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¡Qué alegría! Llegaron los hispabonos
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Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

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¡Qué alegría! Llegaron los hispabonos

El Presidente del Gobierno ha dicho: “el Estado somos todos y el Gobierno de España no se puede desatender de lo que les pase a  las 

El Presidente del Gobierno ha dicho: “el Estado somos todos y el Gobierno de España no se puede desatender de lo que les pase a  las  Comunidades Autónomas”.

Y luego, el Gobierno ha añadido que van a poner en marcha  mecanismos de apoyo, aval y crédito para que las autonomías puedan refinanciar su deuda sin pagar intereses más altos.

¡Ya han llegado los hispabonos! Así les llamó Mas-Colell hace unos pocos meses. Luego, Albert Fabra, Presidente de la Generalitat valenciana, precisó más y les llamó hispanobonos, supongo que para que quedase más claro que el que avalaba era Hispania, para los amigos España.

A esto, el Ministro de Hacienda le llama “un compromiso de Estado con el rigor presupuestario”.

Lo que pasa es que esto del compromiso de Estado trae consigo que el Estado vigile un poco a los niños, porque si los niños siguen haciendo el tontín, el papá les tendrá que castigar. Y el Sr. Montoro, que es muy majo, muy amable y muy cariñoso, les ha dicho que, si se portan mal, habrá sanciones, incluso de tipo económico, y hasta que “podrán ser intervenidos”, entendiendo por “intervención” lo que  en Europa se llama “intervención”, o sea, la situación española actual.

Esto lo digo porque yo creo -lo he repetido muchas veces- que España está intervenida desde el 12 de Mayo de 2010, cuando el Presidente de entonces dijo que había decidido hacer un severo plan de ajuste, después de recibir, la víspera, unas cuantas llamadas telefónicas desde el extranjero. Y seguimos intervenidos cuando la señora Merkel nos dijo que mejor que cambiásemos la Constitución, y la cambiamos, quasi in occulto, que decimos los que estudiamos latín en el Colegio del Salvador de Zaragoza. (Que quiere decir “sin que nadie se diera cuenta”).

El hecho de que España esté intervenida nos ha ido muy bien, porque los que mandan (Europa) nos han dicho que no lo hacíamos bien (España), que gastábamos más de lo que ingresábamos, que no rebajábamos la deuda, que estábamos muy contentos porque solo debíamos 670.000 millones de euros, que los nuevos créditos eran para refinanciar la deuda y no para amortizarla, y que, como siguiéramos así, algún día (hoy o mañana) nos podría pasar algo. Que no seríamos los primeros.

Bueno, pues ahora, a portarse bien. Porque si “el Gobierno se hace responsable de que ninguna administración responsable sufra problemas de liquidez”, pues habrá que ser responsables.

El Ministro ha dicho que no se trata de echar la culpa al “hecho autonómico”, sino a las tontadas que han hecho algunos gobiernos autonómicos y a las duplicidades: Mas-Colell le ha contestado que más duplicador eres tú, pero esto son pequeños rifirrafes que no tienen mayor importancia.

Lo que sí me interesa a mí, y quizá a más gente, es que las duplicidades se acaben, sea de quien sea la culpa, que las administraciones sean responsables, que si tienen duda de hacer un gasto o no hacerlo, que le pregunten a cualquier ama de casa que esté viendo escaparates en frente de la Generalitat catalana, de la valenciana, de la DGA de Aragón o de cualquier otra.

Al final, Mas-Colell, según Jordi Barbeta en La Vanguardia, ha salido “satisfecho, esperanzado, pero impaciente”, de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Luego ha dicho que “exige el respeto escrupuloso a las competencias autonómicas”.

Y yo, que de estas cosas no entiendo mucho, me pregunto: ¿por qué?

El Presidente del Gobierno ha dicho: “el Estado somos todos y el Gobierno de España no se puede desatender de lo que les pase a  las  Comunidades Autónomas”.