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Los empleos de verdad, los empleos de mentira y lo que voy a hacer el 29-S
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Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

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Los empleos de verdad, los empleos de mentira y lo que voy a hacer el 29-S

Hay días en que las cosas vienen de dos en dos. Ayer por la mañana recibí un correo de un amigo mío, que se dedica a

Hay días en que las cosas vienen de dos en dos. Ayer por la mañana recibí un correo de un amigo mío, que se dedica a temas inmobiliarios. Me decía: “tú que eres un gurú, dime cuándo saldremos de esta crisis”. Y, como me conoce bien, añadía: “no vale decir que cuando echemos a ZP”.

Por la tarde me llegó otro mensaje: “siempre estamos hablando del mañana. ¿Cuándo empieza el mañana?”

La gente sigue sin saber dónde estamos. O mejor, dónde vamos. Porque a muchos les agobia el hoy, pero les angustia el mañana. Lo pasan mal hoy, y piensan en un mañana sombrío. En otras palabras, se pre-ocupan.

He contado muchas veces lo de  la crisis en L. Yo no sabía que había crisis en V, L, Z, W…hasta que un día se me ocurrió decir que no pensásemos en hundimiento rápido y recuperación rápida, que, por lo que dicen, es la crisis en V, sino en hundimiento rápido, una etapa horizontal larga larga y recuperación lenta. Y alguien me dijo que esa es la crisis en L. Pues en L.

Me preguntan muchas veces si ya hemos tocado fondo. Y contesto que no lo sé, como siempre. Diría que no. Seguramente, ya lo he dicho alguna vez. Pero como no estoy seguro y como mi mujer asegura que, cuanto mayor me hago, más me repito, pues lo repito.

Iba a decir que no me preocupa eso de que el PIB va a  crecer un cero coma no sé cuántos o que va a bajar otro cero coma no sé cuántos. A  mí me parece que el no sé cuántos que tiene que importarnos es el de las 4.645.500 personas sin empleo y yo creo que esa cifra no va a disminuir de aquí a final de año y que pasaremos de los 4.700.000. Y si me equivoco, me equivoco, y bendito sea Dios. Con unas cuantas equivocaciones arreglaríamos las cosas.

Una responsabilidad seria de un Gobierno, aquí y en la Martinica, es ayudar a los que son capaces de crear riqueza. Ayudar no quiere decir subvencionar, como ganarse la vida no quiere decir pedir limosna.

Y, sigo repitiéndome, sólo las empresas son capaces de crear empleo. Lo de “sólo” puede ser una exageración, porque hay que ver el empleo que crean nuestras Comunidades Autónomas. Pero yo hablo del empleo de verdad, el que fabrica tornillos mejor que otro y por eso los vende mejor que otro.

Permitidme que me vaya por las ramas. Ahora me acuerdo de la visita que hizo Eisenhower a Franco hace muchos años. (Cada vez me acuerdo de cosas más viejas. Ya podéis estar satisfechos de que no os cuente cuando vino Eva Perón a Zaragoza, que fui a aplaudir.)

Dicen que Eisenhower, preocupado porque Franco no aclaraba sus intenciones, le preguntó: “General, ¿no le parece que debería usted pensar en el futuro?” Y cuentan que Franco, gallego él, le contestó: “¡pero si ya estamos en el futuro!”

Como podéis suponer,  yo no estuve en esa conversación, con lo que no puedo asegurar que sea verdad, pero creo que a Franco solía dar contestaciones como esa.

Vuelvo de la rama por la que me había ido y ahora hablo de los empleos de verdad y los empleos de mentira, porque hay de todo.

Ejemplo de empleo de verdad. Cuando mi amigo Esteban me dice que está contratando gente, porque la empresa crece, pienso en Antonio, que fue el que tuvo la idea y puso su dinero y me alegro en el alma, porque, gracias a aquella locura, hay personas que no engrosan la cifra fatídica de personas sin empleo. Y cuando a Antonio y a Esteban les preguntan cuándo empieza el mañana, dicen que ya ha empezado.

Ejemplo de empleo de verdad. Cuando otro amigo me cuenta las cosas que está haciendo en su negocio, cómo viaja por el mundo y las tiendas que abre, y voy a Buenos Aires y me encuentro con una tienda suya, me está diciendo que, para él, el mañana también ha empezado.

Ejemplo de empleo de mentira. Cuando veo la cantidad de gente que está preparando la huelga del día 29, fabricando pancartas, pañuelos y gorras, entiendo que estas personas, muy respetables todas ellas, han decidido echar una cana al aire ese día, estropeárnoslo, y seguir cargándose el país, que para eso somos ricos. Pero de empleo de verdad, nada.  Aunque acaben cansados

Tengo más ejemplos de empleos de verdad y empleos de mentira, pero los dejaré para otro día.

Pues eso, que ya estamos en el futuro. Y que el mañana es hoy. Y que, si esperamos, no empezará el mañana, porque nos quedaremos en el ayer. Eso sí, contentos al ver lo mal que lo estamos pasando y pensando que, como el amigo del primer mensaje, en el momento en que le echemos a este chico que está en la Moncloa, las cosas se arreglarán automáticamente y para siempre jamás. Y en España volverá a amanecer.
 
Pues no. Cuidado que tengo ganas de que el Presidente en funciones se vaya. Por lo menos nos ahorraremos sonrojos como el de Oslo o como aquello que nunca he entendido de que la tierra era propiedad del viento o al revés.

Pero, aunque se vaya, si el que venga, de derechas, de izquierdas o de lo que os dé la gana, no entiende que hay que ayudar a los muchos que en España se juegan su dinero y crean puestos de trabajo, no haremos nada.

Y si el que venga es serio y dice siempre la verdad y tiene un plan y nos lo cuenta y nos gusta y nos fiamos de él, y los sindicatos deciden dar un salto y plantarse en el siglo XX (ya no digo en el XXI, porque sería mucho pedir), y las entidades financieras deciden dar otro salto, habrá algunos que, en vez de guardar el dinero en el calcetín, igual lo sacan a producir. Y, entonces, sí. Habrá empezado el mañana.

P.S.

1. Puestos a hablar de sonrojos, ahora ha salido D. José Luis a darse una vuelta por Estados Unidos para convencer a financieros e inversores de lo bien que estamos y lo majos que somos.

2. Veo que no se ha llevado a José Manuel Campa, que hace unos meses causó muy buena impresión en un viaje que hizo para dar la cara.  Supongo que no ha podido ir porque tendría clases en el IESE. También supongo que los que han ido lo habrán hecho bien, porque si no, que Dios nos coja confesados.

3. Hace unos meses leí en Time que un señor había montado un tinglado fabuloso con el único fin de forrarse. Y se forró. Y, de paso, arruinó a unos cuantos (miles.)

4. Sorprendentemente, este señor no está en la cárcel.

5. Y, más sorprendentemente, este señor está en la lista de los inversores y financieros con los que se ha entrevistado D. José Luis.

6. Como D. José Luis va con la verdad por delante, les ha dicho que.

a. Está preocupado por el déficit.
b. Se ha acabado la fase de gasto público y estímulos fiscales.
c. Va a reducir la inversión pública en infraestructuras.
d. Va  a congelar la revalorización de las pensiones.
e. La reforma laboral irá muy bien.
f. El sistema de pensiones goza de muy buena salud, pero hay que cuidarlo, por lo de la explosión demográfica. (¡Y dale!)

7. Y supongo que les ha dicho también que subirá todos los impuestos que pueda, pero de esto no estoy seguro. (Aclaración: no estoy seguro de que lo haya dicho. Estoy seguro de que los subirá.)

8. A la salida, uno de los financieros asistentes a la reunión ha dicho que la situación de España “es desafiante” y que “hay que rezar” para  que el país pueda salir de la recesión.

9. Como consecuencia, he hecho un propósito: aprovechar el día de la huelga para ir a la parroquia de San Quirico a rezar al santo, pidiéndole que, aunque sea por una sola vez, le ilumine a nuestro Presidente en funciones.

10. Porque, como no le ilumine, y siga como hasta ahora, a la pregunta de cuándo empezará el mañana, tendré que contestar: “Si es por él, ¡¡NUNCA!!”

11. Y para eso, no hace falta ser gurú.

Hay días en que las cosas vienen de dos en dos. Ayer por la mañana recibí un correo de un amigo mío, que se dedica a temas inmobiliarios. Me decía: “tú que eres un gurú, dime cuándo saldremos de esta crisis”. Y, como me conoce bien, añadía: “no vale decir que cuando echemos a ZP”.