Hoy toca hablar de lo que pasa y hacer profecías

Cada día pasa algo. Cuando no es Grecia, es Hungría. Cuando no es Hungría es Inglaterra. Siempre pasa algo. Desde el punto de vista positivo, leer el periódico ahora es más apasionante. Por la mañana, siempre me pregunto: “¿qué habrá pasado hoy?”

Bueno pues hoy, miércoles 9, leo que no ha pasado nada. Ha habido huelga de funcionarios, seguida por un porcentaje de personas comprendido entre el 11 y el 75 %. De ahí deduzco lo de siempre: que cada uno cuenta como le conviene, por lo que no hay que hacer caso a nadie. Sigo leyendo y veo que “el Gobierno, aliviado, evita sacar pecho”, que “Zapatero ya no se ve tan débil” y que “la izquierda tiene poder, pero no contrapoder”.

A lo del Gobierno y el pecho contesto que me parece muy bien, porque lo de presumir es malo.

A lo de la debilidad del presidente en funciones, que se mire en el espejo.

A lo del poder y el contrapoder, como no lo entiendo, no digo nada.

No sé por qué, ahora me ha dado por jugar a profeta. Y visto el calendario, se me ocurre predecir lo que va a pasar, rogándoos, por favor, que si no doy ni una, lo atribuyáis a mi ignorancia absoluta y a mi edad provecta.

Con esta advertencia, digo que:

1. El día 16 el Gobierno sacará la reforma laboral.

2. El decreto sufrirá miles de interpretaciones. Como soy muy simplón, sólo miraré si, gracias a ese decreto, se puede ayudar a crear empleo. Si es que sí, me parecerá maravilloso. Si es que no, una farfollada.

3. El 16 juega España en Sudáfrica, con lo que tendremos alguna cortinica de humo para disimular lo de la reforma. Si gana España, porque ha ganado. Si pierde, porque ha perdido, y si empata, porque menos mal.

4. Del 16 al 18 habrá bulla. Discreta, pero bulla. Digo discreta porque los sindicatos, de acuerdo con D. José Luis, harán como que hacen. Y la patronal, de acuerdo con D. José Luis y con los sindicatos, hará como que hace.

5. El 18, en el Consejo de Ministros, se aprobará la reforma laboral, con detallicos cambiados para que D. Cándido, D. Ignacio y D. Gerardo queden bien ante su gente.

6. Y yo juzgaré la reforma en función de su capacidad de ayudar a crear empleo. Ya sé que me repito, pero como hace cuatro párrafos que no lo digo, quiero que a nadie se le olvide.

7. D. José Luis hará llegar la reforma a la Unión Europea, o sea, a los que mandan, y los que mandan le dirán a D. José Luis que ánimo, que parece que el enfoque es correcto y que lo haga, y que le seguirán vigilando, porque después de todo lo que ha pasado, no están para más sustos.

8. El programa de aumento de impuestos seguirá. No nos gustará a nadie, recogerán firmas contra la reforma, etc. Pérdida de tiempo.

9. El programa de recorte de gastos seguirá. Vendrán amenazas sindicales, pero si el Gobierno mira al frente y no les hace caso, no pasará nada. A D. José Luis le acusarán de thatcherismo. Si esa acusación se la hacen en viernes, no escribiré el artículo del Confidencial, porque estaré hospitalizado, recuperándome del ataque de risa.

10. La reforma de las pensiones seguirá. No nos gustará a nadie, recogerán firmas contra la reforma, etc. Pérdida de tiempo.

11. Continuarán los apuros de los ayuntamientos y, por lo que parece, alguno se quedará sin luz.

12. En un ataque de lucidez, alguna Comunidad Autónoma se planteará qué sucedería si dejase de hacer tonterías durante una temporada (por ejemplo, 25 años.).

13. En otro ataque de lucidez, alguien se planteará si 17 Comunidades Autónomas caben en España.

14. Standard & Poor´s, Fitch y Moody´s nos pegarán algún susto que otro. Todos diremos que no hay derecho a que estos señores tengan tanto poder, después de las tonterías que han hecho. Pero esto es lo que hay. Tienen mucho poder. Y cuando te rebajan la nota, tiemblas. Tiemblas porque te cuesta más encontrar financiación para tus locuras y, cuando la encuentras, te sale más cara.

15. El presidente en funciones (si su partido, en un alarde de masoquismo, sigue manteniéndolo), seguirá diciendo cosas tales como que “en el momento oportuno, se exigirá un esfuerzo adicional a los que más tienen”, lo cual suena muy bien. Por ahora, mientras llega el momento oportuno, subirá el IVA, que nos golpea a todos.

16. Y cuando los sindicatos, que me dan un poco de pena, porque me parece que los que mandan están en el siglo XV y así no saldrán nunca adelante, cuando los sindicatos, digo, amenacen con una huelga general e incluso, la hagan, con una seguimiento comprendido entre el 3 y el 94 %, más o menos, nuestro presidente en funciones, les dirá, con gesto serio y preocupado: “camaradas, la culpa es de la Unión Europea. Yo no quería, pero estos condenados capitalistas me obligan a hacerlo”

17. Y se irá tan tranquilo a casa. (Y no digo a León, porque, a pesar de mis esfuerzos, este señor no se irá a León por su propia voluntad. Se lo tendrán que llevar los de su propio partido, poniéndole guardia durante una temporada en su casa, para evitar que, inflamado por el fervor patriótico, se escape por una ventana del cuarto de baño y aparezca  otra vez en la Moncloa.).

18. Dije en un programa de televisión que el 3 de julio, el Ibex estaría en 9.300. Mis amigas las presentadoras se parten de risa pensando en qué cara voy a poner ese día cuando salga la cifra. Pero hay un señor que trabaja en un Banco que ha dicho que “a veces, con cinco días de estabilidad es suficiente para cambiar el rumbo de los acontecimientos”. Necesito cinco días.

P.S.

1. Mi amigo de San Quirico dice que le parece que fue un chino el que dijo que cuando el sensato señala la luna con el dedo, el necio ve el dedo.

2. Y sigue diciendo que con lo de las cortinas de humo pasa lo mismo. Que cuando el necio lanza una cortina de humo es porque piensa que los demás son tan necios como él y que sólo verán el humo.

3. Mi amigo, que es muy radical, mete en las cortinas de humo a la selección española, el burkha, el Estatut de Cataluña, la prohibición de los toros, la reforma de la Diagonal y la campaña anti tabaco.  Este hombre es un mal pensado.

4. Me escribe un amigo y me dice que la Patrona de León es la Virgen del Camino. Pues D. José Luis, ya sabe usted a quién encomendarse. Pero hágalo pronto, por favor.