Reunión de familia

Estuve en Zaragoza con la familia de mi mujer. Desde que fallecieron mis suegros, los hijos se reúnen el último domingo de octubre. Ver a nueve chavales, el más joven de 69 años y el mayor, de 89, comiendo alrededor de una mesa, riéndose y diciendo eso de ¡qué bien te encuentro!, ¡cada día más joven!, es una gozada. Al final de la comida, una de mis cuñadas, la organizadora, informa a cada uno discretamente de lo que le toca pagar.

Después de comer, tertulia animada. Aunque durante el año estamos continuamente en contacto, cara a cara nos sentimos mejor y nos ponemos al día. Los que viven en Zaragoza nos cuentan cosas de nuestra tierra y los de fuera hablamos de...la independencia de Cataluña.

En todas partes cuecen las mismas habas. Habas conocidas porque se repiten y se repiten y se repiten: el alcalde de Zaragoza, en las fiestas de la Virgen del Pilar, diciendo que no entra en el templo porque su sitio está en la calle; no sé quién quiere expropiar la catedral de Jaca; ese tipo de cosas que leemos a diario, que antes me ponían nervioso y que ahora, más maduro, me resbalan, aunque no deja de preocuparme la catadura de la gente que nos gobierna.

Y... la independencia de Cataluña, asunto poliédrico, según la palabra que ahora hay que emplear para decir que las cosas no son simples, sino complejas, de muchas facetas.

Uno de los presentes dice que se ha cansado. Y que si Cataluña quiere ser independiente, ¡que se vaya! Y cuando yo le digo que, al final, esto se arreglará con unos cuantos euros, se enfada conmigo, como si yo fuera Artur, aunque, para cubrirme y porque lo creo de verdad, le digo que Artur es muy buena persona, aunque siendo muy buena persona se puede ser el presidente más nefasto que ha pasado por el Palau de la Generalitat.

Para que veáis la importancia que doy a la palabra 'nefasto' (funesto), quiero recordar que, antes de Artur, solo la he empleado con José Luis, aquel chico que vivió varios años en La Moncloa, destruyendo a base de sonrisas todo lo que pudo destruir, no construyendo nada y teniendo que recurrir a Julio Iglesias para que Bush, al cruzárselo por un pasillo, le dijera: "Hola, amigo". (Creo que Julio no cobró nada por la gestión. Yo hubiera cobrado, claro que con cargo a los fondos reservados, porque habría sido inadmisible que, además de ponerme colorado por la naturaleza de la gestión, hubiera tenido que pagar impuestos).

Sigo con la reunión familiar. Cuando he dicho lo de los euros, uno de la familia salta y dice que ya tiene bastante con el cupo vasco y el navarro, que nos cuestan a cada español 20.000 duros.

Dos cosas:

1. No sé si en los 20.000 duros (no euros: duros) están incluidos los dos cupos o es el precio de cada uno.

2. Para los que hayáis nacido en tiempos recientes: 20.000 duros, o sea, 100.000 pesetas, serían ahora 601 euros.

Pues eso, dice mi pariente: ¡que se vayan y que dejen de molestar! Y cuando ya se hayan ido, que busquen a quién tienen que echar la culpa de todo lo que les pase, una vez desaparecido el malvado 'Estat espanyol' y agotadas las maldades de Felipe V, de Franco, de todos los presidentes del Gobierno central, de Europa y del resto del mundo.

Porque no sé cómo va a poder medrar esta pandilla de atorrantes ("desfachatados, desvergonzados") sin decir quién tuvo la culpa y teniendo que ir todos los años a poner florecicas en el monumento del cobarde Rafael de Casanova, que se largó corriendo cuando se dio cuenta de que los catalanes de entonces se habían puesto en el bando perdedor en la lucha por el trono de España.

Eso dice mi pariente y añade que, como es muy culto y tiene estudios, lo del baturro contento por la secesión porque así Aragón tendrá mar, es un chiste, que a él le ha hecho gracia, pero nada más. Y que cuando Cataluña se vaya, todo se quedará geográficamente como está, aunque quizás económicamente, no.

Y pone dos ejemplos:

1. La idea de José Manuel Lara de llevar Planeta a Cuenca.

2. La idea, ya realizada de Grifols, de irse parcialmente a Irlanda. 'Parcialmente' quiere decir:

-La tesorería.

-La división más importante del grupo.

Y luego dice que si Grifols, que parecía adicto al régimen, ha hecho eso, qué no harán los no adictos, que no saben cómo contestar a la pregunta que se hace Martí Saball en 'Expansión' : "¿Hasta dónde llegará tal nivel de frivolidad e irresponsabilidad?".

Leí que, en democracia, una persona, un voto. Pero todos sabemos que por las famosas leyes electorales, eso no es verdad. Porque si en las elecciones del 27 de septiembre ganamos los que no queríamos la independencia y ahora tengo que oír a todas horas lo de la mayoría absoluta de los independentistas, y tengo que aguantar que la presidenta de medio Parlament chille un "viva a la república catalana" y tengo que aguantar los besos que se dan Artur y ella y tengo que aguantar que a Artur le llamen presidente en funciones (de teatro, supongo), pues alguien me está engañando, y ese alguien piensa que puede engañar a todos los que vivimos en Cataluña porque todos somos idiotas.

Y mirad, chicos, yo seré muchas cosas, pero idiota, lo que se dice idiota, o sea, "tonto o corto de entendimiento", no. Pero veo en el diccionario otro significado de la palabra 'idiota', que les pega bastante a esta gente: "engreído sin fundamento para ello". Y de ahí deduzco que TODOS ELLOS SON IDIOTAS.

Mientras tanto, la deuda de Cataluña se califica como basura, indudablemente por gente que nos odia a muerte y que nos envidia.

Mientras tanto, un jefe de servicio denuncia ante el Institut Català de la Salut y el Sindic de Greuges -el Defensor del Pueblo catalán- que dos pacientes del Hospital Vall d'Hebrón se han muerto por los recortes. Como no se puede echar la culpa a Felipe V, se informa que esta denuncia se produce porque este señor fue suspendido en una evaluación y se ha rebotado.

Mientras tanto, en el puerto de Barcelona, Ada ha decidido que manden los manteros, que ya tienen su propio sindicato para defenderse de las agresiones racistas. Como los que sufren a los manteros los sufren de verdad, han pedido que la guardia urbana sea sustituida por los Mossos, que no dependen de Ada como los pobres guardias.

Mientras tanto, los registros siguen adelante, haciendo verdad lo que me dijo un amigo cuando Maragall habló del 3%: "Ya firmaríamos". Uno piensa que los del porcentaje pensarán que mejor estar en el cortijo independiente, donde nos conocemos todos, que ser parte de un cortijo mayor, donde es más difícil dominar la situación.

Los idiotas -segunda acepción- se han hecho los amos de Cataluña.

Volviendo a Barcelona en el AVE después de la reunión familiar, pensé que, con estas credenciales, mejor nos va a los que estamos empadronados en Cataluña no ser 'gobernados' (ja) por esta gente y depender directamente de Madrid, porque como estos mozos nos hagan independientes, no podremos recurrir a la Guardia Civil, a la Policía Nacional o a la Brigada Acorazada Brunete, con los que dormiríamos más tranquilos.

P.S.

1. Mi censora me dice que el uso de la palabra 'idiota' puede doler a los que tengan en la familia alguien afectado por la idiocia, un trastorno mental grave.

2. En ningún caso quiero molestar, y menos despreciar, a estas personas.

3. He utilizado la palabra solamente en las dos acepciones señaladas en el texto.