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Catexit (XIX): el golpe y la hipocresía
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Leopoldo Abadía

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Catexit (XIX): el golpe y la hipocresía

Las normas se rompieron porque en los golpes de Estado no hay normas; la Guardia Civil y la Policía Nacional cumplieron con su deber, y los Mossos con el suyo, que resulta que no era el mismo

Foto: Incidentes en el Pabellón Deportivo Municipal de Sant Julià de Ramis (Girona) en la jornada del referéndum. (EFE)
Incidentes en el Pabellón Deportivo Municipal de Sant Julià de Ramis (Girona) en la jornada del referéndum. (EFE)

Este golpe de Estado tenía una fecha determinada y publicitada. A lo Gila. "¿Es ahí el enemigo? Que si les viene bien que ataquemos el domingo. ¿Que tienen que ir a misa? ¿No podían ir el sábado, que vale para el domingo?".

A lo Gila, salvando las distancias, porque este golpe era de verdad. Anunciado para el día 1 de octubre, previo juego con las urnas, con las papeletas y con los colegios, con los ayuntamientos y con las amenazas, sobre todo en pueblos pequeños, donde, con una sonrisa, se le puede decir al que no quiere votar: "Nos veremos luego, ¿no?".

Leí unos cuantos tuits los días anteriores. En uno de ellos, una persona experimentada en golpes de Estado, porque, según dice, estuvo en París en 1968, decía algo así como que dónde se había visto un proceso de independencia respetando las leyes.

Foto: Concentración ante el consulado español en Perpiñán. (R. M.)

Como supongo que 'los otros' también lo saben, e incluso alguno habrá estado en París en aquella época, se preparan para el 'no respeto' golpista a las leyes.

Se preparan trayendo policías nacionales y guardias civiles. A los Mossos d'Esquadra no hay que traerlos, porque ya están aquí. 'Los otros', en una demostración de ingenuidad por lo que se ha visto, ponen a un coronel de la Guardia Civil al mando unificado de los tres cuerpos. El jolgorio que se produce en los golpistas es sublime, porque el 'major' Trapero, jefe de uno de los tres cuerpos, nunca pensó en formar parte de 'los otros'.

Llega el día, llegaron los autobuses, la gente se fue animando, las normas se rompieron, porque en los golpes de Estado no hay normas; la Guardia Civil y la Policía Nacional cumplieron con su deber, y los Mossos con el suyo, que resulta que no era el mismo.

El deber incluía algún porrazo que otro. En el caso de los Mossos, el deber consistía en no moverse ni ayudar al enemigo, mientras el coronel jefe de todo empezaba a darse cuenta de lo que pasaba, que de tres bloques a sus órdenes, de verdad solo tenía dos.

Foto: Jornada del referéndum (EFE)

Como la violencia es violencia, cuando hay violencia hay heridos. No sé cuántos, porque las cifras bailan y no sé si el que ha tenido un ataque de ansiedad se cuenta como herido o no.

A mí no me sorprendieron las cifras ni me escandalizaron, porque pensé en la persona experimentada, la que estuvo en París en 1968, que remataba su tuit llamando hipócritas a los que creyeran en el respeto a la ley. Y como yo no quiero ser hipócrita, porque la gente dice que los aragoneses somos nobles, vi la cosa clara.

1. Unos quieren dar un golpe de Estado, cuyo nombre técnico es 'desobediencia de las leyes'.

2. Los otros, que, por contrato, han de defender las leyes, las defienden.

3. Uno de los contratados dice que las leyes las defenderá su padre y que a él le gusta en este momento no ayudar a defenderlas y quedarse silbando mirando el lío.

4. Se organiza el lío. Unos, intentando dar el golpe. Otros, intentando que no lo den.

5. Fotos y fotos. Alguna trucada, por lo que parece.

Foto: Unas quieren que Cataluña se independice, otras no. Todas son amigas.

6. Selección de las fotos para que la gente vea lo buenos, pacíficos y deliciosos que son los golpistas y lo malos, belicosos y repugnantes que son los responsables de hacer respetar las leyes.

7. Envío de estas fotos al mundo, incluso las trucadas.

8. Nerviosismo en Europa, que repite una vez y otra vez que hay que dialogar dentro de la Constitución, misión imposible, por definición, según la persona experimentada a la que me he referido antes.

Como es natural, habla el Rey. Y lo que dice me entusiasma. Muchos le critican, aunque no le han oído porque estaban dándole fuerte a las cacerolas.

Dice lo que el sentido común le hace decir. Ha tenido incluso el detalle de vestir de paisano y no de militar, como el cuerpo me pedía a mí.

Dejo un espacio en blanco para los insultos que, en estos momentos, me lanzarán los experimentados y los no experimentados.

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Continúo.

Habla Carles Puigdemont. Estoy cenando en Madrid con una hija mía y no le sigo. Vuelvo al hotel y, antes de dormirme, repaso El Confidencial. Veo a Carles con mala cara. O no ha dormido bien o el fotógrafo no le ha tratado con cariño.

Leo su intervención. Antes de estudiarla a fondo, me encuentro con una frase: "Así, no". Pienso que va dirigida al iluminador de la tele, o al de la cámara que le coge por el lado malo.

Puigdemont, al Rey: “Así no. Usted ayer decepcionó a mucha gente”

Pero no olvidemos que Carles se siente como "presidente de un país libre, donde millones de ciudadanos han tomado una decisión importante".

Mira, Carles, tú te sentirás como quieras, pero hoy eres un súbdito, no de los principales, de S. M. el Rey y no eres quién para decirle "así, no".

Sí eres quién para pedir mediación, extranjera o española, atea o creyente, de un mediador de un equipo de abogados como el que preside Mª Eugenia Gay o de un señor que medie muy bien.

En un artículo que he escrito esta semana en otro medio de comunicación, he recordado que todos los que hablan de mediación o de negociación añaden una coletilla: "Dentro de la Constitución".

Ya la revisaremos, pero hoy, eso es lo que hay. Y lo quiero decir en voz muy alta para que el experimentado en acciones revolucionarias, que estuvo en Mayo del 68 en París, no diga que soy un hipócrita.

P.S.

1. Nunca copio un artículo mío, o parte de él, publicado en otro medio, pero, para evitar confusiones, reproduzco lo que publiqué en lavanguardia.com el miércoles 5:

1. "Me llama otro amigo y me dice: 'Como he leído que tú eres equidistante, me gustaría conocer tu opinión sobre los sucesos —realmente fueron sucesos— de ayer'. ( 'Ayer' fue el 1-O).

2. Le corto. Yo no soy equidistante.

3. YO NO QUIERO QUE CATALUÑA SEA INDEPENDIENTE. QUIERO QUE SIGA SIENDO UNA PARTE DE ESPAÑA. Y no por el PIB ni porque Rajoy lo diga ni porque Trump o Merkel o la UE en pleno lo digan. Porque me gusta Cataluña, porque llevo 67 años en Barcelona, tengo 10 hijos y tropecientos nietos catalanes; la mayor parte de mis amigos también lo son y porque en estos 67 años he hecho muchas cosas que han dado prestigio a Cataluña. (Por cierto, bastantes más cosas que Puigdemont y Mas. Y Junqueras)".

2. Perdón por la copia, pero lo de la hipocresía me ha llegado al alma.

Este golpe de Estado tenía una fecha determinada y publicitada. A lo Gila. "¿Es ahí el enemigo? Que si les viene bien que ataquemos el domingo. ¿Que tienen que ir a misa? ¿No podían ir el sábado, que vale para el domingo?".