No me copies más

Leo un artículo de Josep Cuní. Dice que Artur Mas no acaba de entender la política. Ya somos dos, Artur.

Como argumento, Josep, con quien he firmado libros en Sant Jordi y a quien, salvando las muchas distancias (a su favor), considero un colega, dice que Artur se otorga la invención de un método curioso, consistente en "lanzar el órdago de la lis­ta con­jun­ta con nom­bres des­ta­ca­dos de la so­cie­dad ci­vil y el apo­yo ex­terno de par­ti­dos que de­be­rían hi­ber­nar du­ran­te año y me­dio pa­ra pro­se­guir lue­go con el pro­ce­so".

Cuando alguien dice que se ha inventado algo que antes se me había ocurrido a mí, me suelo callar, porque pienso que, si se me ha ocurrido a mí, antes se le habrá ocurrido a otro.

Pero si Artur "se otorga la invención", tengo que decir que el "inventor" fui yo. Testigo, un político de un partido, que, cuando saqué el libro La hora de los sensatos, me dijo que se lo había leído. Como no me acuerdo de quién fue y, si me acordara, tampoco lo diría, veo que mi argumento es pobre. Sólo recuerdo que ese político no era del antiguo partido de Artur. (Digo "antiguo" porque me parece que ahora se quiere cambiar, cosa que no me extraña nada. Yo también me cambiaría.)

Pero, para una vez que tengo una idea, tengo que decir que "el método curioso" es mío.

Lo que pasa es que, en vez de llamarle "método curioso", le llamé safety car.

Copio lo escrito por mí en ese libro, editado por Espasa en 2010, página 66: "En las carreras de Fórmula 1, cuando pasa algo, sale el safety car, se pone delante de los coches y no les deja correr. (...) El safety car da una serie de vueltas y, cuando las cosas se han normalizado, se va de la pista".

Como esto le parecerá muy bien a la gente, pero no verá la relación con el "método curioso", y tengo poco tiempo para ir copiando y voy en el AVE y la mesa es pequeña y no me cabe el iPad, mi libro y un vaso de agua que me han traído, me pongo a recordar lo que escribí:

1. Que en España ha habido un accidente. Los coches, abollados; los conductores, enloquecidos; el público, admirado al ver la poca talla de los políticos, su nula preocupación por la Patria...

2. Necesitamos un safety car, formado por cuatro personas (no caben más).

- que no pertenezcan a ningún partido
- que tengan la vida resuelta
- que no necesiten el sueldo que NO van a cobrar
- que no necesiten el puesto para conseguir contactos
- que se puedan ganar la vida perfectamente, bien cuando dejen el puesto, sin esperar (copio del libro) que los nombren presidentes de la Empresa Nacional de Fabricación de Varillas de Paraguas, S.A. (Enfavasa), ni consejeros de la Sociedad Española de Novelas Pornográficas, S.A. (Soesnoporsa). (Lo de las puertas giratorias se me ocurrió a mí antes que a Pablito.)
- con sentido de equipo
- educados
- discretos y humildes
- que no consideren que el puesto es una buena ocasión para colocar a su mujer, sus hijos, yernos, nueras y demás familia, ni de pasar pedidos a las empresas de esas personas
- me da lo mismo que sean hombres o mujeres, con tal de que reúnan esas condiciones

3. Se irán al cabo de cuatro años, aunque haya manifestaciones públicas pidiendo que se queden.

4. Durante los cuatro años, los partidos arreglarán sus abolladuras, echarán a los impresentables, aclararán sus cuentas, etc.

Eso escribía en 2010. No sé si Artur ha leído mi libro. Espasa me asegura que no lo ha publicado en catalán, aunque el título quedaría bonito: "L'hora dels assenyats".

Como lo expliqué en el programa de Buenafuente, quizá Artur lo vio o alguien se lo contó.

P.S.

Es posible que me digan que se nota que no sé nada de política.

Pero como Josep dice que Artur tampoco, me he animado a escribir el artículo.

En realidad, el título debía haber sido: "¡No me copies, Artur!".

Perdona que no te haya llamado por el apellido. No te lo tomes a mal.