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Leopoldo Abadía

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Catexit (II): el entorno

Creo que Cataluña no podrá optar a estar en el núcleo duro de la UE y, si juega, lo hará recibiendo órdenes, mientras se quejará de que Bruselas nos roba y no nos entiende

Foto: El presidente de Francia, François Hollande. (Reuters)
El presidente de Francia, François Hollande. (Reuters)

Se celebró el referéndum en Cataluña.

Como esta noticia, a día de hoy, todavía es ficticia, puedo imaginar.

Y lanzado a imaginar, imagino que sale que Cataluña se quiere ir de España por 75% a 25%. Mayoría cualificada, con una participación alta, del 80%.

Si yo fuera presidente del Gobierno de España, a quien le encargaron que se ocupase de una nación de 500.000 kilómetros cuadrados y 46 millones y medio de habitantes, me quedaría preocupado, porque el día que me vaya, voy a 'devolver' una nación de 478.000 kilómetros cuadrados y 39 millones de habitantes.

Y alguien me puede preguntar:

1. ¿Qué ha hecho usted?

2. ¿Con qué permiso lo ha hecho?

El riojano, aragonés o andaluz se preocupa por el futuro de Cataluña. No se imagina a Cataluña, país serio, con personas serias, siendo un paraíso fiscal

Lo que he hecho ya se ve. Lo de la segunda pregunta es más delicado, sobre todo si contesto que se han ido porque han querido y que no les he retenido. Punto.

Algún riojano, o aragonés, o andaluz, puede pensar que se le han llevado un trozo de su tierra, como Putin se llevó Crimea.

Y, además, el riojano, aragonés o andaluz, que es buena persona, se preocupa por el futuro de Cataluña. Ya sabe que, en el mundo, hay naciones pequeñitas que se manejan muy bien, pero no se imagina a Cataluña, país serio, con personas serias, preocupadas por la 'feina ben feta', siendo un paraíso fiscal como otras.

A François Hollande le han hecho una entrevista que reproduce 'La Vanguardia' del lunes pasado.

En confianza, yo —dejo de ser el presidente del Gobierno y vuelvo a ser yo— siempre había pensado que François era un pardillo, fundamentalmente preocupado por buscar —y encontrar— mozas de buen ver. Pues no. Es todo un estadista, con las ideas claras sobre lo que tiene que ser Europa y lanzando la idea de la Europa de dos velocidades, idea no nueva y que, salvando las distancias, ya se produce en la Liga de fútbol española, donde el Barça y el Madrid llevan una velocidad, otros otra y otros una tercera. (Todos en lo que se llama 'primera división' o 'liga Santander', la antigua 'liga BBVA' y futura 'liga otro banco').

Reino Unido pensó que dejando la UE iba a atar una asociación estratégica con EEUU. Ha tomado la decisión mala en el mal momento. Yo lo lamento

A François, los periodistas le preguntan por el Reino Unido, "que quiere abandonar la Unión Europea, pero conservar las ventajas" y contesta muy claramente: "que no es posible y que, en consecuencia, se va a convertir en un país tercero para la Unión".

Ya lanzado, añade: "Este es el problema del Reino Unido: había pensado que dejando la Unión iba a atar una asociación estratégica con Estados Unidos. Pero se encuentra con que América se encierra respecto al mundo. El Reino Unido ha tomado la decisión mala en el mal momento. Yo lo lamento".

¡Toma del frasco! El pardillo nos ha salido respondón. Ya sé que deja la presidencia de Francia en muy poco tiempo, pero hay que tener en cuenta lo que dice.

Profundiza en lo de las dos velocidades en una reunión a la que Angela y él han decidido que asistan Rajoy y Gentiloni. O sea, el Barça y el Madrid han invitado al Sevilla y al Atlético. Y por si acaso alguno piensa que se han olvidado de los demás por descuido, François lo deja claro como el agua clara:

"A fuerza de querer hacer todo a 27, el riesgo es no hacer nada en absoluto".

"Los modos de tomar decisiones en Europa no están adaptados al mundo de la urgencia".

Un amigo mío se casa uno de estos días. Ha formado lo que él llama "el núcleo duro" de sus amigos para la boda. Los amigos no saben exactamente en qué consiste el encargo, pero cada uno va a estar en una mesa, a alguno le pondrán en una mesa difícil, aplaudirán cuando crean que ha llegado el momento y, al terminar, poniendo cara seria, dirán las tres cosas que hay que decir: a) ¡qué guapa estaba la novia!, b) ha sido una boda como las de antes y c) (poniendo cara de mucho interés, aunque no les importe nada) ¿dónde van de viaje de novios?

Habrá que cambiar bastantes cosas, con una idea básica: estos que han entrado y el que ha salido y el que quiera entrar no nos estropean el invento

Se trata, en este caso, de crear buen ambiente.

Pues en el caso de Europa, el núcleo duro va a crear buen ambiente... y va a tomar decisiones, para lo que, supongo, habrá que cambiar bastantes cosas, con una idea básica: todos estos que han entrado y el que ha salido y el que quiera entrar no nos estropean el invento.

Basándome en el libro blanco sobre el Brexit que ha presentado la primera ministra al Parlamento británico, empecé a escribir unos artículos sobre el Catexit, la salida de Cataluña de esto que llamamos España y que a mí me cae tan bien.

Foto: Manifestación a favor de la independencia en Cataluña. (EFE) Opinión
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Leopoldo Abadía

A principios de semana, agarré el libro blanco, puse el título —Catexit (II)—... y se me cruzó la entrevista con Hollande. Pensé en cambiar de título, pero lo mantuve, porque esa es la Europa con la que se va a encontrar Cataluña cuando se vaya de España. Simplemente, al título genérico le añadí un subtítulo: 'el entorno', lo que me dio una pizca de nostalgia, porque esa materia fue el objeto de mis primeras clases en el recién comenzado máster del IESE, en 1964.

Visto desde mi ignorancia, creo que Cataluña no podrá optar a estar en el núcleo duro y, si juega, lo hará con el Osasuna, el Granada y el Sporting, y si se descuida, con el Zaragoza y con el Rayo Vallecano, recibiendo órdenes del núcleo duro, mientras, gimiendo, se quejará de que Bruselas nos roba y no nos entiende.

Siempre queda la esperanza de que tengan sentido común esos que, según dicen, llevan negociaciones secretas entre Cataluña y España, incluida Cataluña

Siempre queda la esperanza de que tengan sentido común esos que, según dicen, llevan negociaciones secretas entre Cataluña y España, incluida Cataluña. Ya sé que hay muchos agravios, reales o ficticios, como el referéndum al que me he referido al principio. Por eso, siempre he pensado que había que empezar las negociaciones por los temas económicos, sin prensa, tele, móvil o radio. Las dos preguntas iniciales deberían ser: a) cuánto te he robado y b) cuánto me has robado. Y después, a trabajar.

Otro día seguiré con el Catexit III.

Supongo que Hollande se callará esta semana.

P.S. 1

1. Alguien me preguntará: "¿Y si gana Le Pen?"

2. Inmediatamente, otro dirá: "¿Y si ganan los grillistas en Italia?"

3. Y otro: "¿Y si pierde Merkel?"

4. Como no sé contestar a estas preguntas, me pongo a rezar para que no suceda ninguna de las tres cosas.

P.S. 2

5. Confundiendo una vez más la magnesia con la gimnasia, Carles Puigdemont, al calor del entusiasmo producido por la machada-victoria del Barça sobre el PSG, ha dicho que "no hay nada imposible. El Barça lo acaba de demostrar jugando al fútbol. Cataluña lo demostrará decidiendo su futuro".

6. No sé qué pensará Javier Lambán, presidente de la Diputación General de Aragón, al oír esa frase mientras contempla los tumbos del Zaragoza. ¿Cómo va a decir algo parecido?

Se celebró el referéndum en Cataluña.

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