Es noticia
¡No me digas!
  1. España
  2. Desde San Quirico
Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

Por

¡No me digas!

A este chico, Donald, que, entre nosotros, es bastante impresentable, le han elegido los americanos. Nosotros, a trabajar con él

Foto:  Ciudadanos protestan contra la vitoria de Trump en las elecciones. (EFE)
Ciudadanos protestan contra la vitoria de Trump en las elecciones. (EFE)

Yo lo veía bastante claro. Hillary iba a ganar. Es una política política, que se las sabe todas. Mujer de un expresidente, exsecretaria de Estado, a mí me parecía una mujer maja.

Donald, a primera vista, un animalote. Ordinario como la lija del 7, bastante zafio, hasta tiene un águila -viva- en su despacho. Con la dentera que me dan ese tipo de bichos, es lo que me faltaba.

Hace pocos días, hicimos en casa la prueba definitiva, que consiste en preguntarnos a cuál de los dos -Hillary o Donald-, invitaríamos a cenar. Es un juego que venimos practicando desde hace muchos años y que nos sirve para hacer un juicio de síntesis sobre figuras públicas. Lo conté hace tiempo y alguien me acusó de discriminación, como si yo tuviese la obligación de invitar a todo hijo de vecino y no tuviese el derecho de decir: "A este, sí; a este, no". (A modo de ejemplo, siempre ha habido unanimidad en decir que Frank Sinatra era uno de los invitables, a pesar de que era bastante sinvergonzón y sus amistades no eran como para presumir).

Foto: Donald Trump, presidente de Estados Unidos. (Reuters)

Bueno, pues jugamos y salió que a Hillary sí le invitaríamos y a Donald, no.

Por si faltaba algo para tener claro quién iba a ganar, leí varios artículos de Joe Klein, un periodista de 'Time', en los que me demostraba por qué iba a ganar Hillary.

Dos intervenciones de gente que se dedica a la política en España no me gustaron. Albert Rivera e Íñigo Errejón explicaron por qué querían que ganase Hillary. No me gustaron sus intervenciones porque ellos están para sacar votos en España y no para aconsejar a los americanos, que para eso ya tenemos a Pedro Sánchez en Washington en un seminario.

Me pareció más prudente oír a alguien del PP diciendo lo que hay que decir aunque te repatee: "Nosotros respetaremos la voluntad del pueblo americano etc..."

Foto: Obama recibe en la Casa Blanca a Trump para iniciar el proceso de transición. (EFE)
TE PUEDE INTERESAR
Donald Trump en la Casa Blanca: ¿Qué va a pasar ahora?
Ángel Villarino Daniel Iriarte

(Por favor, que no me vengan ahora insultándome por poner un ejemplo favorable al PP. Me estoy refiriendo a una intervención concreta de un señor concreto en un momento concreto. Señor que es del PP, pero que podía ser socio del Logroñés, sin que esto quisiera decir que yo me había apuntado a ese equipo, cuando todo el mundo sabe que mi equipo es el Zaragoza).

El pueblo americano empieza a votar y sigue votando y sigue votando, unos a una hora, otros a otra, porque aquello es muy grande (6 husos horarios) y hay mucha gente (58.844.144 personas) que votan por Donald y más gente (58.879.687) a la que les gusta más Hillary. Pero como el triunfo depende del estado donde votan esas personas y, en consecuencia, del número de electores que tenga cada estado, resulta que Hillary pierde, porque consigue 228 electores y Donald, 279.

Foto: El diputado de Ciudadanos, José Manuel Villegas (c) discute con los miembros de Podemos Ramón Espinar (i), Irene Montero (2i) y Pablo Iglesias (c-atrás) durante el debate de investidura en el Congreso. (EFE)

Y allí se van los deseos de Íñigo y de Albert, y el viaje de Pedro a Washington y lo que dice Joe Klein y lo que pensaba yo. Y queda el resultado. Ha ganado Trump.

Y las bolsas pegan un bajón y, curiosamente, el Dow Jones sube, contribuyendo a mi confusión mental, que crece de día en día, porque, el martes a las 6 de la tarde, leo una predicción de uno que sabe mucho, y que dice que el Dow Jones puede bajar 1.000 puntos. Pero miro cómo van las cosas y resulta que, a esa hora, ha subido 138,03.

Y la gente se admira, porque Donald, en la campaña, insultó a todo hijo de vecino, especialmente si ese hijo era negro, hispano, mujer, discapacitado e incluso líder de su partido. Entre la gente que se admira, estoy yo, por supuesto.

Parece que hoy ha rebajado el tono de su discurso. Ayer quería meter en la cárcel a Hillary, hoy dice que lo ha hecho muy bien.

Somos demócratas cuando sale lo que nos gusta o lo que hemos anunciado que saldría, poniendo cara de sabios y analistas. Ahora ha salido lo que no nos gusta

Señores, con estos bueyes hay que arar. Les caerá mejor o peor, pero cállense. Pablo, recuerda lo que te enseñaron en el colegio y no le insultes al presidente de los Estados Unidos de América. Recuerda al inefable José Luis, sin levantarse al paso de la bandera americana y luego intentando hacerse una foto con Bush. Foto que no consiguió, por cierto.

A este chico, Donald, que, entre nosotros, es bastante impresentable, le han elegido los americanos. Nosotros, a trabajar con él.

Foto: La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. (EFE)

Y a callarse, Pablo. Y a callarse, Albert. Y, en general, todo el que tenga cargos de responsabilidad en España, a callarse. Porque habíamos quedado en que éramos demócratas y resulta que somos demócratas cuando sale lo que nos gusta o lo que hemos anunciado por televisión que saldría, poniendo cara de sabios y profundos analistas. Y ahora ha salido lo que no nos gusta, e inmediatamente pontificamos: "Los americanos se han equivocado".

La pobre Hillary, hundida, dice algo que deberíamos enmarcar: "Ahora, Trump es nuestro presidente".

¿Os imagináis a cualquier político español diciendo que Mariano es nuestro presidente?

Ni 'jarto' de vino.

Yo lo veía bastante claro. Hillary iba a ganar. Es una política política, que se las sabe todas. Mujer de un expresidente, exsecretaria de Estado, a mí me parecía una mujer maja.

Hillary Clinton