igual habría que recomendar eso del zapato a muchos.

 

3.Cuando escribía lo de que estos chicos intentan tomarnos el pelo, me acuerdo de lo que me decía una señorica muy mayor, en un pueblo de Aragón: “Mire, D. Leopoldo. Servidora es muy humilde, pero no es tonta.”

Pues eso.

Me pasan unas cosas divertidísimas. El otro día, me pararon dos chavales por la calle y uno de ellos me dijo: “oiga, ¿usted es economista o sólo actor?”.