Es noticia
El 'icosálogo'
  1. España
  2. Desde San Quirico
Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

Por

El 'icosálogo'

Cuando un sólido tiene 20 caras, se llama icosaedro. En consecuencia, ha decidido que esta lista constituye un 'icosálogo'

Foto: Mariano Rajoy, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Pedro Sánchez. (B. Valverde)
Mariano Rajoy, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Pedro Sánchez. (B. Valverde)

Sometido a una nueva campaña electoral y atisbando en el horizonte otra más en Cataluña, he decidido irme a San Quirico a descansar. Descansar y reflexionar. Porque he decidido no reflexionar el día que está mandado, o sea, el 25. Voy a reflexionar hasta el 24 por la noche y el 25 descansaré, yendo por el monte, solo. Ahora echo mucho en falta a Helmut, mi perro, porque daba gusto reflexionar con él.

No voy a llamar a mi amigo de San Quirico, porque me arrolla. Es de los que aciertan con la solución mientras tú todavía estás pensando. Quizá, cuando se acerque el 24, le diré que me invite a desayunar para escucharle y comparar sus conclusiones con lo que se me haya ocurrido a mí.

No voy a ver eso que llaman debates; de algún modo hay que llamarles. Me molesta que digan que, en el debate, ganó no sé quién. Yo creo que en un debate gana el que deja muy claro y de una manera muy concisa lo que va a hacer si le elegimos para dirigir esta empresa a la que podíamos llamar España, SA, nombre que produce castañeteo de dientes en algunos que piensan que no existe España y que lo de Sociedad Anónima suena mal, porque ellos, que son muy claros y muy limpios y muy superiores (su palabra preferida, y casi única, es YO), abominan de todo lo anónimo y quieren nombres, en virtud de la claridad, perdón, de la transparencia. (Estoy aprendiendo a hablar de una manera políticamente correcta, aunque a veces me cuesta hacerlo a la primera).

Me voy a saltar también las entrevistas con los cuatro -iba a decir magníficos, pero, no sé por qué razón, no me sale-. Y llamarles los cuatro flojitos suena mal.

Me las voy a saltar porque, a fuerza de hacerse cercanos, majos, gente como tú y como yo, consigo saber que Pablo ha cambiado de champú y que Albert no se estimula con cocaína. Esto último me tranquiliza, porque si se hubiera estimulado en vísperas de una decisión importante, nos mete en la guerra de los Balcanes.

Un debate gana el que deja muy claro y de una manera concisa lo que va a hacer si le elegimos para dirigir esta empresa a la que podíamos llamar España, SA

O sea, que nos están intentando transmitir que son normales, como tú y como yo, que administrarán nuestra empresa -España, SA- como lo haría nuestra abuela, o sea, contando el dinero que entra y el dinero que sale y actuando con la diligencia de un buen padre de familia, que nunca -NUNCA- estira el brazo más que la manga y que cuando, muy excepcionalmente, lo estira, sabe con toda precisión de dónde va a sacar el dinero y en qué condiciones. (Esto es un párrafo y lo demás son cuentos).

No es que dude de ellos, pero como desde hace tanto tiempo estamos en campaña electoral, todavía me resuenan las palabras de Enrique Tierno Galván, a quien se atribuye aquello de que "las promesas electorales están para no cumplirse".

Alguien dice que es una frase repugnante, pero como Tierno me llevó en su avión electoral y me hizo un gran favor y, entre los dos, en Barajas aparcamos el avión -avioneta-, empujando él por el ala derecha y yo por la izquierda, la frase hasta me hace gracia, aunque un poco -bastante- cínica sí que es.

En estas estoy, empezando mis días de reflexión.

"La confianza de los ciudadanos en la política, bajo mínimos". ¡A ver si los ciudadanos no son (somos) tan idiotas como se creen estos pajaricos!

En primer lugar, me pregunto: ¿qué han hecho estos pajarillos en seis meses? De dentro me sale una contestación: ¡¡NADA!! Les he visto reunirse, hablar por la tele, debatir, pero me ha sonado a repetición exacta de lo de siempre, sin ganas de llegar a acuerdos, autoproclamándose Pablo como líder de la socialdemocracia; acusando Jorge Moragas, del PP, a Albert de ser "un veleta y un moderado de 'postureo"; todo ello mientras Pedro decía a sus votantes que España les necesita y que "estamos ante la madre de todas las batallas y la vamos a dar".

Paralelamente, noticia asombrosa: "La confianza de los ciudadanos en la política, bajo mínimos". ¡No me lo puedo creer! ¡A ver si los ciudadanos no son (somos) tan idiotas como se creen estos pajaricos!

He dicho "repetición exacta de lo de siempre". Y no me parece mal, porque, en la vida, siempre sucede lo de siempre. Y lo de siempre es:

1. Que gastamos más de lo que ingresamos.

2. Que debemos mucho dinero.

3. Que tenemos muchas personas en paro.

4. Que la corrupción campa a sus anchas.

5. Que, gracias a Dios, estamos en Europa.

6. Que, aun con dificultades, Europa avanza. (Nadie dijo que fuera fácil y si alguien se lo creyó, es que era un ingenuo que aún confía en la varita mágica del hada de Cenicienta).

7. Que hay muchas personas pasándolo muy mal.

No estaría mal que los partidos establecieran un manual de estilo, tanto en el vestir como en el actuar, que hiciera que se les pudiera considerar educados

8. Que hay que invertir muchísimos euros en formar a las personas para prepararlas para puestos de trabajo que hace cuatro días no existían, sabiendo que los que ocupaban ellos hasta ahora han desaparecido.

9. Que el Gobierno central es el culpable del déficit.

10. Que no es verdad, que las culpables son las comunidades autónomas.

11. Que por qué no miramos si este modelo de Estado se aguanta o es que, de por sí, es inaguantable.

12. Que, si no queremos modificarlo porque sobraría tanta gente que el paro aumentaría vertiginosamente, quizá podíamos racionalizar el gasto, o sea, no gastar en cosas que no hay que gastar y gastar en las que sí hay que gastar.

13. Que más nos vale no hacer tonterías, porque el dinero es cobarde. Cuando hablo del dinero, me refiero, por ejemplo, a un fondo de pensiones en el que participe cualquiera de las 18.029.600 personas con empleo y cualquiera de las 4.791.400 sin empleo que, a duras penas, lo van manteniendo, sin darse cuenta de que forman parte del 'gran capital'.

14. Que no estaría mal que nos olvidáramos del chavismo y que dejemos a José Luis que siga por Caracas, con lo que tenemos dos ventajas: a) que igual arregla algo y b) que no ayuda a su partido en la campaña electoral (con las enormes ventajas que tiene esa ausencia para su partido).

15. Que no estaría mal que todos los partidos establecieran un manual de estilo, tanto en el vestir como en el actuar, que hiciera que se les pudiera considerar bien educados.

16. Que, dentro de la buena educación, o mejor, del sentido común, se estableciera una separación entre el comerciante normal y el mantero que vende falsificaciones, sin reconocer a estos últimos el derecho a sindicarse para hablar de tú a tú con el alcalde.

El bar de San Quirico está tranquilo. Hace calor, pero todavía no hay veraneantes. He utilizado tres manteles y seis servilletas.

Y en estas, ¡aparece mi amigo! Pone cara de sorpresa al verme, pero estoy seguro de que alguno de estos que están tomando café le ha avisado. Me pregunta qué estoy haciendo y, con toda soltura y sin pedir permiso, mira los manteles y las servilletas.

Pone cara de pena/desprecio/displicencia y me dice que le parece un enfoque muy técnico, que me he olvidado de las personas. Y como siempre, ataca: "Pero ¿no te has leído tu libro?, ¿no pusiste allí que, de mayor -que ya lo eres- querías ser una persona completa?".

Es verdad, dije eso. Pero se me había olvidado. Mi amigo saca unos papeles del bolsillo y me dice: "Escribe".

Y me dice que una persona completa:

1. Debe tener criterio.

2. Debe saber perdonar.

3. Debe saber olvidar, porque si no, no hay perdón.

4. No debe ser prepotente.

5. Debe saber callarse cuando toca.

6. Debe saber hablar cuando toca.

7. Debe saber que a la playa no se puede ir de chaqué y al Liceo no se puede ir en traje de baño y con gorra.

8. Debe tener detalles.

9. Debe saber equivocarse y reconocerlo.

10. Debe luchar por sacar lo mejor de las personas.

11. Debe ser normal.

Aquí mi amigo se detiene y grita: "¿Te has enterado? ¡¡NORMAL!!".

12. Debe saber escuchar.

13. Debe ser responsable de cada una de sus decisiones y de cada una de sus acciones.

14. Debe tener sentido común.

Vuelve a gritar: "¡¡SENTIDO COMÚN!!".

15. Debe tener muy presente que para servir (ser útil), servir (dar servicio a los demás).

16. Debe tener y transmitir esperanza.

17. Debe vivir con dignidad (no tiene nada que ver con el dinero ni con su posición social).

18. Debe ser honrado.

Cierro los ojos y espero el grito. Esta vez viene con más signos de admiración. "¡¡¡¡HONRADO!!!!".

19. Debe sembrar la paz a su alrededor.

20. Debe confiar en los demás.

Mi amigo se mete los papeles en el bolsillo y me dice que cuando hay 10 mandamientos o recomendaciones o exigencias, se llama decálogo, y que, antes de venir, ha mirado el DRAE y ha visto que cuando un sólido tiene 20 caras, se llama icosaedro. En consecuencia, ha decidido que esta lista constituye un 'icosálogo'...

Se levanta, me mira, mira alrededor y dice: "Para que sigáis reflexionando".

Y se va.

Sometido a una nueva campaña electoral y atisbando en el horizonte otra más en Cataluña, he decidido irme a San Quirico a descansar. Descansar y reflexionar. Porque he decidido no reflexionar el día que está mandado, o sea, el 25. Voy a reflexionar hasta el 24 por la noche y el 25 descansaré, yendo por el monte, solo. Ahora echo mucho en falta a Helmut, mi perro, porque daba gusto reflexionar con él.

Campañas electorales