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Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

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...como en la guerra

O sea, que nos lo tenemos que tomar en serio. Y tengo la impresión de que no acabamos de creérnoslo y seguimos pensando, como si viviéramos en la Arcadia feliz

Foto: Cuerpos militares desplegados por Bruselas.
Cuerpos militares desplegados por Bruselas.

Más atentados. Más personas muertas, más heridas, más dolor.

Más palabras altisonantes. Mejor dicho, las mismas: solidaridad, condolencia, democracia, unidad,...

"Parole, parole, parole", cantaba Mina hace más de 40 años. No hemos avanzado ni un metro. Todos nuestros "líderes" -nótense las comillas- han desempolvado el diccionario de palabras rimbombantes que no significan nada y las han soltado. Todos, las mismas. Varía el orden. Unos empiezan por "solidaridad" y otros por "condolencia", pero aquí sigue siendo válido que "el orden de los factores no altera el producto". Y el producto es una nación fofa, blandita, gelatinosa, debilucha, que anima a esos bestias a hacer bestialidades, sabiendo que lo más que les puede pasar es que suban el nivel 4 de alerta al nivel 5. (Esto es una pequeña exageración, pero cuando uno está hasta el gorro de esta cuadrilla de flojos que "gobiernan" -nótense las comillas-, dice cosas, no falsas, sino ligeramente -ligerísimamente- inexactas).

He dicho "una nación", porque, para mí, la Unión Europea es una nación. En construcción, pero nación.

Leo mis dos periódicos de hoy. Los titulares: "Terror contra la UE" y "Ataque a Europa".

O sea, que no han atacado a Bélgica. Que Bélgica es una de las partes de la nueva nación, Europa. Han atacado a una nación en construcción: Europa.

He dicho "nación en construcción". Tiene bastantes puntos adelantados.

  1. Tenemos una moneda común, a la que, prácticamente, ya nos hemos acostumbrado. (Digo "prácticamente", porque a mí todavía me cuesta algunas veces y traduzco los euros a aquello que existió hace tiempo y de lo que mis nietos no tienen ni idea: la peseta, moneda que desapareció irremediablemente).
  2. El BCE supervisa 128 bancos europeos, haciendo recomendaciones que, si no se cumplen, se convierten en obligaciones, según les recordó no hace mucho Danièle Nouy, Presidenta del MUS, Mecanismo Único de Supervisión. Este organismo también manda representantes para que asistan a las reuniones de los consejos de esas entidades y comprueben que los consejeros son presentables. (Todos los que conozco yo son presentables, pero, por el interés que se toma Danièle, debe haber más de uno muy impresentable). Y que, además, comprueben, como es natural, que los acuerdos que se toman en las reuniones del consejo tienen cara y ojos y no son farfolladas.
  3. Nuestros presupuestos se aprueban en Bruselas. Por eso, cuando Oriol Junqueras pide que le permitan a la Generalitat tener el mismo déficit que el de la Administración Central, Cristóbal le dice que no, porque él y Luis se han comprometido a conseguir un determinado déficit para España, y hoy, por lo menos hoy, la Generalitat es el gobierno de un trozo de España y el déficit de España, que presentamos en Bruselas a ver si Ies gusta, es el sumatorio de los déficits de la Administración Central, más las 17 autonomías, más las dos ciudades autónomas y creo que también de la Seguridad Social.(Aclaración: cuando no sé cómo se tienen en cuenta todos los déficits, empleo la palabra "sumatorio", que quiere decir que, de alguna manera, se suman. También podía haberle llamado "notación sigma", pero eso se entiende peor todavía).
  4. Los cientos de directivas que sirven como excusa al gobierno para implantar una medida, son otra prueba de que se está construyendo una nueva nación: los Estados Unidos de Europa, grande (500 millones de habitantes, cuatro millones y medio de kilómetros cuadrados), con raíces cristianas, pese a quien le pese, como se puede comprobar saliendo de San Quirico hacia arriba, luego torciendo a la derecha y viendo el número de iglesias que hay en Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo, Suiza, Austria, etc.

Ahora, Europa está en guerra. Nuestra nación no la ha declarado. Se la han declarado.

Me acuerdo de un viejo dicho: "en la guerra, como en la guerra". O sea, que nos lo tenemos que tomar en serio. Y tengo la impresión de que no acabamos de creérnoslo y seguimos pensando, como si viviéramos en la Arcadia feliz, que "'tó' el mundo es bueno", y que nosotros, a lo nuestro, que nos lo hemos ganado. Y nuestros politiquillos -ahí no he puesto comillas porque son eso- se dedican a futuribles y a repartirse los sillones que no tienen, con lo que he oído que Pablo no puede ser vicepresidente porque Pedro ya le ha ofrecido ese puesto a Albert; que el antiguo JEMAD puede ser ministro de Defensa; que puede haber tres vicepresidentes -Pedro, Albert y uno del PP que no sea Mariano- con un presidente de consenso; que, en el PSOE, Susana le quiere quitar la silla a Pedro...y así.

Mientras tanto, nos dejamos pegar y si un miembro de las fuerzas de Seguridad hiere ligeramente a un terrorista, le apartamos del servicio, le juzgamos por gatillo fácil y le mandamos a su casa, previo tratamiento psicológico.

...Y, como es natural, perdemos la guerra, porque así se pierden las guerras y se pierde todo, incluida la vergüenza. La virtud de la fortaleza ha desaparecido, arrollada por lo buenos que somos. Buenos, blandos, practicantes del "todo vale".

Llevamos 50 años construyendo Europa y, repito, hemos avanzado mucho. Pero nos falta bastante. Algunas cosas, pequeñas, lo que no quiere decir que no sean fundamentales. Empiezo este artículo el miércoles. Me acabo de enterar de que mañana jueves se reúnen los ministros de Interior de los países europeos para acordar pasarse la información que reciban. Es decir, que si el ministro del Interior estonio se entera de que un terrorista está alojado en la Pensión del Peine en Cadrete (Zaragoza), le llamará aJorge Fernández Díaz y le dirá que mande inmediatamente alguien a Cadrete porque seguro que ese chaval no ha ido allí a hacer turismo.

Europa tiene un parlamento, tiene un gobierno, tiene un tribunal de justicia, tiene un banco central... Tiene y tiene todo lo necesario para ser un país fuerte y serio

De esta noticia deduzco que estos mozos se guardan la información. Y que cuando un pájaro islamista pone una bomba, un ministro europeo le dice a su mujer, con sonrisa de superioridad: "yo ya lo sabía". Como dicen en mi tierra: "¡'pa' matarlos!". Me entero de que Turquía avisa a Bélgica de que allí hay un terrorista, Bélgica le retiene (no le detiene por lo de la presunción de inocencia) y le deja en seguida en libertad, pidiéndole perdón y diciéndole que puede irse a su casa. El terrorista, de camino a su casa, para en varias tiendas, compra lo necesario para hacer unas cuantas bombas, coge un taxi porque aquello pesa mucho y se va a trabajar.

Europa tiene un parlamento, tiene un gobierno, tiene un tribunal de justicia, tiene un banco central...Tiene y tiene y tiene todo lo necesario para ser un país fuerte y serio.

Supongo que, a partir del jueves, día en que sigo escribiendo el artículo, tendrá también un sistema para intercambiar información. Un poco de urgencia no iría mal, porque llevan 5 años discutiendo si se informan unos a otros de los pasajeros que volamos por Europa.

Europa gasta en defensa mucho dinero. En 2014, entre España, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Bélgica, 164.000 millones. Pero parece que cada uno se los gasta pensando en sí mismo. Yo creo que, si somos una nación, esa nación tiene que tener un ejército propio para defenderse de tanto salvaje como pulula por estas tierras.

En este momento, me voy por las ramas, cosa que, como todos sabéis, me sucede con bastante frecuencia. Y me acuerdo de los "lumbreras" que hay en nuestro país y de las "lumbreradas" que sueltan en estos momentos, porque para algo son figuras públicas y una figura pública debe proclamar a todos los vientos sus juicios profundos sobre lo que pasa:

  1. El alcalde de Valencia dice que la culpa de estos atentados la tienen Bush, Blair y Aznar.
  2. El alcalde de Zaragoza no se queda atrás y afirma que "nos vuelve la violencia que hemos contribuido a sembrar en el mundo".
  3. Un político catalán, en su marcha hacia la independencia, dice que Cataluña no necesitará un ministerio de Defensa, porque si alguien nos ataca, "nos defenderá la gente".

Más Europa, por favor. Y pronto. Y dejad de pensar en pequeñito los que cobráis sueldos por dedicaros a la política y consideradla, por favor, como un instrumento de unión y no un cambalache para conseguir el poder en vuestra nación, que no es más que un pedacico pequeñico de la nación de verdad, Europa.

Suelo decir que en España manda Merkel. Ya he dicho unas cuantas veces que Merkel, para mí, es Europa. Me gustaría decir que en Europa manda Juncker, el Presidente de la Comisión Europea, pero como nadie sabe quién es Juncker, hablo de Ángela, que a esa sí que la conocen todos. Un día, Merkel, lamentablemente, desaparecerá de la escena, pero Europa seguirá existiendo, acercándose más a lo que quiso ser: los Estados Unidos de Europa.

Me gustaría decir que en Europa manda Juncker, el Presidente de la Comisión Europea, pero como nadie sabe quién es Juncker, hablo de Ángela Merkel

Ahora somos 28 países. No soy quién para dar consejos. Pero me parece de sentido común no admitir, por ahora, a ninguno más. No podemos llenar de gente una casa que todavía no se ha acabado. Y hacer todo lo posible para que no se vaya el Reino Unido. Que ya sé que son muy suyos, pero como les conocemos, sabemos cómo tratarles.

Y, por favor, que no se nos olvide que vamos hacia la unión política. Y que tiene que ser una unión de naciones serias, con gobiernos serios, con habitantes con criterio que sepan distinguir las propuestas serias de las absurdas, con políticos que se preocupen de su país y no de lo que les tocará en el reparto de la podredumbre.

Leo una carta al director, en la que recuerda con nostalgia a Adenauer, de Gasperi, Monnet, Schuman...Seguramente, hoy es más conocido el pequeño Nicolás que todos estos señores.

Me gustaría mucho que, de aquí a 50 años, los chavales de entonces hablen de políticos de hoy a quienes no conozco, pero que seguro que existen. Y que les agradezcan lo que han hecho para rematar la construcción de la nación en la que ellos viven y que sus abuelos no pudimos ver, pero la intuimos.

Seguro que existen esos políticos. Que aparezcan pronto. Porque el muestrario que tenemos ahora es bastante pobre.

Y que los nuevos nos ilusionen y nos rejuvenezcan. Esto que tenemos ahora es viejo, viejo. Le llaman "envejecimiento demográfico".

También podían llamarle "egoísmo europeo".

Y con egoísmo no se va ni a la vuelta de la esquina.

P.S.

Jueves.

Los ministros europeos de Interior han llegado a un acuerdo para compartir información.

Ahora, ¡a compartirla!

Que buena falta nos hace.

Más atentados. Más personas muertas, más heridas, más dolor.

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